Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una investigación publicada en la revista Science sugiere que nuestros antepasados estuvieron cerca de desaparecer, entre hace 800.000 y 900.000 años.
Para el estudio se hizo un análisis genómico, de más de 3.000 personas vivas, y se encontró que la población total en esos años se desplomó a 1.280 individuos reproductores durante 117.000 años. Las secuencias genómicas son de 10 poblaciones africanas y 40 no africanas.
(Lea: ¿Qué hacían los humanos en este mirador de la Edad de Piedra?)
Giorgio Manzi, antropólogo de la Universidad Sapienza de Roma y autor principal de la investigación, señaló para The Guardian que “las cifras que surgen de nuestro estudio corresponden a las de especies que actualmente están en riesgo de extinción”.
Una de las posibles causas pudo haber sido un evento climático extremo que causó un “cuello de botella” para la evolución humana. La disminución de la población coincidió con cambios importantes del clima global que disminuyeron las temperaturas del mar; posiblemente hubo un periodo de sequía en África y Eurasia; y las glaciaciones se extendieron.
El análisis encontró pruebas del cuello de botella en todas las poblaciones africanas analizadas, solo hubo una señal débil del evento climático en las 40 poblaciones no africanas.
(Lea: Flora, fauna y ¡hongos!: la petición para incluir a los hongos en el relato del mundo)
Los investigadores también creen que ese “cuello de botella” pudo haber desencadenado en la aparición del Homo heidelbergensis, que según algunos científicos es el ancestro común de los neandertales, los denisovanos, y los humanos modernos.
Para Manzi, que sobreviviéramos “fue una suerte, pero sabemos por la biología evolutiva que la aparición de una nueva especie puede ocurrir en poblaciones pequeñas y aisladas”.
(Lea: ¿Los neandertales enterraban a sus muertos con flores? Nueva evidencia derrumba esa idea)
De acuerdo con el científico, “sabemos que hace entre 900.000 y 600.000 años, el registro fósil en África es muy escaso, si no casi ausente, mientras que tanto antes como después tenemos un mayor número de evidencia fósil. Lo mismo puede decirse de Eurasia: por ejemplo, en Europa tenemos una especie conocida como Homo antecessor hace unos 800.000 años y luego nada durante unos 200.000 años”.
Los investigadores buscarán si las muestras genéticas de los denisovanos evidencian el mismo cuello de botella. Esto podría aportar nuevos conocimientos sobre cómo divergieron ambas especies.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬