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Seguramente alguna vez se ha preguntado cómo se alimentan los astronautas en el espacio. Aunque no ha sido una tarea fácil, los científicos han desarrollado mecanismos para preservar el alimento. (Le puede interesar: China anuncia planes para llevar astronautas a la Luna antes de 2027)
Por ejemplo, en la Estación Espacial Internacional (ISS), que lleva más de veinte años en órbita, la comida la almacenan en bolsas plásticas selladas al vacío o latas y las bebidas y las sopas las guardan como polvo deshidratado. Incluso, cuentan con pequeñas granjas para el cultivo de frutas y vegetales y periódicamente les envían alimentos desde la tierra.
Aunque el viaje hasta la Estación Espacial Internacional dura solo tres horas y está a unos 354 kilómetros de la superficie terrestre (más o menos como un viaje en carro de Bogotá a Medellín en Colombia), en el espacio no existen supermercados, ni tiendas de comida. (Le recomendamos: Así se construyó la ‘imagen’ más detallada del centro de nuestra galaxia)
Ahora, imagínese que por primera vez va a un planeta un poco más alejado. Tal vez a unos cinco años de distancia. Solo transportar la comida para el viaje de ida representa un reto.
Por eso, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) crearon un reto para que cualquier persona en el mundo invente nuevas estratégias para producir alimento en el espacio. El proyecto lo llamaron Deep Space Challenge y acaba de entrar en la segunda fase de ejecución.
En esta fase compiten diez propuestas para llevarse hasta un millón de dólares y aportar una solución al reto que propone la NASA. Dentro de estas se encuentra la propuesta que realizaron un grupo de tres estudiantes del Semillero de Cohetería UIS Aeroespacial (SCUA) y su director, el profesor Julián Rodríguez Ferreira, de la Universidad Industrial de Santander (UIS). (Le puede interesar: ¡Gran hazaña! El telescopio James Webb llegó satisfactoriamente a su destino)
El sistema de producción de alimentos que desarrollaron se llama Agro-Migra y busca crear ecosistemas en espacios cerrados que puedan aprovechar gran cantidad de recursos para producir alimentos.
Según ambas organizaciones es fundamental encontrar nuevas y mejores formas de alimentarse en el espacio. Además, producir comida no solo implica los ingredientes, sino también energía y agua para transformarlos.
“Estas iniciativas podrían tener impactos transformadores en los sistemas de alimento en la tierra y también ayudarían a resolver la inseguridad alimentaria y escasez en nuestro planeta”, explican en la página del proyecto.