Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La realidad a veces es contraintuitiva: si alguien preguntase qué animal tiene el movimiento más rápido muchos contestaríamos que la chita con su veloz carrera o el camarón mantis con sus fuertes golpes. Sin embargo, de acuerdo a una investigación publicada en Royal Society Open Science, el poseedor de este récord es un pequeño insecto.
Con el curioso nombre de hormiga Drácula (Mystrium camillae), este depredador subterráneo puede mover sus mandíbulas a una velocidad de hasta 90 metros por segundo (320 km/h) con el fin de atacar, aturdir y matar a sus presas, las cuales luego sirven para alimentar a sus larvas.
"Están andando por el subsuelo y si encuentran algo así como un ciempiés o una termita, pueden golpearlos con las mandíbulas para matarlos o aturdirlos", dijo a The Guardian, Andrew Suárez, profesor de biología animal en la Universidad de Illinois, quien dirigió el trabajo. "Luego pueden picarlo para incapacitarlo aún más y luego lo llevan de vuelta al nido".
Como el chasquido de un par de dedos
Los investigadores ya sabían que esta especie tenía apéndices altamente especializados. Sin embargo, recién pudieron determinar la velocidad exacta del movimiento con la llegada de la tecnología de video de alta velocidad en los últimos 10 años. Los científicos también utilizaron la tecnología de imágenes de rayos X para observar la anatomía de las hormigas en tres dimensiones para comprender mejor cómo funciona el movimiento.
Las observaciones mostraron que las hormigas Drácula activan sus mandíbulas al presionar las puntas juntas, cargándolas con tensión interna. Eventualmente, cuando una mandíbula se desliza sobre la otra, cada una se libera, en un movimiento similar al chasquido que hacemos los humanos con los dedos – solo que mil veces más rápido.
El movimiento de la hormiga Drácula es diferente al de las hormigas de la mandíbula trampa, que antes se consideraban las más rápidas del mundo. Estas hormigas comienzan desde una posición abierta y de repente se cierran como una trampa para ratones. "Incluso entre las hormigas que amplifican sus mandíbulas, las hormigas Drácula son únicas", dijo Adrian Smith, del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte. "En lugar de usar tres partes diferentes para el resorte, el pestillo y el brazo de palanca, las tres se combinan en la mandíbula".
Las hormigas Drácula se encuentran principalmente en los trópicos de África y Asia. Viven en grandes colonias subterráneas, o dentro de troncos de árboles, por lo que rara vez se ven. Su nombre deriva de sus hábitos de alimentación inusuales, que involucran una forma de canibalismo no destructivo. Las hormigas adultas son incapaces de procesar alimentos sólidos; en su lugar, alimentan a sus larvas con presas y luego mastican agujeros en las larvas y beben su sangre. Los científicos llaman al arreglo un "estómago social".
Más adelante, el equipo planea hacer observaciones más detalladas de las hormigas en acción en su entorno natural. "Su biología, cómo capturan presas y defienden sus nidos, todavía necesitan una descripción", dijo Smith.
Recientemente otra característica de las hormigas llamó la atención: los investigadores encontraron que las obreras enfermas se alejan de sus compañeras para evitar contagiarlas. Esta no es la primera vez que se observa un comportamiento de alto compromiso con la comunidad. En febrero de este año se supo que las hormigas africanas lamen las heridas de combate de sus compañeras con la intención de sanarlas.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.