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En Colombia el casi colapso de una represa como Hidroituango o el desplome del puente de Chirajara en la vía al Llano se han convertido en los mejores ejemplos de los grandes riesgos que se corren con las megaobras. Sin embargo, el fenómeno de grandes proyectos de ingeniería que fracasan son una constante a nivel mundial. Por eso un grupo de académicos del University College de Londres decidió revisar más de 6.000 informes de este tipo de proyectos para entender mejor las razones que los conducen al fracaso.
Se trata de una de las primeras revisiones literarias de las causas y remedios del mal desempeño de los megaproyectos, entendidos como aquellos que suelen costar más de 1000 millones de dólares.
El grupo identificó seis temas esenciales y examinó áreas en las que un proyecto podría fracasar: comportamiento de cara a la toma de decisiones; estrategia, gobernanza y adquisición; riesgo e incertidumbre; liderazgo y equipos capacitados; participación de las partes interesadas y gestión; integración y coordinación de la cadena de suministro.
El estudio, publicado en el Project Management Journal, constató que no existe ningún factor aislado que explique el mal desempeño de los megaproyectos. "Descubrimos que ningún concepto o marco único, sin importar cuán lejos lo extendamos, puede explicar las causas múltiples y variadas del desempeño de los megaproyectos. Por ejemplo, una gran parte de la literatura afirma que las principales causas del bajo rendimiento de los megaproyectos se deben a una definición inadecuada del riesgo y a una mala toma de decisiones. Si bien el concepto de sesgo de optimismo se puede utilizar para analizar costos y excesos de programación, proporciona poca o ninguna explicación de cómo se puede mejorar el rendimiento al tomar decisiones para abordar eventos y circunstancias imprevistas cuando un megaproyecto está en marcha", anotaron.
"Lo que falta en la investigación actual es la comprensión de los megaproyectos como un sistema de producción completo, desde la planificación, pasando por el diseño, la fabricación y la construcción, hasta la integración y la transferencia a las operaciones", concluyeron los investigadores.
También creen que se requieren nuevas investigaciones y teorías para identificar cómo los diferentes elementos que afectan el desempeño del megaproyecto se interrelacionan. La industria automotriz, por ejemplo, creen que podría dar muchas lecciones a otras áreas.
"El logro de organizaciones de alto rendimiento como Toyota, por ejemplo, radica en su capacidad para integrar, coordinar y administrar componentes de un sistema de producción ajustada, involucrando a múltiples partes, que se extienden desde la planificación del producto hasta la fabricación, la coordinación del proveedor y el ensamblaje al cliente", anotaron.