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En 1628 se registró un mortal naufragio. El Vasa, conocido por ser un buque de guerra sueco del siglo XVII, se hundió en el puerto de Estocolmo en su viaje inaugural. Tras varios años de búsqueda, solo pudieron recuperar 20 esqueletos, pero uno solo llamó la atención de los científicos. Se trata de Gustav. (Lea: Este lugar de la Tierra recibe tanta irradiación como Venus)
Tras varios análisis genéticos, los científicos lograron determinar que este esqueleto no correspondía a un hombre, sino que era una mujer. Por eso, lo comenzaron a llamar Gertrude. Con el objetivo de conocer más detalles del naufragio y saber cómo era esta mujer, realizaron nuevos estudios.
En estos nuevos análisis genéticos, los investigadores determinaron que esta mujer “tenía entre 25 y 30 años cuando murió, sus ojos eran azules, su cabello rubio y su piel pálida”. En una entrevista con el medio WordsSideKick.com, Oscar Nilsson, artista encargado de realizar la reconstrucción de esta mujer, explicó que ella estaba casada.
Para llegar a esta conclusión, añade, “nos basamos en fuentes escritas. Sabemos que solo las mujeres casadas y casadas con un hombre a bordo del barco podían embarcar en este viaje inaugural”. Además, contó algunos detalles de la reconstrucción. (Puede leer: ¿Por qué los gatos caen de pie? La física podría tener una respuesta)
Lo primero que aclaró fue que en 2006, cuando tuvo su primer acercamiento con este esqueleto, realizó una tomografía computarizada (TC) y una impresión plástica en 3D de su cráneo. Con estos datos, posteriormente, pudo determinar el grosor del tejido de Gertrude. También usó como referencia un gráfico de mujeres escandinavas modernas y del norte de Europa con una edad y peso similar al de esta mujer.
Con estas medidas pudo determinar otros datos clave, como la altura de las clavijas, por ejemplo. Estas, aseguró al medio WordsSideKick.com, sirvieron como guía “mientras colocaba capas de músculos hechos de plastilina en su cabeza. Las técnicas científicas guiaron el tamaño y la forma de la nariz, los ojos y la boca”.
Las dos reconstrucciones que elaboró Nilsson son diferentes. La de 2006 cuenta con la nariz de Gustav un poco inclinada hacia abajo. Y, la más reciente, gracias a un nuevo análisis craneal, pudo tener una nariz más típica. “Como es más joven, le di más volumen en los labios”, dijo. (Le puede interesar: La sonda DART, de la NASA, además de destruir un asteroide, envió rocas al espacio)
Los resultados del análisis esquelético de su espalda mostraron que esta mujer levantaba objetos pesados repetidamente. “Entonces, solo teniendo entre 25 y 30 años, su rostro debe dar una impresión de trabajo duro”, añadió. Para elaborar la vestimenta de G, como fue apodada esta mujer, contaron con la participación de Anna Silwerulv, experta textil del Museo Vasa.
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