Una reserva de agua de 270 millones de toneladas podría existir en la Luna
En un artículo publicado este 27 de marzo en la revista Nature, científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS), afirmaron tener pruebas de la existencia de una gigante reserva de agua en la Luna gracias a la información recopilada por la sonda ‘Chang’e 5′.
China cree haber resuelto una de las mayores preguntas sobre la Luna: ¿de dónde viene el agua que contiene?
En un artículo publicado este 27 de marzo en la revista Nature, científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS), en colaboración con dos investigadores europeos, aseguran que la clave del origen del agua en el satélite está en las muestras enviadas a la Tierra por la sonda Chang’e 5, que encontró pequeñas cantidades de agua en vidrios de impacto, o sea pequeños granos de diferentes colores que se formaron a altas temperaturas tras choques de meteoritos.
Sen Hu, del laboratorio de física planetaria de la ANC, afirma que el contenido de agua encontrado es de unas 2 mil partes por millón, o de unos 2 mil gramos por cada tonelada de suelo. “En la Luna los impactos de meteoritos son muy frecuentes y suceden por todo el satélite, con lo que los vidrios están repartidos por toda su geografía, desde el ecuador a las regiones polares”, puntualizó Hu (Lea también: El juguete para niños que pudo confundirse con el hallazgo de una nueva especie).
Por tanto, el agua en la Luna podría estar presente de dos formas: en su variante molecular, con dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, y también podría encontrarse como hidroxilo, solo con un átomo de hidrógeno y otro de oxígeno.
Así, los científicos estiman que la cantidad total de este preciado elemento podría llegar a los 270.000 millones de toneladas. En pocas palabras, se estaría hablando de una reserva descomunal comparada con otras estimaciones, como la que hizo en 2010 un radar de la NASA a bordo de la sonda india Chandrayaan, que calculó unos 600 millones de toneladas.
Las muestras chinas son unos mil millones de años más jóvenes que las que recolectaron los astronautas del programa Apolo de Estados Unidos y las misiones robóticas de la Unión Soviética. Los últimos análisis muestran que estos cristales se han estado formando durante los últimos dos mil millones de años.
Uno de los factores clave, según Hu, es que el agua que se encuentra en los cristales ha sido generada por el sol: el viento solar contiene átomos de hidrógeno con carga positiva que penetra en los vidrios y se combina con el oxígeno ya presente. “Estos cristales son los responsables del ciclo del agua en la Luna”, afirmó el científico chino (Lea también: Los más afectados por la contaminación del aire en Bogotá).
Sin embargo, James Carpenter, jefe de ciencias planetarias de la Agencia Espacial Europea (ESA), le explicó al diario El País de España que la cantidad de material reunido es muy pequeña para sacar conclusiones. “Estos vidrios no son probablemente una reserva explotable de agua”, dijo Carpenter, quien además puntualizó que deberá esperarse hasta la misión inglesa que enviará una misión robótica a la Luna, llamada Prospect, en 2026 para confirmar lo que el grupo de científicos chinos investigó.
Una sonda taladrará el suelo lunar, recogerá muestras y las calentará hasta los 100 grados para estudiar los compuestos volátiles presentes, entre ellos el vapor de agua.
Sin embargo, lo que sí aporta la investigación china es una prueba clara del ciclo del agua existente en el satélite, incluida la posible existencia de una gran reserva.
China cree haber resuelto una de las mayores preguntas sobre la Luna: ¿de dónde viene el agua que contiene?
En un artículo publicado este 27 de marzo en la revista Nature, científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS), en colaboración con dos investigadores europeos, aseguran que la clave del origen del agua en el satélite está en las muestras enviadas a la Tierra por la sonda Chang’e 5, que encontró pequeñas cantidades de agua en vidrios de impacto, o sea pequeños granos de diferentes colores que se formaron a altas temperaturas tras choques de meteoritos.
Sen Hu, del laboratorio de física planetaria de la ANC, afirma que el contenido de agua encontrado es de unas 2 mil partes por millón, o de unos 2 mil gramos por cada tonelada de suelo. “En la Luna los impactos de meteoritos son muy frecuentes y suceden por todo el satélite, con lo que los vidrios están repartidos por toda su geografía, desde el ecuador a las regiones polares”, puntualizó Hu (Lea también: El juguete para niños que pudo confundirse con el hallazgo de una nueva especie).
Por tanto, el agua en la Luna podría estar presente de dos formas: en su variante molecular, con dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, y también podría encontrarse como hidroxilo, solo con un átomo de hidrógeno y otro de oxígeno.
Así, los científicos estiman que la cantidad total de este preciado elemento podría llegar a los 270.000 millones de toneladas. En pocas palabras, se estaría hablando de una reserva descomunal comparada con otras estimaciones, como la que hizo en 2010 un radar de la NASA a bordo de la sonda india Chandrayaan, que calculó unos 600 millones de toneladas.
Las muestras chinas son unos mil millones de años más jóvenes que las que recolectaron los astronautas del programa Apolo de Estados Unidos y las misiones robóticas de la Unión Soviética. Los últimos análisis muestran que estos cristales se han estado formando durante los últimos dos mil millones de años.
Uno de los factores clave, según Hu, es que el agua que se encuentra en los cristales ha sido generada por el sol: el viento solar contiene átomos de hidrógeno con carga positiva que penetra en los vidrios y se combina con el oxígeno ya presente. “Estos cristales son los responsables del ciclo del agua en la Luna”, afirmó el científico chino (Lea también: Los más afectados por la contaminación del aire en Bogotá).
Sin embargo, James Carpenter, jefe de ciencias planetarias de la Agencia Espacial Europea (ESA), le explicó al diario El País de España que la cantidad de material reunido es muy pequeña para sacar conclusiones. “Estos vidrios no son probablemente una reserva explotable de agua”, dijo Carpenter, quien además puntualizó que deberá esperarse hasta la misión inglesa que enviará una misión robótica a la Luna, llamada Prospect, en 2026 para confirmar lo que el grupo de científicos chinos investigó.
Una sonda taladrará el suelo lunar, recogerá muestras y las calentará hasta los 100 grados para estudiar los compuestos volátiles presentes, entre ellos el vapor de agua.
Sin embargo, lo que sí aporta la investigación china es una prueba clara del ciclo del agua existente en el satélite, incluida la posible existencia de una gran reserva.