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Por primera vez, descubrieron el fósil de un viejo invertebrado de aguas profundas

Científicos descubrieron la primera evidencia del fósil de un erizo mar de 104 millones de años, que podría cambiar lo que creíamos sobre la evolución de los invertebrados en el fondo de los océanos.

08 de septiembre de 2023 - 09:30 p. m.
Se encontraron espinas fosilizadas de erizos de mar en más de 1.400 muestras de sedimentos de pozos en el Pacífico, el Océano Austral y el Atlántico, entre 200 y 4.700 metros.
Se encontraron espinas fosilizadas de erizos de mar en más de 1.400 muestras de sedimentos de pozos en el Pacífico, el Océano Austral y el Atlántico, entre 200 y 4.700 metros.
Foto: Plos one Wiese et al

Científicos descubrieron la primera evidencia del fósil de un erizo de 104 millones de años en el fondo del mar. La investigación, publicada en la revista científica PLOS ONE, habla de que el material encontrado podría indicar que ese tipo de animales, además de otros invertebrados, comenzaron a habitar el océano durante el periodo Cretácico.

Sus resultados se sumarían a otras investigaciones que han cuestionado el origen de la fauna en aguas profundas, especialmente después de la extinción de los dinosaurios en la Tierra.

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De manera más puntual, se encontraron espinas fosilizadas de erizos de mar en las más de 1.400 muestras de sedimentos que los científicos recolectaron en pozos del océano Pacífico, Atlántico y Austral, a más de 200 metros de profundidad. Entre esos sedimentos, se hallaron más de 40 mil fragmentos de espinas que, incluso, podrían ser más antiguas que los 104 millones de años.

Luego de comparar las características morfológicas de las espinas, parecía haber un cambio drástico al final del período Cretácico, hace 66 millones de años, cuando un meteorito impactó la Tierra y provocó la extinción masiva de dinosaurios y perturbaciones en las profundidades del mar.

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Después del impacto, los investigadores comprobaron que las espinas eran más delgadas y de formas menos diversas, lo que podría indicar que les ocurrió un efecto Lilliput, cuando los organismos prehistóricos que han sobrevivido a un evento de extinción masiva suelen volverse más pequeños que los que vivieron antes del evento. Esto sucede porque las especies de menor tamaño suelen tener más ventajas de supervivencia.

“Interpretamos los cambios en las espinas como una indicación de la constante evolución y aparición de nuevas especies en las profundidades del mar”, dijo el doctor Frank Wiese, del Departamento de Geobiología de la Universidad de Göttingen, a través de un comunicado.

Otro hallazgo que destacó Wiese fue que, hace unos 70 millones de años, la biomasa de los erizos de mar aumentó al mismo tiempo que el agua se enfrió. “Esa relación entre la biomasa, las profundidades del mar y la temperatura del agua nos permite especular cómo funciona el fondo del océano, que podría cambiar drásticamente debido al calentamiento global inducido por el hombre”, continuó el doctor.

Los científicos dijeron que, aunque las profundidades marinas representan más del 95 % de los océanos, hay una escasez de registros fósiles en aguas profundas debido a la baja existencia de archivos sedimentarios. Además, las profundidades marinas son un entorno difícil debido a factores como el aumento de la oscuridad, la presión del agua y la disponibilidad variable de alimentos.

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