Rastreando el origen de la gripe aviar que ha infectado a millones de aves en el mundo
En los últimos años, se han registrado “brotes sin precedentes” de esta enfermedad en los cinco continentes. El epicentro de incubación del virus, según un estudio habría cambiado de lugar, pasado de Asia a Europa y África, con afectación cada más creciente en América.
Al menos 250 millones de aves y decenas de miles de mamíferos se han visto afectados por un inusual brote de gripe aviar que comenzó en la temporada 2020-2021 y que desde entonces tiene muy preocupados e inquietos a científicos de todo el mundo. Un grupo de investigadores internacional liderado por Vijay Dhanasekaran, de la Universidad de Hong Kong, acaba de publicar en Nature un nuevo estudio que rastrea la evolución del subtipo del virus responsable de este nuevo surgimiento, pero antes, algunas precisiones.
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Al menos 250 millones de aves y decenas de miles de mamíferos se han visto afectados por un inusual brote de gripe aviar que comenzó en la temporada 2020-2021 y que desde entonces tiene muy preocupados e inquietos a científicos de todo el mundo. Un grupo de investigadores internacional liderado por Vijay Dhanasekaran, de la Universidad de Hong Kong, acaba de publicar en Nature un nuevo estudio que rastrea la evolución del subtipo del virus responsable de este nuevo surgimiento, pero antes, algunas precisiones.
La humanidad sabe de la existencia de la influenza aviar (o gripe aviar) desde hace por lo menos 140 años. De hecho, la ciencia conoce que hay cuatro tipos de virus de influenza (gripe): A, B, C y D.
Todas ellas son diferentes. Por ejemplo, los virus tipo D afectan principalmente al ganado y los tipos C pueden infectar a personas y porcinos, pero esta suele ser muy leve. Los virus gripales de tipo A y B son, en cambio, de mayor preocupación. Los tipos B solo circulan entre las personas y causan las epidemias estacionales para las que hace décadas se administra una vacuna. Los tipos A afectan a personas y a animales y desde hace varios años son una fuente de preocupación para la Organización Mundial de la Salud (OMS). Basta recordar al H1N1, un virus tipo A que era propio de los porcinos y que en 2009 “saltó” a los humanos, se propagó alrededor del mundo y ahora es una gripe regular.
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La influenza aviar es un virus tipo A, que afecta mayoritariamente a las aves y que sabemos que ha estado circulando desde hace varias décadas en el mundo a través de varios subtipos, unos de ellos de baja patogenicidad y otros de alta patogenicidad. Lo que significa eso en términos sencillos es que hay algunos subtipos que generan una enfermedad más grave y contagiosa que otros.
¿Qué es, entonces, lo que les preocupa a los científicos con el brote que comenzó hace poco más de dos años? Que el subtipo responsable es el H5N1, uno de alta patogenicidad, que además ha venido presentando unas mutaciones bastante particulares. Justamente, el equipo internacional de investigación analizó los datos de brotes notificados a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) desde 2005, junto con más de 10.000 genomas completos, para identificar esa evolución y las tendencias epidémicas hacia el futuro.
Tras el linaje de virus H5N5
El responsable de la rápida expansión actual (de la gripe aviar) es el virus H5N1 (H5) clado 2.3.4.4b. El “clado” (2.3.4.4b) es una manera que tienen los investigadores de identificar los cambios que se han ido presentado en el virus. En el caso de los brotes actuales de gripe aviar, significa que este subtipo tiene una mejor capacidad para propagarse eficazmente entre aves silvestres y de corral.
Este subtipo de virus, dicen los científicos, se identificó por primera vez en 2005, principalmente en Asia y África. Desde entonces los investigadores pudieron rastrear cuatro epizootias significativas de aves silvestres por el H5, causadas por el clado 2.3.4.4 en 2014-2015 y el clado 2.3.4.4b en 2016-2017, 2020-2021 y 2021-2022 hasta hoy. Una epizootia es un término que se utiliza para describir una enfermedad que afecta a un gran número de animales en una población, área geográfica o especie específica en un período de tiempo determinado. Es, para que se entienda con facilidad, el equivalente en el mundo animal de una epidemia.
Aunque desde el resurgimiento del virus en 2014 y 2015 los científicos notaron que se expandió por fuera de Asia y llegó a Europa y América del Norte (lo significó la pérdida de más de 50 millones de aves de corral en los EE. UU.) la situación en las aves de corral en Europa y las detecciones de aves silvestres a nivel mundial fueron relativamente menores, señalan los investigadores en el estudio.
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La epidemia de 2016-2017 en aves silvestres, a su vez, duró unos cinco meses, con casi 400 brotes por mes en su punto álgido; y la de 2017-2018 registró menos brotes, pero un mayor número de aves silvestres se vieron afectadas en varias regiones. Tras las detecciones esporádicas de 2018 a 2020, algo comenzó a cambiar. En 2020-2021 se notificaron más de 200 brotes por mes y durante la temporada 2021-2022 se registraron más de 400 brotes por mes, se puede leer en el estudio.
Desde entonces, los brotes sustanciales han continuado. Además, el número de especies de aves silvestres infectadas aumentó en todas las regiones. La estimación semestral de casos confirmados de gripe aviar altamente patógena H5 en aves silvestres (predominantemente aves muertas) alcanzó un máximo de 34.000 aves durante el segundo semestre de 2021, aunque en muchos casos el número de casos notificados incluye solo aves sometidas a pruebas y, por lo tanto, los científicos creen que se trata de un número subestimado, pues no a todas se les puede hacer esas pruebas.
Algo que los científicos resaltan es que el número de brotes de aves domésticas (solo entre enero y junio de 2022, se sacrificaron más de 69 millones de aves de este tipo) correspondió en general a aumentos en los brotes de aves silvestres. Es decir, mientras las aves silvestres se infectaban, también lo hacían las aves domésticas (o de corral, que son las de consumo). Y algo clave aquí es que la gripe aviar en aves silvestres ha sido históricamente estacional: se comienza a expandir con la llegada de las aves migratorias (las huéspedes del virus), pero el comportamiento del virus desde 2020 ha superado esa estacionalidad y los casos en Europa continuaron durante el verano de 2022.
¿Qué cambió? El análisis del grupo de investigación internacional concluyó que mientras los brotes de 2014-2015 y 2016-2017 se originaron a partir de linajes virales independientes en China, los brotes de 2020-2021 evolucionaron a partir de los virus H5N8 del clado 2.3.4.4b detectados por primera vez en aves de corral egipcias en 2016-2017. La velocidad de dispersión en aves silvestres aumentó en 2020, lo que propagó los virus H5N8 en toda Eurasia y condujo a la posterior aparición del virus H5N1, que es ahora predominante en el mundo. Un elemento central de estos hallazgos, dice el estudio, es la observación de que el virus H5N8 2.3.4.4b que causó los brotes de 2020-2021 en Eurasia y África era de un genotipo estable, mientras que los nuevos virus 2.3.4.4b H5N1 han logrado una amplia recombinación genética, lo que indica un potencial de transmisión mayor entre las aves domésticas.
“A nivel mundial, la vigilancia genómica es limitada y está sesgada en función del tiempo, la geografía y la especie huésped. A pesar del número considerable de brotes H5 de la gripe aviar altamente patógena notificados a la FAO y a la OMSA, solo se secuenciaron el 50% de los brotes y el 0,2% de los casos”, advierten los investigadores en el estudio. Por ejemplo, algunos países con gripe aviar altamente patógena H5 endémica llevan a cabo una vigilancia rutinaria de las aves de corral, pero muchos solo toman muestras después de eventos de mortalidad masiva. Las migraciones de las aves y los cambios por la variación climática son también un elemento que piden tener en cuenta.
La proximidad de las redes de aves de cría a las rutas migratorias del norte de África, Oriente Medio y Europa oriental, donde las prácticas de vacunación son diversas e incompletas, son un riesgo. En particular, se identificaron una serie de rutas migratorias del virus H5 de la gripe aviar altamente patógena a lo largo de las rutas migratorias del Mar Negro-Mediterráneo, el Atlántico oriental y el Adriático, y desde finales de 2022 aumentaron los informes a lo largo de la ruta migratoria del Pacífico en Sudamérica.
Finalmente, y si bien el sacrificio se usa comúnmente para frenar la propagación de la gripe aviar altamente patógena en las aves de corral y millones de aves de corral han sido sacrificadas para erradicar los brotes de gripe aviar altamente patógena H5, los científicos creen que el sacrificio continuo es insostenible, ya que la gripe aviar es cada vez más persistente en las aves silvestres. “La mortalidad masiva en la fauna silvestre genera preocupación en torno a la pérdida de biodiversidad y la alteración de la homeostasis de los ecosistemas. Por lo tanto, la vacunación subvencionada de las aves de corral se está considerando cada vez más para la prevención de brotes en Europa y América del Norte”, dicen los investigadores. Varios países de Asia y África utilizan la vacunación.
El impacto en el contiente americano
En las Américas, los virus H5 HPAI se notificaron por primera vez en diciembre de 2021 en Canadá. Esta fue la primera propagación transatlántica desde Europa a través de las rutas migratorias árticas o pelágicas.
A partir de entonces, reseña un informe de la FAO, los virus H5N1 de la gripe aviar altamente patógena se propagaron a lo largo de la costa este, llegando finalmente a los Estados Unidos de América con el primer caso de ave silvestre notificado el 13 de enero de 2022 en el estado de Carolina del Sur. Las migraciones a las zonas de cría de verano condujeron a una rápida y amplia distribución geográfica de estos virus en partes no afectadas de Canadá y los Estados Unidos.
De acuerdo con el patrón estacional de la influenza aviar, la propagación es más baja en septiembre, comienza a aumentar en octubre y alcanza su punto máximo en febrero. Por eso, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha recomendado que los países mantengan y refuercen sus sistemas de vigilancia, las medidas de bioseguridad en granjas, y continúen con la notificación oportuna de brotes de influenza aviar tanto en aves de corral como en especies no avícolas (aves domésticas y/o silvestres), e incluso, cuando se detecte la presencia, en otros animales.
En Colombia la presencia del virus altamente patógeno se informó por primera vez en octubre de 2022. En este continente la influenza ha tenido un impacto que ha inquietado mucho a los científicos: la infección y la mortalidad en mamíferos y otros animales silvestres. El último informe de OFFLU, la red mundial de expertos en influenza animal, fechado del pasado 2 de octubre, señala que durante la migración de otoño de 2022 se produjeron al menos tres introducciones distintas del virus en países latinoamericanos. “Los datos de esta región son limitados, pero parece que el virus se está estableciendo en las poblaciones de aves de corral”.
Para ser más concreto, los números son dicientes: las autoridades de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, los Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela han detectado brotes por virus IAAP A(H5N1) en aves domésticas, de granjas avícolas y/o silvestres, y en mamíferos.
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En particular, se puede leer en el informe de la OFFLU, se ha registrado un aumento sustancial del número de muertes de mamíferos marinos en países como Chile, Perú, Uruguay y Argentina, en comparación con años anteriores. En estos países decenas de miles de leones marinos y cientos de miles de aves marinas se han visto afectados (en Perú y Chile se informó de la muerte de más de 500.000 aves silvestres de unas 65 especies y más de 20.000 mamíferos silvestres de 15 especies).
El 30 de agosto esta misma organización alertó del riesgo de que la influenza continúe hacia el sur y en un futuro próximo llegue a la Antártida y sus islas costeras, un ecosistema que alberga más de 100 millones de aves reproductoras, 6 especies de pinnípedos y 17 especies de cetáceos. Si el virus llega allí, advertía la entidad de científicos, es posible que se expanda rápidamente, dada la alta susceptibilidad de los animales que viven en esta zona del planeta.
Es importante señalar la amplia gama de especies que han demostrado ser susceptibles a estos virus, incluidas las especies de mamíferos. Dado que la adaptación de los mamíferos aumenta el riesgo zoonótico (es decir, el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas de los animales a los humanos), autoridades como la OMS están recomendando vigilar de cerca este tipo de eventos en las poblaciones de mamíferos silvestres una vez que se haya detectado el virus en aves silvestres en la región en general y recoger las muestras apropiadas, que deben incluir muestras de cerebro para detectar el neurotropismo que los virus de la gripe aviar presentan en los mamíferos.
La FAO recuerda además a los países y territorios la importancia de compartir las secuencias completas del genoma y los virus aislados con la comunidad científica de forma oportuna para su posterior análisis e investigación con el fin de establecer vínculos epidemiológicos entre los brotes y vigilar la evolución de los virus. “Esta información también se utiliza para adecuar las vacunas apropiadas para los seres humanos a las cepas actualmente en circulación y a las nuevas cepas de virus”, dice el organismo internacional.
¿Cuál es el riesgo para los humanos?
La última evaluación de riesgo de la OMS (fechada del pasado 20 de septiembre pasado) es clara en señalar que ahora mismo el riesgo para la salud humana es bajo. A nivel global, se han reportado detecciones esporádicas del virus de la influenza A(H5N1) clado 2.3.4.4b en humanos, pero siguen siendo muy raras, con ocho casos informados desde diciembre de 2021, dice el organismo. Las infecciones en humanos pueden causar enfermedades graves con una alta tasa de mortalidad. Hasta ahora, los casos humanos detectados están mayormente relacionados con el contacto cercano con aves infectadas y ambientes contaminados.
Particularmente, en la región de las Américas, hasta la fecha y desde la introducción del virus de la gripe aviar A(H5N1) en el continente americano en 2014, se han notificado tres casos en humanos, pero todos ellos están asociados al reciente brote de IAAP A(H5N1) – Clado 2.3.4.4b en aves y mamíferos, que es el que está preocupando a los científicos. Los cuadros clínicos han fluctuado de leves a severos y, dice el organismo, no se han presentado muertes.
A la fecha, y esto es muy importante, no se han registrado casos conocidos de transmisión de otros mamíferos a humanos. Los casos de infección humana con este virus han ocurrido después de exposición con aves infectadas. Tampoco se han registrado casos conocidos de transmisión sostenida persona a persona del virus en ningún país de la región o del mundo.
Nota recomendada: La gripe aviar puede haber matado a millones de aves en todo el mundo.
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