Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los animales que regeneran partes de sus cuerpos han fascinado a la humanidad. Sus hazañas están presentes desde nuestros mitos más antiguos hasta los artículos de ciencia más contemporáneos. Pero si se tratara de dar un premio al campeón de la regeneración tal vez sería para unas especies de babosas marinas que Sayaka Mitoh, de la Universidad de Mujeres de Nara en Japón, descubrió casi por accidente: !una vez decapitadas pueden regenerar todo el cuerpo!
Mitoh y sus colegas científicos informaron en la revista Current Biology el 8 de marzo el descubrimiento de los sorprendentes animales. “Nos sorprendió ver que la cabeza se movía justo después de separarla del cuerpo”, dijo Sayaka Mitoh, de la Universidad de Mujeres de Nara en Japón a través de un comunicado. “Pensamos que moriría pronto sin un corazón y otros órganos importantes, pero nos sorprendió nuevamente descubrir que regeneraba todo el cuerpo”.
El descubrimiento, de acuerdo al relato de Mitoh, fue una cuestión de pura casualidad. Su tarea en el laboratorio de la universidad consistía en extraer babosas marinas para usar sus huevos y estudiar sus etapas de desarrollo. Un día, Mitoh vio algo inesperado: un individuo moviéndose sin su cuerpo.
Sacoglossan sea slugs don't mind losing their heads. Not only can the sea slugs elect to detach their heads and survive, but they can regrow a whole new body. Read more in @CurrentBiology https://t.co/7ueo5HL0Vn@NaraWomensUniv
— Cell Press (@CellPressNews) March 8, 2021
Video: Sayaka Mitoh pic.twitter.com/oL5bh9psQ7
“Los investigadores informan que la cabeza, separada del corazón y el cuerpo, se movió por sí sola inmediatamente después de la separación. En cuestión de días, la herida en la parte posterior de la cabeza se cerró. Las cabezas de las babosas relativamente jóvenes comenzaron a alimentarse de algas en cuestión de horas. Comenzaron la regeneración del corazón en una semana. En aproximadamente tres semanas, se completó la regeneración”, explicaron.
Las cabezas de los individuos adultos no lograron esta misma tarea y murieron en unos 10 días. El grupo de científicos no están seguros de los mecanismos biológicos que permiten esta hazaña. Sospechan que es un proceso mediado por células parecidas a las células madre pero confían en poder estudiar más a fondo el asunto en los próximos meses y años.