U. Nacional patentó un ladrillo más sostenible
El bloque fabricado con materiales como tierra de excavación tiene un buen desempeño termoacústico, disminuye el consumo energético y controla mejor los cambios de temperatura.
Redacción Vivir
El ladrillo en forma de poliedro cuya base es de 15 x 15 cm y 10 cm de espesor, fabricado con materiales como tierra de excavación, agua y aditivos de cal recibió una patente otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio.
El nuevo bloque de construcción fue diseñado por tres egresados de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, entre ellos el arquitecto Andrey Samper Castaño quien manifiestó a través de un comunicado de la Agencia de Noticias UN que ese trata de un "material sostenible y con impacto social". (Imagen: Natalia Jiménez junto a Andrey Samper y José Castro).
Por su parte la arquitecta Natalia Jiménez Guarín explicó que “el material de construcción se obtiene al mezclar tierra, arena, un material estabilizante como cal, cemento o arcilla, y agua en las proporciones adecuadas; después se somete a presión en una máquina compactadora. Estos se pueden sustituir por el calado corriente para actividades de construcción”.
Por sus características, el ladrillo es ideal para muros divisorios, como “doble piel” para la fachada, y no requiere de un aislamiento de la intemperie, pues permite ventilación e iluminación natural, además de traslucidez del 35 % del área neta, gracias a su geometría.
El ladrillo hizo parte de un proceso de investigación previo en el que los tres arquitectos detectaron que los cerramientos para la construcción se hacían con sistemas como tapia, bahareque y bloques de tierra comprimida, pero no había ningún elemento arquitectónico que ayudara a darle volumen a los edificios, casas, o elementos decorativos.
Los materiales para fabricar estos bloques según sus creadores tienen buen desempeño termoacústico, disminuyen el consumo energético y aumentan el confort de quienes habitan los espacios tanto durante el día como en la noche, debido a que controla mejor los cambios de temperatura. Otra ventaja es que no genera escombros, brinda buen ciclo de vida al material, tiene emisiones mínimas de CO2.
El desarrollo del producto surgió en la asignatura electiva Construcción Sostenible, liderada por el profesor Mauricio Montoya, de la Facultad de Arquitectura de la U.N. Sede Medellín. Actualmente el CTC se desarrolla como marco o miniventana.
El ladrillo en forma de poliedro cuya base es de 15 x 15 cm y 10 cm de espesor, fabricado con materiales como tierra de excavación, agua y aditivos de cal recibió una patente otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio.
El nuevo bloque de construcción fue diseñado por tres egresados de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, entre ellos el arquitecto Andrey Samper Castaño quien manifiestó a través de un comunicado de la Agencia de Noticias UN que ese trata de un "material sostenible y con impacto social". (Imagen: Natalia Jiménez junto a Andrey Samper y José Castro).
Por su parte la arquitecta Natalia Jiménez Guarín explicó que “el material de construcción se obtiene al mezclar tierra, arena, un material estabilizante como cal, cemento o arcilla, y agua en las proporciones adecuadas; después se somete a presión en una máquina compactadora. Estos se pueden sustituir por el calado corriente para actividades de construcción”.
Por sus características, el ladrillo es ideal para muros divisorios, como “doble piel” para la fachada, y no requiere de un aislamiento de la intemperie, pues permite ventilación e iluminación natural, además de traslucidez del 35 % del área neta, gracias a su geometría.
El ladrillo hizo parte de un proceso de investigación previo en el que los tres arquitectos detectaron que los cerramientos para la construcción se hacían con sistemas como tapia, bahareque y bloques de tierra comprimida, pero no había ningún elemento arquitectónico que ayudara a darle volumen a los edificios, casas, o elementos decorativos.
Los materiales para fabricar estos bloques según sus creadores tienen buen desempeño termoacústico, disminuyen el consumo energético y aumentan el confort de quienes habitan los espacios tanto durante el día como en la noche, debido a que controla mejor los cambios de temperatura. Otra ventaja es que no genera escombros, brinda buen ciclo de vida al material, tiene emisiones mínimas de CO2.
El desarrollo del producto surgió en la asignatura electiva Construcción Sostenible, liderada por el profesor Mauricio Montoya, de la Facultad de Arquitectura de la U.N. Sede Medellín. Actualmente el CTC se desarrolla como marco o miniventana.