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Hace unos días el Boletín de Científicos Atómicos, un grupo de expertos que cuenta con más de 10 premios Nobel, reveló la nueva hora que marca el ´Reloj del fin del mundo’. Informaron que las manecillas ahora están a 90 segundos de marcar la medianoche, que es la hora del “fin del mundo”. Esto es lo más cerca que ha estado el reloj de esa hora, pues los últimos tres años había permanecido a 100 segundos de la medianoche.
Este es un símbolo que indica qué tan cerca está la humanidad de llegar a un “apocalipsis”, o, como lo describe el Boletín, es una “metáfora de lo cerca que está la humanidad de la autoaniquilación”. (Lea: Cuba, otro país que sufre por un gran incendio forestal)
Ante este llamado de alerta, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, habló de las siete prioridades en las que trabajará este año la Organización y que también deberían adoptar los líderes del mundo si quieren detener las agujas del ‘Reloj del Apocalipsis’.
“El Reloj del Apocalipsis no es más que un despertador mundial. Tenemos que despertarnos. Nos enfrentamos a una confluencia de retos sin precedentes”, sostuvo el secretario.
Para Guterres, la responsabilidad recae en quienes toman las condiciones en el mundo. Por eso, mencionó siete prioridades claves, para detener y revertir los daños, entre ellos el cambio climático y las guerras, que tienen en riesgo el planeta. (Lea también: Falla de Anatolia, un punto clave para entender los terremotos en Turquía)
El primer punto para el secretario general es la paz. Durante su discurso, mostró preocupación por la guerra entre Ucrania y Rusia, y en los países del Oriente Medio, como Afganistán, el Sahel y Myanmar.
“Si todos los países cumplieran sus obligaciones en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, el derecho a la paz estaría garantizado. Me temo que el mundo no camina sonámbulo hacia una guerra más amplia. Lo está haciendo con los ojos bien abiertos”, advirtió.
“Ha llegado el momento de transformar nuestro enfoque de la paz, volviendo a comprometernos con la Carta: anteponiendo los derechos humanos y la dignidad (...) Esto requiere una visión holística del proceso de paz que identifique las causas profundas y evite que broten las semillas de la guerra”, agregó.
En este punto, el secretario propuso una Nueva Agenda para la Paz, para prevenir los conflictos antes de que ocurran, centrarse en la reconciliación, incluir a las mujeres y los jóvenes en los procesos de paz, y en buscar el desarme, entre ellos el nuclear. (Lea: Descubren 12 nuevas lunas en Júpiter y ahora tiene el “récord” en el Sistema Solar)
Sobre el medio ambiente, otro de los puntos claves, Guterres señaló que las guerras están poniendo en riesgo el objetivo del que el calentamiento global no exceda los 1,5 grados centígrados, y además está contribuyendo con la pérdida de biodiversidad.
Si bien, ya se han tomado varias medidas que los líderes del mundo se comprometan a detener y revertir las situaciones que están poniendo en riesgo el planeta, el secretario general fue enfático al decir que se necesitan acciones más contundentes.
Guterres pidiópor cortar a la mitad las emisiones de efectos de gases invernadero en esta década. Esa acción implica medidas mucho más ambiciosas para reducir la contaminación por carbono, como acelerar el cambio de los combustibles fósiles a las energías renovables, y descarbonizar los sectores industriales que más emiten: acero, cemento, transporte marítimo y aviación, así como la financiación. (Lea también: El extinto guepardo americano que fue más puma que guepardo)
Los otros puntos claves en los que trabajará la ONU se basan en los derechos al desarrollo, junto con los derechos económicos y sociales, el respeto de la diversidad y universalidad de los derechos culturales, la igualdad de género, los derechos civiles y políticos, como base de las sociedades inclusivas, y los derechos de las futuras generaciones.
“Debemos reconocer que todas las amenazas a las que nos enfrentamos socavan no solo los derechos actuales de las personas, sino también los derechos de las generaciones futuras. Se trata de una responsabilidad básica y de una prueba de fuego de la buena gobernanza. Sin embargo, con demasiada frecuencia, las generaciones futuras apenas se tienen en cuenta”, sostuvo el titular de la ONU.