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Los humanos modernos llegaron a Europa hace más de 45.000 años, superponiéndose al menos 5.000 años con los neandertales. Es decir, ambas especies de homínidos coexistieron en Europa durante al menos 5.000 años, compartiendo el mismo territorio. Sin embargo, se sabe poco sobre la genética de estos primeros pioneros en Europa y el momento en que se produjo la mezcla de neandertales con no africanos.
Una nueva investigación publicada en Nature profundiza en el entendimiento de los primeros humanos modernos mediante el análisis del genoma. En esa época, los humanos modernos no formaban un único grupo, sino que estaban divididos en pequeñas poblaciones. Los datos genómicos de estos primeros humanos han demostrado que al menos dos grupos genéticamente distintos habitaron Europa, representados por los restos de Zlatý kůň, en Chequia, y Bacho Kiro, en Bulgaria.
Sin embargo, los investigadores también han analizado el genoma de individuos de un tercer grupo cuyos restos fueron encontrados en Ranis, Alemania. “Para nuestra sorpresa, descubrimos una relación genética de quinto o sexto grado entre Zlatý kůň y dos individuos de Ranis”, dice Arev Sümer, autor principal del estudio. “Esto significa que Zlatý kůň era genéticamente parte de la familia extendida de Ranis”.
La importancia de que los investigadores hayan encontrado que las poblaciones de Ranis y Zlatý kůň están más genéticamente relacionadas entre sí radica en que sugiere que ambas poblaciones pertenecían a una misma población ancestral o que tuvieron una conexión más estrecha en el pasado. De esta manera, la población Zlatý kůň/Ranis representa la divergencia más temprana conocida del grupo de humanos modernos que emigraron de África y se dispersaron más tarde por Eurasia.
“Estos nos permiten comprender mejor a los primeros pioneros que se asentaron en Europa”, dice Johannes Krause, autor principal del estudio. “También indica que los restos humanos modernos encontrados fuera de África con más de 50.000 años de antigüedad no podrían haber formado parte de la población no africana común que se cruzó con los neandertales y que ahora se encuentra en gran parte del mundo”. Se cree que el genoma de las personas que vivimos fuera de África en la actualidad tiene el 2% y el 3% del ADN neandertal.
El estudio publicado analizó los genomas nucleares de los trece especímenes de Ranis y descubrió que representaban al menos a seis individuos. El tamaño de los huesos indicó que dos de estos individuos eran bebés y, genéticamente, tres eran varones y tres mujeres. Curiosamente, entre estos individuos había una madre y una hija, así como otros parientes biológicos más lejanos. El equipo también secuenció más ADN del cráneo femenino encontrado en Zlatý kůň, produciendo un genoma de alta calidad para este individuo. Los individuos de Ranis y Zlatý kůň presentaban variantes asociadas con el color oscuro de la piel y el cabello, así como con los ojos marrones, lo que refleja el origen africano reciente de esta población europea primitiva.
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