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Ulrike Diebold, profesora del Insituto de Física Aplicada de Viena, Austria, condujo un experimento con el que creó una gota de agua tan pura que no deja ningún rastro sobre la superficie en la que cae, informó la BBC.
"Incluso pequeñísimas cantidades de impurezas que se disuelven en el agua pueden adherirse a una superficie", le dice Diebold a BBC Mundo. "Así, lo que en realidad estamos viendo es la suciedad, en lugar de los átomos de la superficie".
Para realizar la prueba, la física y su equipo eligieron el dióxido de titanio como superficie, un material usado para “superficies que se limpian solas” porque estudios anteriores sugerían que al contacto con el agua, el dióxido cambiaba la superficie.
El experimento de Diebold demostró que era una capa de moléculas en cantidades espurias, es decir, una molécula por cada mil millones de moléculas de aire.
Para demostrar que el agua no altera el TiO2 sino que simplemente lo "ensucia", Diebold y su equipo crearon "la gota de agua más pura del mundo", es decir, una que no dejara ningún tipo de contaminación sobre la superficie en la que cae, explica BBC.
Lo “puro” de la gota de agua es que nunca tuvo contacto con el aire. “Para ello, introdujeron vapor de agua purificada en una cámara de vacío. Dentro de esa cámara había un diminuto cono metálico enfriado a -140 °C. Así, el vapor dentro de la cámara de vacío se congela y forma un milimétrico témpano de hielo alrededor del cono que no ha estado en contacto con el aire”, explica el medio británico.
Luego, debajo del témpano pusieron una muestra de TiO2, que previamente también habían limpiado al vacío a una escala atómica y subieron la temperatura para que se descongelara y se formara una gota de agua hiper pura.
Un análisis químico reveló por qué: el carbón está hecho de ácido acético y ácido fórmico. Producido por las plantas, solo están presentes en algunas partes por billón de aire. Pero su química les da una gran afinidad por el dióxido de titanio. Diebold dice que esta pátina puede contribuir a las propiedades de autolimpieza del material.
A pesar de todo, el experimento permite comprender un poco mejor como interactúa el agua con determinadas superficies y como es útil para avanzar en futuras investigaciones del mismo campo, según New Scientist.