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Agosto empezó con un particular fenómeno que se robó varios titulares en medios de comunicación del mundo: la “superluna”, que ocurrió el pasado martes. En varios países, aficionados capturaron fotografías de ese instante en el que la Luna está llena y se encuentra en uno de los puntos más cercanos a la Tierra. El perigeo es como lo llaman en el argot científico.
Pero no es el único evento astronómico que ocurrirá en agosto. Hay un listado de fenómenos que podrán disfrutarse con solo mirar al cielo o con observar a través de algunos instrumentos no muy sofisticados.
Lluvia de perseidas
El próximo de ellos será la “lluvia de perseidas”. Aunque empezó a mediados de julio, estos meteoros, producto de los escombros que ha dejado a su paso el cometa Swift-Tuttle, pueden observarse hasta el 24 de agosto. La mayor actividad se podrá presenciar en horas previas al amanecer del día 12.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que las Perseidas se pueden observar mejor entre las 2 a.m. y el amanecer. Antes, la luz la de luna puede dificultar un poco la actividad. Si es un horario difícil, otra opción es salir temprano (alrededor de las 9 p.m.), aunque no se verán tantas. (Lea La NASA da a conocer las primeras imágenes de la misión Euclid)
Lo ideal, en cualquiera de los casos, es elegir un punto que esté alejado de la luz artificial. También hay que dejar de lado el celular, pues las pantallas brillantes afectarán la visión nocturna.
Como explica la Nasa en un artículo de divulgación, el nombre de “Perseidas” obedece a que todos los meteoros asociados con una lluvia particular tienen órbitas similares y “parecen provenir del mismo lugar en el cielo, denominado radiante”. Así que las lluvias de meteoros “toman su nombre de la ubicación del radiante. El radiante de las Perseidas está en la constelación de Perseo”.
La lluvia de meteoros Gemínidas, por ejemplo que se suele observar en diciembre, “lleva ese nombre por su radiante ubicado en la constelación de Géminis”.
Asteroide Flora
El asteroide Flora, que fue descubierto en 1847 desde el observatorio George Bishop de Londres, Reino Unido, será visible el próximo 26 de agosto. Bastará un poco de suerte para que el cielo no esté nublado.
Este asteroide, de 135,9 kilómetros de diámetro, se podrá observar entre las 8 p.m. y las 04:52 a.m. Hacia la media noche alcanzará su punto más cercano a la Tierra (el prigeo), lo que lo hará lucir más brillante de lo usual. Para apreciarlo, sin embargo, se necesitarán binoculares o un telescopio.
“Superluna azul”
Si alguien se perdió la “superluna” del 1 de agosto, no hay motivos para inquietarse. A final de mes, habrá otra y, posiblemente, mucho más asombrosa. Se trata de la llamada “superluna azul”, un evento que sucede cada dos o tres años. La última ocurrió el 31 de octubre del 2020.
Como se lee en un artículo del blog de la Nasa, esta luna en realidad no es azul, sino que su color es el producto de ciertas partículas arrojadas a la atmósfera, como cenizas de un volcán o humo. También puede ser el resultado de gotas de agua en el aire. (Lea ADN revela que miles de personas tienen antepasados que fueron esclavos en el siglo XVIII)
De hecho, se lee, las “lunas azules” son extremadamente raras y no tienen nada que ver con el calendario o las fases de la Luna. Tampoco son, necesariamente, lunas llenas. La primera que se observó fue un año después de la erupción de un volcán indonesio llamado Krakatoa en 1883.
Este año, la “luna azul” será también la una luna llena que, tendrá otra particularidad: estará en el punto más cercano de la tierra, así que se verá más grande y brillante.
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