Una población de chimpancés utilizaría plantas medicinales contra parásitos y lesiones
El estudio publicado recientemente analizó 13 especies de plantas que consumía un grupo de chimpancés, a pesar de que estas no tienen valor nutricional.
Hace cerca de dos meses, en varios medios de comunicación, incluido El Espectador, se conoció la historia de un orangután de Sumatra que fabricó un ungüento a partir de una planta medicinal. Su objetivo era aplicárselo en una herida que tenía en la cara.
El hecho fue registrado en vídeo y el reporte se publicó en la revista Scientific Reports como la primera observación de un comportamiento de este tipo en un gran simio en vida silvestre.
Aunque este caso fue llamativo, no sería el único en el que se presenta este tipo de comportamiento. Ahora, un estudio publicado ayer en la revista PLOS One, reportó el uso de plantas medicinales en una población de chimpancés, en Uganda, un país de África Oriental.
Los investigadores observaron a esta población en Budongo, un bosque de ese país. La sospecha que los llevó a hacer este estudio vino de los hábitos alimenticios de estos simios, que con muy poca frecuencia consumían hojas, corteza o madera muerta de árboles y plantas con muy bajo o ningún contenido nutricional.
Los científicos recopilaron 17 muestras de 13 especies diferentes de plantas, basándose en el consumo por parte de los chimpancés como “automedicación” o cuando presentaban exceso de parásitos, orina anormal o lesiones en su cuerpo.
Con estas muestras, produjeron en el laboratorio tres extractos diferentes por cada planta o árbol, con el fin de analizar sus componentes y su potencial medicinal. Los investigadores encontraron que, de 53 extractos analizados, todos impactaban negativamente el crecimiento de la bacteria Escherichia coli, que está asociada a infecciones gastrointestinales.
También, algunos de los extractos mostraron la inhibición del crecimiento de bacterias como Staphylococcus aureus o Enterococcus faecium. El estudio encontró que el consumo de estas plantas se daba por parte de individuos altamente parasitados, por lo que las usarían por sus propiedades antibacterianas.
Por otra parte, encontraron que 17 extractos estarían asociados con propiedades antiinflamatorias, como el helecho Christella parasitica, un comportamiento que ya había sido observado en un chimpancé de otra población.
Este estudio, resaltan los investigadores, da nuevas luces sobre un campo de la ciencia dedicado a entender los comportamientos de supuesta automedicación en animales no humanos, y que podría ser útil para descubrir nuevos fármacos.
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Aunque este caso fue llamativo, no sería el único en el que se presenta este tipo de comportamiento. Ahora, un estudio publicado ayer en la revista PLOS One, reportó el uso de plantas medicinales en una población de chimpancés, en Uganda, un país de África Oriental.
Los investigadores observaron a esta población en Budongo, un bosque de ese país. La sospecha que los llevó a hacer este estudio vino de los hábitos alimenticios de estos simios, que con muy poca frecuencia consumían hojas, corteza o madera muerta de árboles y plantas con muy bajo o ningún contenido nutricional.
Los científicos recopilaron 17 muestras de 13 especies diferentes de plantas, basándose en el consumo por parte de los chimpancés como “automedicación” o cuando presentaban exceso de parásitos, orina anormal o lesiones en su cuerpo.
Con estas muestras, produjeron en el laboratorio tres extractos diferentes por cada planta o árbol, con el fin de analizar sus componentes y su potencial medicinal. Los investigadores encontraron que, de 53 extractos analizados, todos impactaban negativamente el crecimiento de la bacteria Escherichia coli, que está asociada a infecciones gastrointestinales.
También, algunos de los extractos mostraron la inhibición del crecimiento de bacterias como Staphylococcus aureus o Enterococcus faecium. El estudio encontró que el consumo de estas plantas se daba por parte de individuos altamente parasitados, por lo que las usarían por sus propiedades antibacterianas.
Por otra parte, encontraron que 17 extractos estarían asociados con propiedades antiinflamatorias, como el helecho Christella parasitica, un comportamiento que ya había sido observado en un chimpancé de otra población.
Este estudio, resaltan los investigadores, da nuevas luces sobre un campo de la ciencia dedicado a entender los comportamientos de supuesta automedicación en animales no humanos, y que podría ser útil para descubrir nuevos fármacos.
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