Nant de Drance, la gigante batería de agua que almacena energía en Europa
Para su construcción, que tardó 14 años, tuvieron que excavar más de 18 km de túneles y 1,7 millones de metros cúbicos de roca.
En los Alpes Suizos empezó a funcionar hace seis meses la batería de agua, Nant de Drance, la solución que ayudaría a estabilizar la electricidad en Europa. El proyecto situado específicamente en el cantón suizo de Valais a 600 metros bajo tierra, entre los embalses de Emosson y Vieux Emosson, es un paso gigante en la transición del continente hacia las energías renovables.
Después de 14 años de construcción, el 1 de julio empezó a funcionar el proyecto que es capaz de almacenar suficiente energía como para cargar 400.000 baterías de automóviles, y que almacena 25 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a 6.500 piscinas olímpicas. (Lea: “Inteligencia artificial”: más futuro (e incógnitas) que pasado)
Nant de Drance tiene una potencia nominal de 900 megavatios y una capacidad de almacenamiento de 20.000 megavatios hora. Su función es almacenar la energía producida en un momento en que no se necesita, es decir que no produce electricidad adicional.
El proyecto, que tuvo un costo de 2.050 millones de euros, consta de 17 kilómetros de túneles subterráneos, que albergan seis turbinas alimentadas por agua que cae en cascada por una tubería de acero en una caverna. (Lea también: MinAmbiente pidió a hidroeléctricas no realizar cierres de compuertas abruptos)
Su capacidad es tal, que una de las dudas era cómo almacenar la energía cuando hay más de la necesaria. Al respecto, Aline Elzingre-Pittet, de la empresa que explota la central, explicó a DW que “cuando hay demasiada electricidad en la red, procedente por ejemplo de la producción solar o eólica, Nant de Drance bombea agua del embalse inferior al superior. Al hacerlo, consume electricidad. A la inversa, cuando la demanda de electricidad es superior a la producción, Nant de Drance turbina el agua del embalse superior y la devuelve al inferior, produciendo así electricidad”.
Según estimaciones de la Asociación Europea de Almacenamiento de Energía, Europa necesita 200 gigavatios de capacidad de almacenamiento de energía para 2030, más del cuádruple de su capacidad actual.
En los Alpes Suizos empezó a funcionar hace seis meses la batería de agua, Nant de Drance, la solución que ayudaría a estabilizar la electricidad en Europa. El proyecto situado específicamente en el cantón suizo de Valais a 600 metros bajo tierra, entre los embalses de Emosson y Vieux Emosson, es un paso gigante en la transición del continente hacia las energías renovables.
Después de 14 años de construcción, el 1 de julio empezó a funcionar el proyecto que es capaz de almacenar suficiente energía como para cargar 400.000 baterías de automóviles, y que almacena 25 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a 6.500 piscinas olímpicas. (Lea: “Inteligencia artificial”: más futuro (e incógnitas) que pasado)
Nant de Drance tiene una potencia nominal de 900 megavatios y una capacidad de almacenamiento de 20.000 megavatios hora. Su función es almacenar la energía producida en un momento en que no se necesita, es decir que no produce electricidad adicional.
El proyecto, que tuvo un costo de 2.050 millones de euros, consta de 17 kilómetros de túneles subterráneos, que albergan seis turbinas alimentadas por agua que cae en cascada por una tubería de acero en una caverna. (Lea también: MinAmbiente pidió a hidroeléctricas no realizar cierres de compuertas abruptos)
Su capacidad es tal, que una de las dudas era cómo almacenar la energía cuando hay más de la necesaria. Al respecto, Aline Elzingre-Pittet, de la empresa que explota la central, explicó a DW que “cuando hay demasiada electricidad en la red, procedente por ejemplo de la producción solar o eólica, Nant de Drance bombea agua del embalse inferior al superior. Al hacerlo, consume electricidad. A la inversa, cuando la demanda de electricidad es superior a la producción, Nant de Drance turbina el agua del embalse superior y la devuelve al inferior, produciendo así electricidad”.
Según estimaciones de la Asociación Europea de Almacenamiento de Energía, Europa necesita 200 gigavatios de capacidad de almacenamiento de energía para 2030, más del cuádruple de su capacidad actual.