¿Su perro podría estar en riesgo de tener demencia? Algunas pistas de la ciencia
Estos serían los principales factores de riesgo para que le diagnostiquen disfunción cognitiva canina a un perro, según una reciente investigación publicada en la revista Scientific Reports.
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports, que es parte de la investigación Proyecto de envejecimiento canino, tuvo en cuenta a 15.019 perros para identificar los principales riesgos asociados a la disfunción cognitiva canina, también conocida como “demencia canina”. La presencia de demencia canina fue del 1,4 % entre todos los perros.
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Un estudio publicado en la revista Scientific Reports, que es parte de la investigación Proyecto de envejecimiento canino, tuvo en cuenta a 15.019 perros para identificar los principales riesgos asociados a la disfunción cognitiva canina, también conocida como “demencia canina”. La presencia de demencia canina fue del 1,4 % entre todos los perros.
En el Proyecto, que inició en 2014, participan investigadores de la Universidad de Washington, la Universidad de Texas y la Universidad de Cornell.
Entre los hallazgos claves del estudio, se encontró que el ejercicio físico tiene un papel fundamental sobre el riesgo de que diagnostiquen demencia canina. El riesgo era 6,47 veces mayor en los perros no activos en comparación con los muy activos, sin embargo, la enfermedad también podría llevar a una diminución en la actividad física, por lo que para los científicos se trata de una correlación y no de una causalidad. Además, “la presencia de una tercera variable no medida (como la interacción del propietario) podría estar amplificando esta asociación”, señala la investigación. (Lea: Científicos expusieron plantas a sequía de un año. ¿Por qué los resultados preocupan?)
Para el estudio, realizado entre 2019 y 2020, los científicos les hicieron encuestas a los propietarios de los perros sobre el estilo de vida de sus mascotas y les pidieron llenar cuestionarios sobre funciones cognitivas, en las que preguntaban por la frecuencia en que los perros deambulaban de un lado a otro o caminaban en círculos, la frecuencia en que caminaban hacia paredes o puertas, la dificultad que tenían para encontrar la comida que se caía al piso o la frecuencia en que se quedaban atascados sin poder moverse.
A diferencia de animales de laboratorio como los ratones, los perros se ven afectados por factores sociales y ambientales de los dueños. Pero el artículo advierte que “la información reportada por el propietario es potencialmente susceptible a múltiples formas de sesgo”. (Lea: ¿No se ducha antes de meterse a la piscina? Debería saber qué dicen los científicos)
Annette Fitzpatrick, coautora de la investigación y profesora de la Universidad de Washington, explicó para el New York Times que las posibilidades de que le diagnostiquen demencia a un perro también pueden estar relacionadas a problemas de audición, visión o trastornos neurológicos. “Cuando no recibes estimulación del mundo exterior, parece aumentar el riesgo de que ni siquiera podamos usar nuestros cerebros”, señaló la investigadora.
Otro hallazgo importante del estudio es que en los últimos años de esperanza de vida de un perro, cada año contribuye al potencial desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, la edad promedio de los perros era entre 6 y 7 años y solo en 19% se encontraba en el último cuarto de su vida. (Lea: Programa “Para las Mujeres en la Ciencia” abre convocatoria para becar 6 colombianas)
Matt Kaeberlein, codirector del Proyecto, explicó para el New York Times que “las estimaciones de la longevidad humana dicen que alrededor del 75 % se debe al medio ambiente y el 25 % es genético, entonces los perros de compañía nos brindan la oportunidad de comprender realmente el papel de esa variabilidad ambiental en el proceso de envejecimiento biológico”.
Los síntomas de la demencia canina
Entre los síntomas de la demencia canina, se incluyen la sordera u olvido de un comando. Sin embargo, esto podría confundirse con causalidades de la vejez.
Por otro lado, síntomas que podrían semejarse a una disfunción cognitiva, podrían estar realmente vinculados con diabetes o un derrame cerebral. (Lea: ¿Es posible que nuestro antepasado más antiguo caminara erguido?)
Los científicos recomiendan a los dueños prestar atención a, por ejemplo, el perro cuánto tiempo se queda mirándoles si tienen algún alimento en la mano, pues uno de los síntomas de la demencia canina es que dejan de concentrarse en lo que normalmente se concentrarían.
El Proyecto de envejecimiento canino, que cuenta con 40.000 perros inscritos, planea encontrar asociaciones entre la demencia canina y otras enfermedades.
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