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China lanzó este jueves el primero de los tres elementos de su estación espacial, la “CSS”, cuyo montaje se hará a lo largo de diez misiones y terminará a finales de 2022. (Lea Muere Michael Collins, uno de los astronautas que estuvo en el primer viaje a la Luna)
El módulo central Tianhe (“Armonía celeste”), el lugar donde vivirán los astronautas, fue propulsado por un cohete Larga Marcha 5B desde el centro de lanzamiento de Wenchang, en la isla tropical de Hainan (sur), según una retransmisión en directo por la televisión pública CCTV.
La estación se llama en inglés CSS (por Estación Espacial China) y en chino Tiangong (“Palacio celeste”).
Operará en órbita terrestre baja (entre 340 y 450 km de altitud) y se parecerá a la antigua estación rusa “Mir” (1986-2001). Su duración de vida útil se estima entre 10 y 15 años.
La estación “será un gran adelanto para las capacidades chinas de vuelos tripulados”, declaró a la AFP Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, en Estados Unidos. “Esto debería permitirles tener una presencia humana permanente en el espacio y, por lo tanto, aumentar de forma significativa la experiencia de sus astronautas”.
“Servirá de base para operaciones a mayor escala: misiones tripuladas a la Luna, turismo espacial, ciencia espacial o incluso aplicaciones concretas para seres humanos”, señala por su parte Chen Lan, analista del sitio GoTaikonauts.com, especializado en el programa espacial chino.
Una vez terminada se calcula que pese más casi 100 toneladas. A modo de comparación, será unas tres veces más pequeña que la Estación Espacial Internacional (ISS).
Con una longitud de 16,6 metros y un diámetro de 4,2 metros, el módulo Tianhe lanzado el jueves también será el elemento central de la futura estación y el puesto de control.
Para terminar la construcción de la CSS, China tendrá que lanzar una decena de misiones hasta finales de 2022, algunas tripuladas, para transportar y ensamblar los otros dos módulos. No se dispone de un calendario.
Pero se sabe que prevé lanzar una nave de carga Tianzhou-2 en mayo y en junio la misión tripulada “Shenzhou 12” que transportará astronautas a bordo de esta CSS en construcción.
Con la CSS china y la ISS encabezada por la agencia espacial estadounidense (Nasa), habrá entonces dos estaciones en órbita alrededor de la Tierra.
“Políticamente, esto simboliza el fortalecimiento de la competencia entre Estados Unidos y China”, opina Chen Lan.
Pero por su tamaño y sus cooperaciones internacionales limitadas por el momento, la estación china carece de los medios para competir con la ISS, “que en general es más madura y eficiente”, estima Jonathan McDowell.
Pekín se declara abierto a colaboraciones con el extranjero. Científicos chinos y de la ONU han seleccionado experimentos de investigadores extranjeros, que se llevarán a cabo en la futura CSS.
Tras Luna y Marte
“Estos visitantes realizarán experimentos, pero serán más turistas que socios en el funcionamiento de la estación, a diferencia, por ejemplo, del papel más activo que tienen los astronautas japoneses y europeos en la ISS”, explica McDowell.
“Rusia y Pakistán serán probablemente los primeros socios y podrían ser seguidos por la Agencia Espacial Europea (ESA)”, pero esta última colaboración es “muy incierta” porque “el clima político ha cambiado mucho”, señala Chen, refiriéndose a las tensiones en torno a la región china de Xinjiang donde vive la minoría musulmana de los uigures y a Hong Kong.
¿Los astronautas extranjeros entrarán alguna vez en la CSS? Tal vez, pero no serán estadounidenses ya que una ley prohíbe a la NASA vínculos con China.
Desde hace décadas China ha invertido miles de millones en su programa espacial para ponerse al día con los europeos, rusos y estadounidenses.
El gigante asiático envió a su primer astronauta al espacio en 2003.
Una sonda china se posó en el lado oculto de la Luna en 2019, una primicia mundial. El año pasado trajo muestras.