Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una de las características más sorprendentes de los tiburones de Groenlandia es su longevidad. Estudios recientes apuntan a que esta especie puede vivir hasta 400 años y alcanzar la madurez sexual alrededor de los 150 años.
Si bien los factores detrás de esta larga longevidad han sido abordados por investigaciones sobre su metabolismo, su corazón o su ecología, un grupo de investigadores decidió estudiar los genes de estos tiburones para explicar cómo estos llegan a vivir cientos de años.
“Cualquier investigación sobre los mecanismos de cómo este animal es capaz de vivir tanto tiempo necesitará en algún momento la secuencia del genoma”, afirmó, a The New York Times, Steve Hoffmann, biólogo computacional del Instituto Leibniz sobre el Envejecimiento y la Universidad Friedrich Schiller de Jena (Alemania), que dirigió la investigación.
Este estudio, publicado en el portal científico bioRxiv, da el mapeo más completo hasta el momento de la composición del genoma de estos tiburones y, además, da algunas pistas sobre ciertos mecanismos biológicos de esta especie y su relación con sus genes. Por ejemplo, se encontró que estos tiburones tienen una red de genes duplicados relacionados con la reparación del ADN, lo que podría explicar su longevidad.
Para realizar estos análisis, los investigadores capturaron varios tiburones de Groenlandia y tomaron muestras de tejido de sus médulas espinales.
Con estas muestras, uno de los primeros hallazgos de los investigadores estuvo relacionado con el tamaño del genoma de los tiburones de Groenlandia, que contiene unos 6.500 millones de “pares de bases” de ADN. Esto equivale al doble que tienen los humanos y representa el genoma más grande de un tiburón registrado a la fecha.
De estos genes, se estima que dos tercios están compuestos por genes repetidos conocidos como ‘genes saltarines’. Estos genes, de acuerdo con los investigadores, se insertan en otros genes y se autorreplican a través de mecanismos de copiado y pegado. Al hacerlo, no obstante, suelen alterar los funcionamientos de ciertos genes y causan mutaciones o duplicaciones que pueden, a su vez, provocar enfermedades o problemas de desarrollo.
Para explicar cómo esta especie tan longeva tiene un alto nivel de genes ‘dañinos’, los investigadores manejan la hipótesis de que estos tiburones desarrollaron una forma de utilizarlos para duplicar genes vinculados con la reparación del ADN.
“Descubrimos que los genes duplicados específicamente en el tiburón de Groenlandia forman una red conectada funcionalmente enriquecida para la función de reparación del ADN, en comparación de genomas públicos de tiburones como comparación”, indican los autores del estudio.
En esta red se detectó un gen conocido como TP53, que ha sido asociado con la reparación del ADN y la supresión de tumores. De hecho, un estudio publicado en 2016 encontró que los elefantes, que presenta una alta resistencia al cáncer, eran portadores de 20 copias de este gen. En el caso de los tiburones de Groenlandia, este gen se encuentra alterado, pero se desconoce si estas diferencias pueden explicar su longevidad
Los investigadores indicaron que aún se tiene que estudiar más a fondo como el genoma afecta al desarrollo de las células que conforman el cuerpo de estos tiburones. Por su parte, en el futuro los investigadores esperan realizar más secuencias del genoma de especies con vidas más cortas, pero que son similares a los tiburones de Groenlandia, como el tiburón dormilón del Pacífico, para comparar su información genética.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬