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En 1977, Ángela Camacho Beltrán fue la primera colombiana en obtener un doctorado en física. Lo hizo en la Universidad Johannes Gutenberg Mainz, en Alemania. Dieciséis años después, en 1993, Carmenza Duque Beltrán, química y quizás una de las mujeres que más sabe de corales en el país, graduó a la primera mujer del doctorado en ciencias químicas, un programa del que además fue fundadora. Y, en 2008, la médica y patóloga Nubia Muñoz Calero fue nominada al Premio Nobel de Medicina por sus avances en el estudio de una vacuna contra el virus del papiloma humano.
Estas tres científicas de alguna manera fueron pioneras en sus campos de estudio. Hoy la situación es distinta y hay muchas más investigadoras en diversas disciplinas de la ciencia. En total, según el Ministerio de Ciencia, hay 6.411 mujeres. Y aunque pareciera que es un número grande, solo representa el 38 % de los científicos que tiene el país. A pesar de que la inequidad de género sigue siendo una de las principales problemáticas internas que limitan el potencial de la ciencia y la academia colombiana, por primera vez hay datos concretos de la brecha en la producción científica, una medida que se emplea en investigación como criterio para determinar contrataciones, becas, ascensos y financiación.
El estudio, elaborado por Camilo López, investigador posdoctoral de la Universidad de Toronto, y Diana Farías, del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia, analizó la información de la plataforma Ciencia en Cifras, publicada por el Ministerio de Ciencia. Aquí están la mayoría de datos de la ciencia en Colombia, como el número de investigadores por región, por género y por área de conocimiento. También tiene una sección de producción científica. En esta página, Scienti, los científicos y científicas deben actualizar cada dos años, por medio de un censo, su información. (Lea: Descubren los dos especímenes que permitieron demostrar que mamíferos ponen huevos)
“Resumir la inequidad a números de investigadores crea la falsa idea de que simplemente si se tiene 50 hombres y 50 mujeres ya no hay ningún problema”, cuenta López. Por eso, añade, decidieron estudiar los patrones de publicación, ya que, dice, ese es el “coco” más grande que tienen los científicos. Por ejemplo, una de las dificultades a las que se enfrentan las mujeres es la de atravesar la maternidad durante sus investigaciones.
Para los expertos, otros estudios se han centrado más en una escala global y tienden a mostrar una limitación, ya que se centran “en la publicación en revistas grandes, europeas, norteamericanas, que estén en inglés. Ahí posiblemente se está perdiendo información que es relevante en el contexto colombiano, porque los investigadores también publican ciencia en español, en portugués, en revistas locales o regionales”, advierte López. Los resultados fueron publicados en Tapuya: Latin American Science, Technology and Society. (Le puede interesar: Eclipse lunar deja impactantes imágenes en el mundo)
Con los datos recopilados del Ministerio de Ciencia, los investigadores compararon la producción científica entre hombres y mujeres a través de varios niveles de educación, nivel académico y áreas del conocimiento. “Encontramos que las mujeres científicas han participado en el 30 % de toda la publicación científica en Colombia, con un pequeño incremento en su aporte año tras año de menos del 1 % entre 2013 y 2019″, señala López. Además, hallaron que la diferencia en el número de personas que producen contenidos científicos también hay una brecha de género en la producción científica per cápita del 22 %.
Esta brecha, apunta López, se ha incrementado con el tiempo, creciendo un 6 % entre 2014 y 2019. “Los resultados muestran una disparidad de género generalizada en la publicación científica persistente a lo largo del tiempo. Las diferencias basadas en el género en la publicación científica per cápita indican que la disparidad persiste incluso después de controlar las diferencias en el número de investigadores”, explica. De los 161.204 artículos científicos registrados por investigadores colombianos en la plataforma Scienti a 2019, el 30,62 % (49.359) fueron escritos por mujeres y el 69,38 % (111.845) por hombres.
En cuanto a los niveles educativos, la producción científica aumentó con el nivel de educación. La mayoría de los artículos fueron escritos por investigadores con formación de doctorado (67,71 %) y maestría (24,41 %). “En todos los niveles educativos, las mujeres investigadoras escribieron un promedio del 32,28 % de los artículos científicos, con la participación más baja entre las investigadoras con educación doctoral (28,43 %), las investigadoras con licenciatura (30,77 %), maestría (34,44 %) y diplomatura (35,47 %)”, asegura López. (Lea: ¿Por qué los pulpos hembra se ‘autodestruyen’ después del apareamiento?)
Otro de los hallazgos importantes para López gira en torno a la producción científica acumulada en las áreas de investigación. “Si vemos las cifras a través del tiempo, las mujeres han incrementado su participación en las ciencias agrícolas, ingeniería y ciencias naturales”, aclara el investigador, “mientras que la brecha se ha expandido en las ciencias humanas y en las ciencias biomédicas”. La productividad per cápita de las mujeres, por ejemplo, fue en promedio un 21,85 % más baja que la productividad de los hombres en todas las disciplinas.
López cuenta que las trayectorias temporales de la publicación científica muestran que la participación de mujeres investigadoras está aumentando continuamente y que la brecha per cápita se está ampliando lentamente. Pero, comenta que “los hallazgos indican que la disparidad de género en la publicación científica en Colombia no es homogénea y debe estudiarse y abordarse en un contexto específico”. Además, apunta, no se trata solo de tener más mujeres en la fuerza laboral científica, sino también de eliminar los bloqueos que enfrentan.