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El trasplante de un corazón de cerdo a un ser humano que fue anunciado en Estados Unidos esta semana representa un avance impresionante. Pero expertos en Francia y Reino Unido advierten que aún debe demostrar su validez a largo plazo. (Lea: Por primera vez un hombre recibe un corazón de cerdo genéticamente modificado)
“De por sí ya es una proeza”, resumió el miércoles el anestesista francés François Kerbaul, responsable de trasplantes en la Agencia de biomedicina francesa.
La universidad estadounidense de Maryland anunció que un equipo de cirujanos había conseguido trasplantar a un paciente humano el corazón de un cerdo. La operación fue llevada a cabo el viernes y permitió mostrar por primera vez que el corazón de un animal podía continuar funcionando en el interior de un humano sin rechazo inmediato.
Bartley P. Griffith fue el médico que realizó el procedimiento, que calificó como “una cirugía innovadora y nos acerca un paso más a la solución de la crisis de escasez de órganos. Simplemente, no hay suficientes corazones humanos de donantes disponibles para cumplir con la larga lista de posibles receptores”.
Otros xenotrasplantes (de una especie a otra) habían sido intentados en el pasado, pero los pacientes murieron inmediatamente. La variante en el caso de la universidad estadounidense es que el cerdo donante era un animal genéticamente modificado para eliminar las proteínas que podrían haber provocado el rechazo inmediato del paciente receptor.
En el caso de los cerdos, por ejemplo, presentan una ventaja: su organismo alcanza la madurez adulta con apenas seis meses de nacidos. Sus válvulas de corazón, de páncreas e incluso su piel ya se han utilizado en beneficio de algunos pacientes.
El corazón del cerdo que recibió Bennett tuvo diez alteraciones genéticas como la desactivación de cuatro genes, incluido uno que codifica una molécula que genera una respuesta de rechazo agresiva en los humanos. Se desactivó un gen de crecimiento para impedir que el corazón siguiera creciendo luego del trasplante, y se insertaron seis genes humanos en el genoma del cerdo con el fin de que los órganos de los cerdos se vuelvan más tolerables para el sistema inmunitario de los humanos. (Lea también: Por primera vez trasplantan con éxito riñón de cerdo a mujer en muerte cerebral)
Y aunque fue un hito para la ciencia, Kerbaul indicó que “es una primera etapa, pero probablemente las próximas semanas o los próximos meses serán cruciales para darnos perspectivas”. Es ese intervalo se permitirá saber realmente hasta qué punto el órgano trasplantado es aceptado por el organismo de David Bennett, un hombre de 57 de años que por razones médicas no podía recibir un corazón humano.
Otros expertos han señalado que uno de los principales riesgos a los que se enfrentan es el rechazo inmunológico, que ha sucedido incluso con órganos de donantes humanos. “Los receptores necesitan una inmunosupresión constante para evitar que sus cuerpos ataquen los trasplantes. Si bien el corazón de cerdo está diseñado para ser menos propenso al rechazo inmunológico que los órganos animales estándar, no está claro qué tan bien será tolerado por el cuerpo”, advirtió The Guardian.
El corazón del cerdo fue elegido porque presenta similitudes con el de los humanos. ¿Pero podrá funcionar en el organismo de un ser bípedo, cuya movilidad es muy superior al del cerdo de cuatro patas? “Lo que contará será el medio y largo plazo”, resumió el cirujano cardiaco británico Francis Wells en declaraciones recogidas por Science Media Center. (Le puede interesar: Pulmones humanos dañados para trasplante mejoraron al conectarlos a un cerdo vivo)
Para Wells, “por el momento no hay elementos al respecto y vigilaremos atentamente como evoluciona este paciente tan valiente y quizás era un poco pronto para anunciar algo así al mundo”.