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Tras un poco más de tres meses, finalmente los científicos de la Nasa consiguieron abrir el recipiente que contenía material extraído del asteroide Bennu, considerado por la agencia como “potencialmente peligroso”. Así lo confirmó por medio de un comunicado la entidad, que resalta que la muestra podría tener cerca de 250 gramos de escombros espaciales rocosos recolectados por la nave espacial OSIRIS-REx. (Lea: Peregrine, el averiado módulo lunar estadounidense, ahora se dirige a la Tierra)
La entidad también señala que estas muestras son las primeras tomas que se obtiene de roca espacial capturadas por una misión de la agencia. Esta misma nave ya había recolectado antes aproximadamente 70 gramos de muestra, las cuales son analizadas hasta ahora por los científicos.
Eileen Stansbery, jefa de la división ARES (Astromaterials Research and Exploration Science) de la Nasa, cuenta que en este tiempo los investigadores, además de tratar de acceder a las muestras, han podido “diseñar, desarrollar y probar nuevas herramientas que nos permitieron superar este obstáculo con el cierre de los recipientes”.
Desde 24 de septiembre de 2023, la Nasa tiene en su poder los recipientes a bordo de la cápsula OSIRIS-REx; sin embargo, hasta ahora los científicos han podido acceder a las muestras recolectadas en su interior, debido a que dos de sus 35 sujetadores se atascaron.
El retraso, cuenta la Nasa, se debe a que estaban evitando dañar o contaminar las muestras. Por ello, debieron probar en estos meses diversas herramientas que les ayudaran a abrir los sujetadores atascados. Finalmente, dos herramientas hechas de acero quirúrgico ayudaron a solucionar este problema.
El primer paso, dice la agencia, fue probarlo en un laboratorio de ensayo para demostrar que podían quitar los cierres de forma segura. Ahora, con los recipientes abiertos continúan otros procesos de desmontaje para que luego los científicos puedan fotografiar, extraer, pesar y procesar la muestra restante. (Puede leer: NASA reveló avión con el que busca revivir la aviación supersónica comercial)
Por el momento, varios trozos pequeños extraídos de la tapa ya se han enviado a varios países para su análisis. De acuerdo con la Nasa, Bennu es un asteroide potencialmente peligroso que tiene una probabilidad de 1 entre 2700 de chocar contra la Tierra en 2182.
Sin embargo, lo que llama la atención de Bennu es lo que está en su interior, que son los posibles precursores extraterrestres de la vida en la Tierra. Hace unos meses, cuando la cápsula llegó a la Tierra, Bill Nelson, administrador de la Nasa, había asegurado que “esta es la muestra de asteroide rica en carbono más grande jamás regresada a la Tierra”.
“Las moléculas de carbono y agua son exactamente los elementos que queríamos encontrar. Son elementos cruciales en la formación de nuestro propio planeta y nos ayudarán a determinar los orígenes de los elementos que podrían haber llevado a la vida”, anotó Nelson. (Le puede interesar: Buque colombiano ‘Simón Bolívar’ llegó a la Antártida para investigar el cambio climático)
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