¿Por qué es importante que haya más mujeres astronautas?
Cecilia Hernández, de la Red de Mujeres por la Innovación y la Tecnología (AMIT-MIT) y delegada del Programa Científico de la ESA en el CDTI, repasa la historia de las viajeras espaciales ahora que la agencia europea busca activamente candidatas para sus tripulaciones.
Cecilia Hernández - Agencia SINC
Cuando me hacen esta pregunta, la primera respuesta que se me viene a la cabeza es la más simple: por la misma razón que es importante que haya hombres astronautas. Otra muy simple también: si a largo plazo el ser humano quiere convertirse en especie interplanetaria, tendrá que contar con todas sus opciones. (Le puede interesar: ESA amplía sus astronautas y se abre a la discapacidad )
La Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de abrir, desde el 31 de marzo, su primer proceso de selección de astronautas después de once años y busca activamente candidatas dispuestas a cumplir el sueño de volar al espacio.
Los y las astronautas deben ser personas altamente cualificadas, que además de contar con una buena forma física y entrenamiento, dispongan de una excelente formación científico-técnica. Tienen que ser capaces de utilizar tecnología muy avanzada y llevar cabo experimentos científicos. No contar con las mujeres sería, como en tantos otros ámbitos, desperdiciar la mitad del talento.
Pero además de todo esto, las figuras de los y las astronautas son icónicas. Se les considera héroes y heroínas, quizá los mayores de nuestra época. En este momento en el que las vocaciones STEM disminuyen muy particularmente, pero no solo, entre las mujeres, las astronautas pueden convertirse en excelentes referentes para las niñas. Aquí tenemos otra poderosa razón: pocos modelos pueden tener mayor impacto mediático y social que el de alguien que ha volado al espacio. (Le sugerimos: Las científicas colombianas que la están rompiendo en sus campos)
La pionera Tereshkova y muchas más
Desde los comienzos de la carrera espacial se supo que era importante contar con mujeres. En 1961 culminó con éxito la aventura de Yuri Gagarin, primer ser humano en viajar al espacio en la cápsula Vostok 1. Solo dos años más tarde, un día antes de que yo naciera, el 16 de junio de 1963, Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer que hacía un viaje espacial a bordo de la Vostok 6, y también en la inspiración para tantas mujeres y niñas de entonces y ahora. (Lea también: Así afecta un viaje espacial el cuerpo de una mujer )
Pero, y a pesar de ese primer esfuerzo, sumadas las de la URSS y Rusia, solo ha habido cuatro mujeres cosmonautas: Valentina Tereshkova, Svetlana Savitskaya, Elena Kondakova y Elena Serova. A modo de comparación, la NASA ha enviado a 47 mujeres al espacio hasta la fecha, es decir, casi doce veces más. Recientemente, una de ellas, Peggy Whilson, se convirtió en la comandante de la Estación Espacial Internacional que ha permanecido más tiempo en el espacio. (Le sugerimos: Peggy Whitson rompe el récord de mayor tiempo en el espacio para un astronauta de EE.UU.)
En 2019, la agencia espacial rusa, Roskosmos, consciente de la anomalía en su cuerpo de cosmonautas, se propuso corregirla y anunció la formación de un destacamento de mujeres cosmonautas. Además, la agencia adaptará el traje de cosmonauta a las mujeres, incluyendo elementos de exoesqueleto para fortalecer las manos de las operadoras cuando realicen trabajos pesados como parte de actividades extra vehiculares, en particular fuera de la Estación Espacial Internacional.
McClain, la astronauta que no voló porque no había traje
Puede sorprender ese anuncio de la agencia espacial rusa, pero cuando en octubre de 2019 por primera vez dos mujeres astronautas, Christina Koch y Jessica Meir, ambas de la NASA, hicieron su paseo espacial juntas para reemplazar una unidad de control de energía, pocos sabían que ese hito venía después de un primer intento, el de la astronauta Anne McClain, que regresó a Tierra sin haber hecho su paseo porque no había un traje de tamaño mediano para ella. (Le puede interesar: La NASA cancela el primer paseo espacial femenino por falta de trajes para las astronautas)
En la aventura espacial todavía quedan muchas primeras veces, como la de que una mujer pise la Luna. La llegada de la primera mujer a nuestro satélite podría ser en 2024, en el marco de las misiones ARTEMISA con la que el ser humano volvería a pisar la superficie lunar. Las candidatas ya se encuentran en las filas de la NASA. Llegaron en 2017 y acaban de terminar su curso de preparación de dos años. Para el Equipo ARTEMISA se ha seleccionado ya a 18 astronautas, nueve hombres y nueve mujeres, y cada una de las mitades representa la diversidad social estadounidense, hay afroamericanos, latinos, personas de origen asiático, etc.
Por su parte, la Agencia Espacia Europea (ESA), contribuyente de la Estación Espacial Internacional aunque sin acceso independiente a los vuelos tripulados, colabora tradicionalmente en misiones con otras agencias. Si por algo se podría caracterizar su cuerpo de astronautas es por la ausencia de mujeres: Samantha Cristoforetti, única mujer entre los siete astronautas ahora en activo, y a la que solo se suma otra más en la historia de la agencia, Claudie Haigneré.
En 1998 voló, en la misión STS-95 de la NASA, el primer, y por el momento único, astronauta español, ingeniero aeronáutico perteneciente al cuerpo de astronautas de la ESA y hoy Ministro de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, Pedro Duque.
Tuve el privilegio de acompañar a los miembros de la tripulación de esta misión durante una visita a nuestro país a lo largo de una semana en la que el grupo de astronautas atrapó la atención de los niños y niñas que empezaron a soñar con ser astronautas. En aquella misión voló también la astronauta japonesa, médica especializada en cirugía cardiovascular, Chiaki Mukai, que se convirtió en la referencia de las niñas, a las que siempre se dirigía de forma muy particular para transmitirles que tenían que aspirar a lo más alto en sus vidas.
¿Conoceremos a la primera mujer española astronauta? Sin duda estamos en el momento preciso para que las mujeres den el paso, se animen a presentar su candidatura y se preparen para tocar las estrellas.
Cuando me hacen esta pregunta, la primera respuesta que se me viene a la cabeza es la más simple: por la misma razón que es importante que haya hombres astronautas. Otra muy simple también: si a largo plazo el ser humano quiere convertirse en especie interplanetaria, tendrá que contar con todas sus opciones. (Le puede interesar: ESA amplía sus astronautas y se abre a la discapacidad )
La Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de abrir, desde el 31 de marzo, su primer proceso de selección de astronautas después de once años y busca activamente candidatas dispuestas a cumplir el sueño de volar al espacio.
Los y las astronautas deben ser personas altamente cualificadas, que además de contar con una buena forma física y entrenamiento, dispongan de una excelente formación científico-técnica. Tienen que ser capaces de utilizar tecnología muy avanzada y llevar cabo experimentos científicos. No contar con las mujeres sería, como en tantos otros ámbitos, desperdiciar la mitad del talento.
Pero además de todo esto, las figuras de los y las astronautas son icónicas. Se les considera héroes y heroínas, quizá los mayores de nuestra época. En este momento en el que las vocaciones STEM disminuyen muy particularmente, pero no solo, entre las mujeres, las astronautas pueden convertirse en excelentes referentes para las niñas. Aquí tenemos otra poderosa razón: pocos modelos pueden tener mayor impacto mediático y social que el de alguien que ha volado al espacio. (Le sugerimos: Las científicas colombianas que la están rompiendo en sus campos)
La pionera Tereshkova y muchas más
Desde los comienzos de la carrera espacial se supo que era importante contar con mujeres. En 1961 culminó con éxito la aventura de Yuri Gagarin, primer ser humano en viajar al espacio en la cápsula Vostok 1. Solo dos años más tarde, un día antes de que yo naciera, el 16 de junio de 1963, Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer que hacía un viaje espacial a bordo de la Vostok 6, y también en la inspiración para tantas mujeres y niñas de entonces y ahora. (Lea también: Así afecta un viaje espacial el cuerpo de una mujer )
Pero, y a pesar de ese primer esfuerzo, sumadas las de la URSS y Rusia, solo ha habido cuatro mujeres cosmonautas: Valentina Tereshkova, Svetlana Savitskaya, Elena Kondakova y Elena Serova. A modo de comparación, la NASA ha enviado a 47 mujeres al espacio hasta la fecha, es decir, casi doce veces más. Recientemente, una de ellas, Peggy Whilson, se convirtió en la comandante de la Estación Espacial Internacional que ha permanecido más tiempo en el espacio. (Le sugerimos: Peggy Whitson rompe el récord de mayor tiempo en el espacio para un astronauta de EE.UU.)
En 2019, la agencia espacial rusa, Roskosmos, consciente de la anomalía en su cuerpo de cosmonautas, se propuso corregirla y anunció la formación de un destacamento de mujeres cosmonautas. Además, la agencia adaptará el traje de cosmonauta a las mujeres, incluyendo elementos de exoesqueleto para fortalecer las manos de las operadoras cuando realicen trabajos pesados como parte de actividades extra vehiculares, en particular fuera de la Estación Espacial Internacional.
McClain, la astronauta que no voló porque no había traje
Puede sorprender ese anuncio de la agencia espacial rusa, pero cuando en octubre de 2019 por primera vez dos mujeres astronautas, Christina Koch y Jessica Meir, ambas de la NASA, hicieron su paseo espacial juntas para reemplazar una unidad de control de energía, pocos sabían que ese hito venía después de un primer intento, el de la astronauta Anne McClain, que regresó a Tierra sin haber hecho su paseo porque no había un traje de tamaño mediano para ella. (Le puede interesar: La NASA cancela el primer paseo espacial femenino por falta de trajes para las astronautas)
En la aventura espacial todavía quedan muchas primeras veces, como la de que una mujer pise la Luna. La llegada de la primera mujer a nuestro satélite podría ser en 2024, en el marco de las misiones ARTEMISA con la que el ser humano volvería a pisar la superficie lunar. Las candidatas ya se encuentran en las filas de la NASA. Llegaron en 2017 y acaban de terminar su curso de preparación de dos años. Para el Equipo ARTEMISA se ha seleccionado ya a 18 astronautas, nueve hombres y nueve mujeres, y cada una de las mitades representa la diversidad social estadounidense, hay afroamericanos, latinos, personas de origen asiático, etc.
Por su parte, la Agencia Espacia Europea (ESA), contribuyente de la Estación Espacial Internacional aunque sin acceso independiente a los vuelos tripulados, colabora tradicionalmente en misiones con otras agencias. Si por algo se podría caracterizar su cuerpo de astronautas es por la ausencia de mujeres: Samantha Cristoforetti, única mujer entre los siete astronautas ahora en activo, y a la que solo se suma otra más en la historia de la agencia, Claudie Haigneré.
En 1998 voló, en la misión STS-95 de la NASA, el primer, y por el momento único, astronauta español, ingeniero aeronáutico perteneciente al cuerpo de astronautas de la ESA y hoy Ministro de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, Pedro Duque.
Tuve el privilegio de acompañar a los miembros de la tripulación de esta misión durante una visita a nuestro país a lo largo de una semana en la que el grupo de astronautas atrapó la atención de los niños y niñas que empezaron a soñar con ser astronautas. En aquella misión voló también la astronauta japonesa, médica especializada en cirugía cardiovascular, Chiaki Mukai, que se convirtió en la referencia de las niñas, a las que siempre se dirigía de forma muy particular para transmitirles que tenían que aspirar a lo más alto en sus vidas.
¿Conoceremos a la primera mujer española astronauta? Sin duda estamos en el momento preciso para que las mujeres den el paso, se animen a presentar su candidatura y se preparen para tocar las estrellas.