¿Necesita mantener comida fría? Los champiñones podrían ser una opción para hacerlo
Como los hongos contienen tanta agua, la van liberando gradualmente y esto baja su temperatura. Algunas especies pueden estar hasta 6° C más frías que su entorno.
La próxima vez que quiera hacer un pícnic y se esté decidiendo por qué llevar para mantener los alimentos fríos, debería considerar llevar champiñones en lugar de hielo para lograrlo. Un nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) concluyó que los hongos, como los champiñones, pero también las levaduras y los mohos, se mantienen más fríos que su entorno.
“Al igual que los hongos, las colonias de hongos unicelulares consiguen la hipotermia mediante el enfriamiento evaporativo, lo que sugiere que este proceso de enfriamiento es un mecanismo evolutivamente antiguo de termorregulación”, escribieron los científicos en el artículo.
Esto quiere decir que, como contienen tanta agua, la van liberando gradualmente y esto baja su temperatura. Los investigadores dicen que esta propiedad podría tener más aplicaciones prácticas en la refrigeración de ciertos alimentos. (También puede leer: Los humanos modernos necesitaron tres intentos y 12.000 años para colonizar Europa)
¿Cómo se dieron cuenta de esta característica? Durante la pandemia por covid-19, recuerda el microbiólogo de la Universidad Johns Hopkins Radamés Cordero, uno de los autores principales del estudio, estaba caminando por el bosque y probando una nueva cámara térmica de su laboratorio, que graba imágenes por infrarrojos.
Según cuenta el portal especializado Science, Cordero y su colega Arturo Casadevall planeaban utilizarla para ver cómo los pigmentos oscuros de algunos hongos influyen en la temperatura de su superficie. Durante sus excursiones, Cordero tomó imágenes de unos 20 tipos de setas silvestres, y todas, sin importar su pigmentación, eran más frías que su entorno.
Al hacer un seguimiento en el laboratorio, descubrieron que hay ciertos tipos de hongo que permanecen más fríos que otros. Este es el caso de la seta ostra Pleurotus ostreatus que resultó ser hasta 6 °C más fría que su entorno. Los investigadores identificaron 19 tipos de mohos y levaduras, incluida la levadura de cerveza y el moho que fabrica la penicilina, que también son más fríos que su entorno. (Le puede interesar: Mujeres astronautas serían más eficientes en la exploración espacial, ¿por qué?)
A pesar de estos hallazgos, los científicos aún no tienen claro qué tipo de beneficio le trae esta característica a los hongos. Casadevall propuso a Science que se podría tratar de un mecanismo para ayudar al desarrollo o a la liberación de esporas de los sombreros de los hongos, o “puede ser simplemente que este reino prefiera una temperatura más baja”. Investigar esto podría ser un camino interesante para los científicos.
Dentro de sus experimentos, Cordero y Casadevall probaron el impacto de champiñones en la refrigeración. En una caja pequeña de espuma de poliestireno que contenía menos de medio kilo de champiñones, abrieron dos orificios de ventilación e instalaron un extractor de aire de computador en uno de ellos para que pasara el aire.
Luego, la pusieron dentro de un recipiente más grande de espuma de poliestireno. Con el ventilador encendido, la temperatura del recipiente más grande bajó 10º C en 40 minutos y se mantuvo así durante media hora. “No se va a congelar el agua”, aclaró Casadevall. Pero agregó que ese prototipo podría mantener refrigerados fácilmente un paquete de seis y el almuerzo para un pícnic rápido.
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La próxima vez que quiera hacer un pícnic y se esté decidiendo por qué llevar para mantener los alimentos fríos, debería considerar llevar champiñones en lugar de hielo para lograrlo. Un nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) concluyó que los hongos, como los champiñones, pero también las levaduras y los mohos, se mantienen más fríos que su entorno.
“Al igual que los hongos, las colonias de hongos unicelulares consiguen la hipotermia mediante el enfriamiento evaporativo, lo que sugiere que este proceso de enfriamiento es un mecanismo evolutivamente antiguo de termorregulación”, escribieron los científicos en el artículo.
Esto quiere decir que, como contienen tanta agua, la van liberando gradualmente y esto baja su temperatura. Los investigadores dicen que esta propiedad podría tener más aplicaciones prácticas en la refrigeración de ciertos alimentos. (También puede leer: Los humanos modernos necesitaron tres intentos y 12.000 años para colonizar Europa)
¿Cómo se dieron cuenta de esta característica? Durante la pandemia por covid-19, recuerda el microbiólogo de la Universidad Johns Hopkins Radamés Cordero, uno de los autores principales del estudio, estaba caminando por el bosque y probando una nueva cámara térmica de su laboratorio, que graba imágenes por infrarrojos.
Según cuenta el portal especializado Science, Cordero y su colega Arturo Casadevall planeaban utilizarla para ver cómo los pigmentos oscuros de algunos hongos influyen en la temperatura de su superficie. Durante sus excursiones, Cordero tomó imágenes de unos 20 tipos de setas silvestres, y todas, sin importar su pigmentación, eran más frías que su entorno.
Al hacer un seguimiento en el laboratorio, descubrieron que hay ciertos tipos de hongo que permanecen más fríos que otros. Este es el caso de la seta ostra Pleurotus ostreatus que resultó ser hasta 6 °C más fría que su entorno. Los investigadores identificaron 19 tipos de mohos y levaduras, incluida la levadura de cerveza y el moho que fabrica la penicilina, que también son más fríos que su entorno. (Le puede interesar: Mujeres astronautas serían más eficientes en la exploración espacial, ¿por qué?)
A pesar de estos hallazgos, los científicos aún no tienen claro qué tipo de beneficio le trae esta característica a los hongos. Casadevall propuso a Science que se podría tratar de un mecanismo para ayudar al desarrollo o a la liberación de esporas de los sombreros de los hongos, o “puede ser simplemente que este reino prefiera una temperatura más baja”. Investigar esto podría ser un camino interesante para los científicos.
Dentro de sus experimentos, Cordero y Casadevall probaron el impacto de champiñones en la refrigeración. En una caja pequeña de espuma de poliestireno que contenía menos de medio kilo de champiñones, abrieron dos orificios de ventilación e instalaron un extractor de aire de computador en uno de ellos para que pasara el aire.
Luego, la pusieron dentro de un recipiente más grande de espuma de poliestireno. Con el ventilador encendido, la temperatura del recipiente más grande bajó 10º C en 40 minutos y se mantuvo así durante media hora. “No se va a congelar el agua”, aclaró Casadevall. Pero agregó que ese prototipo podría mantener refrigerados fácilmente un paquete de seis y el almuerzo para un pícnic rápido.
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