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El reloj del apocalipsis, imaginado en 1947 para simbolizar la inminencia de un cataclismo planetario, fue adelantado hasta marcar 100 segundos para la medianoche por el grupo de científicos que lo maneja, quienes destacaron los peligros que suponen el cambio climático y la proliferación nuclear.
"Ahora estamos expresando en segundos el tiempo que separa al mundo de la catástrofe y el desastre, no en horas o minutos", explicó Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Boletín de Científicos Atómicos, en la conferencia de prensa que realizan cada enero en Washington. “El mundo ha entrado en un periodo en el que el peligro es alto y el margen de error, bajo. Si los responsables de la toma de decisiones continúan sin actuar, los ciudadanos de todo el mundo deberían hacer eco de las palabras de la activista climática Greta Thunberg y preguntar: ¿Cómo se atreven?”, añadió.
Como todos los años, el grupo de expertos, en el que se incluyen 13 galardonados con el Premio Nobel, dio a conocer su diagnóstico sobre el riesgo de exterminarse que afronta la humanidad por medio de este reloj simbólico que muestra los segundos que nos quedan hasta media noche, es decir, hasta el fin del mundo. En 2018 y en 2019 el reloj indicaba dos minutos para la medianoche, pero en el último año la manecilla avanzó 20 segundos y llegó a lo más cerca del apocalipsis de lo que ha estado nunca: tan solo 100 segundos.
Originalmente, después de la Segunda Guerra Mundial, el reloj indicaba la medianoche menos 7. En 1991, al final de la Guerra Fría, la aguja había retrocedido hasta 17 minutos antes de la medianoche. En 1953, cuando las alarmas termonucleares y soviéticas se ponían a prueba en una carrera armamentística el reloj alcanzó el mínimo de 120 segundos, que también marcó en 2018. Ahora está todavía más cerca del fin.
¿Los motivos? En materia ambiental los expertos subrayaron el fracaso de dos grandes cumbres dedicadas al clima, que no generaron los compromisos necesarios de los principales países contaminantes para revertir la curva de emisiones de gases de efecto invernadero.
El año 2019 fue el segundo más caluroso registrado, después de 2016, y el cambio climático se manifestó con récords de calor, el derretimiento del Ártico e incendios excepcionales en Australia.
"Si la humanidad está empujando el clima hacia lo opuesto a una era de hielo, no tenemos ninguna razón para creer que este mundo siga siendo acogedor para la civilización humana", dijo Sivan Kartha, del Stockholm Environmental Institute. “Parece que estamos normalizando un mundo muy peligroso”, reiteró la presidenta, quien añadió que la humanidad demanda una respuesta urgente e inmediata.
"Frente a este panorama de amenaza desalentador y la nueva tendencia de los líderes políticos a rechazar las negociaciones e instituciones que pueden proteger a la civilización a largo plazo, el Boletín mueve hoy el Reloj del Juicio Final veinte segundos más cerca de la medianoche, más cerca del apocalipsis que nunca", aseguran los expertos en el informe. "Al hacerlo, los miembros de la junta advierten explícitamente a los líderes y ciudadanos de todo el mundo de que la situación de seguridad internacional ahora es más peligrosa que nunca, incluso en el apogeo de la Guerra Fría”.
A lo que se refieren es a que, en el frente nuclear, los científicos han constatado el desmantelamiento del mecanismo de control internacional de armas, con la retirada de Estados Unidos y Rusia del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) en 2019. El Estados Unidos de Donald Trump amenaza con no renovar el tratado New Start sobre armas nucleares estratégicas, firmado en 2010, después de su vencimiento en 2021. "Este año, podemos ser testigos de otros eventos además del colapso total del acuerdo nuclear iraní", dijo la experta Sharon Squassoni. En cuanto a Corea del Norte, las negociaciones directas de Trump con Kim Jong Un aún no han dado sus frutos, señaló.
En resumidas cuentas, “la humanidad continúa afrontando dos peligros existenciales simultáneos: la guerra nuclear y el cambio climático, que se ven agravados por un multiplicador de amenazas, una guerra de información cibernética que socava la capacidad de respuesta de la sociedad”, explica el informe.
"Hacemos un llamado a los líderes mundiales para mantener a la Humanidad lejos del precipicio", dijo Mary Robinson, presidenta del grupo independiente The Elders y expresidenta de Irlanda. "Ha llegado el momento de unirnos y actuar".
Sin embargo, el reloj simbólico también ha empezado a tener sus detractores. El físico Lwrence Krauss, quien fue miembro del consejo del Boletín de Científicos Atómicos de 2009 a 2018, ha pedido que se pare el reloj para siempre en un artículo del Wall Street Journal. ¿Por qué? Según Krauss, el reloj ha perdido su razón de ser: “Hay un problema más profundo. No solo el Doomsday Clock (Reloj del Apocalípsis) no es científico; sino que los factores que lo determinan actualmente están más dominados por cuestiones políticas que científicas. Lo primero puede ser importante, pero reclamar la autoridad de los científicos atómicos es apropiado solo para lo segundo”, asegura.
Seguramente por eso los científicos se han acompañado en los últimos años por expertos en política internacional, como Ban Ki-moon, exsecretario general de Naciones Unidas.