Rodolfo Llinás va a cumplir 89 años. Está jubilado y retirado de la investigación. / Óscar Pérez
Una de las personas que más saben en el mundo cómo operan los resortes de esa caja negra que llamamos cerebro es Rodolfo Llinás. Él cree que ha tenido suerte. La suerte, por ejemplo, de tener un abuelo que le enseñó a leer en la casa. Era un psiquiatra que estuvo preso en una de las tantas guerras del siglo XIX. “Aprendió en la cárcel el oficio de la relojería y respondía a todas mis preguntas de una manera sencilla y magistral a la vez. Para explicar cómo era un ataque epiléptico, por ejemplo, no tenía inconveniente en tirarse al suelo,...