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SpaceX ha retrasado un día el esperado segundo lanzamiento de su cohete Starship de nueva generación debido a problemas técnicos, informó este jueves el consejero delegado de la empresa, Elon Musk.
La industria espacial está expectante ante este vuelo de prueba, previsto inicialmente para el viernes y que ahora despegará el sábado, después de que un primer intento en abril acabara en una explosión masiva. “Tenemos que sustituir un accionador de la aleta de rejilla, así que el lanzamiento se pospone al sábado”, publicó Musk en su red social X, antes conocida como Twitter.
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Las aletas de rejilla son controles aerodinámicos utilizados por SpaceX para ajustar y estabilizar sus cohetes en su fase de descenso para que puedan aterrizar en posición vertical. Los accionadores son las piezas de la máquina que se utilizan para impartir movimiento.
El 20 de abril, SpaceX se vio obligada a hacer estallar un cohete Starship sin tripulación cuatro minutos después de despegar de la base de lanzamiento Starbase de Boca Chica (Texas), porque el propulsor de la primera etapa no se separó de la nave.
La nave se desintegró en una bola de fuego y se estrelló en el Golfo de México, enviando una nube de polvo sobre una ciudad situada a varios kilómetros de distancia.
Tras una investigación de un mes, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos autorizó finalmente el miércoles a SpaceX a intentarlo de nuevo, a pesar de las objeciones de grupos conservacionistas y de una demanda suya en curso contra el regulador por no haber realizado supuestamente suficientes evaluaciones de impacto ambiental.
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La ventana para el lanzamiento se abre a las 7H00 locales (13H00 GMT). SpaceX prevé utilizar la Starship, una nave espacial totalmente reutilizable que produce más empuje que ninguna otra en la historia, como vehículo para colonizar Marte en el futuro. A corto plazo, la NASA espera que SpaceX le entregue una versión modificada para que actúe como módulo de aterrizaje lunar en sus misiones Artemis para volver a la Luna.