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Científicos del Zoológico de Vida Silvestre de San Diego acaban de informar de un descubrimiento que calificaron de “extraordinario”: por primera vez detectaron dos polluelos de cóndor que nacieron de huevos no fertilizados por un macho. El hallazgo lo publicaron en el Journal of Heredity, la revista oficial de la Asociación Estadounidense de Genética. (Lea Ecosistemas invisibles: Colombia no sabía que tenía 3.250 lagos de páramo)
Como explican en su página web, el hallazgo se dio luego de un análisis de rutina a los cóndores del zoológico. Tras analizar las muestras de los polluelos confirmaron que éstos estaban genéticamente relacionados con la hembra, pero no hallaron ninguna relación con ninguno de los machos. Son los primeros casos de reproducción asexual en la especie de cóndor de California. Aves migratorias en Bogotá: ¿Qué hacer si encuentra un Cuco americano herido?
En palabras un poco más técnicas, se trata del primer caso de partenogénesis en esta especie, un término que hace referencia a una forma de reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas por espermatozoides.
“No solo es el primero en ser documentado en cóndores, sino que también es el primero descubierto mediante el uso de pruebas genéticas moleculares, y el primero en cualquier especie aviar donde la hembra tuvo acceso a una pareja”, se lee en la página web del zoológico.
🚨BREAKING NEWS🚨
— San Diego Boo 👻 Wildlife Alliance (@sandiegozoo) October 28, 2021
Scientists at SDZWA discovered two California condor chicks have hatched from unfertilized eggs. This sort of asexual reproduction, known as parthenogenesis, is a first for the species and provides new hope for their recovery. Read more: https://t.co/m5MZhqt21l pic.twitter.com/vRxGbKZy2S
A lo que se refieren es que, si bien este fenómeno se ha presentado en algunas aves, normalmente se observa en hembras que no tienen acceso a machos. Pero en el caso de los cóndores de California, ambas hembras estaban en compañía de un macho fértil. Incluso, en anteriores oportunidades había producido numerosas crías con sus parejas: una tenía 11 polluelos, mientras que la otra tenía 23.
“Esto es realmente un descubrimiento asombroso. No estábamos buscando exactamente evidencia de partenogénesis, simplemente fue una cachetada en la cara. Lo confirmamos gracias a los estudios genéticos normales que hacemos para probar la paternidad. Nuestros resultados mostraron que ambos huevos poseían los cromosomas sexuales masculinos ZZ esperados, pero todos los marcadores se heredaron de sus madres, lo que verifica nuestros hallazgos”, dijo Oliver Ryder, coautor del estudio y director de Genética de Conservación en el zoológico.
“Estos hallazgos ahora plantean preguntas sobre si esto podría ocurrir sin ser detectado en otras especies”, aseguró.