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Un grupo de científicos desarrolló un láser capaz de desviar los relámpagos de las tormentas hacia el cielo para evitar su impacto en la Tierra. Este fue probado en la cima de la montaña Säntis, en el noreste de Suiza, en medio de fuertes tormentas. Al año, más de mil millones de rayos impactan en la superficie terrestre, con una carga de alrededor de 30.000°C, causando cientos de muertes.
Los pararrayos se remontan a los experimentos de Benjamin Franklin en el sigo XVIII. Si bien este campo de investigación ha estado muy activo desde hace más de dos décadas, este es el primer resultado de campo que logra que el láser guíe o desvíe rayos. (Lea: ¿Cómo responden las hormigas al aumento de la temperatura?)
Aurélien Houard, físico de la École Polytechnique en Palaiseau y coautor de la investigación, explicó para The Guardian que “las barras de metal se usan en casi todas partes para protegerse de los rayos, pero el área que pueden proteger se limita a unos pocos metros o decenas de metros”. Sin embargo, para los expertos, estos resultados abren la posibilidad de pensar en sistemas de protección contra rayos para aeropuertos, edificios altos y plataformas de lanzamiento.
En el artículo, publicado en la revista Nature Photonics, los investigadores explican cómo llevaron el láser hasta la montaña y lo colocaron cerca de una torre de telecomunicaciones que tiene 124 metros de altura y es impactada por rayos unas cien veces al año. (Lea: Hubble visita una galaxia vecina)
Entre julio y septiembre de 2022, los científicos dispararon pulsos de láser que desviaron el curso de cuatro descargas de rayos. Al disparar estos pulsos de láser se da un complejo proceso que, en palabras simples, generan un cambio en el índice de refracción del aire que permite que el láser encuentre los rayos. “Aquí presentamos la primera demostración de que los filamentos inducidos por láser, formados en el cielo por pulsos de láser cortos e intensos, pueden guiar descargas de rayos a distancias considerables”, indica el artículo.
Durante los experimentos no hubo tráfico aéreo sobre la parte de Säntis en la que se estaban realizando las pruebas, pues el láser podría poner en riesgo los ojos de los pilotos. Si se utilizan en aeropuertos y plataformas de lanzamiento, en primera instancia habría que designarles áreas en las que haya restricción de vuelos. (Lea: Un templo de Poseidón pudo haber sido redescubierto)
Para Manu Haddad, director del Laboratorio de rayos Morgan-Botti de la Universidad de Cardiff, “los láseres podrían ser una forma más confiable de dirigir la descarga del rayo, y esto puede ser importante para la protección contra rayos de instalaciones y equipos de tierra críticos”.
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