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Los pulpos tiran deliberadamente desechos, a veces dirigidos a otros pulpos. Así lo demuestran las grabaciones que ha recogido mediante cámaras de vídeo submarinas un equipo de científicos liderados por Peter Godfrey-Smith, de la Universidad de Sídney (Australia). La investigación se ha publicado en la revista PLOS ONE.
Los investigadores grabaron el comportamiento de los pulpos sombríos (Octopus tetricus) en la bahía de Jervis (Australia) en 2015 y 2016. Después, analizaron 24 horas de grabación a lo largo de varios días e identificaron 102 casos de lanzamiento de escombros en un grupo de aproximadamente 10 pulpos, aunque la identificación individual no siempre fue posible. (Lea: Simulan un agujero de gusano en un ordenador cuántico)
Concluyeron que estos cefalópodos recogen material, como limo o conchas, y lo propulsan mediante un chorro de agua de su sifón, una estructura en forma de tubo que puede expulsar agua a gran velocidad. Además, impulsan los desechos entre sus brazos y a través del agua, arrojan material a varios metros de distancia.
Para realizar este lanzamiento, tenían que mover su sifón en una posición inusual, lo que sugiere que el comportamiento era deliberado. Asimismo, se observó en ambos sexos, aunque el 66 % de ellos los realizaron las hembras.
“Los pulpos salvajes proyectan varios tipos de material a través del agua en ‘lanzamientos’ impulsados por chorros, que a veces golpean a otros pulpos. Hay indicios de que algunos de ellos son selectivos y desempeñan una función social”, aseguran los científicos. (Lea: El simio despierto: ¿por qué las personas duermen menos que sus parientes primates?)
Un comportamiento poco habitual
Los pulpos pueden cambiar la coloración de su piel, y los colores oscuros se asocian generalmente con la agresión. Los científicos descubrieron que los individuos de coloración oscura tendían a lanzar con más fuerza y eran más propensos a golpear a otro pulpo.
Cerca de la mitad de los lanzamientos se produjeron durante o alrededor del momento de interacción con otros pulpos, como sondeos de brazos o intentos de apareamiento. El del 17 % de estos impulsos de material golpearon a otros pulpos, que a menudo alteraban su comportamiento agachándose o levantando los brazos en dirección al lanzador. (Lea: Un antiguo cráneo humano descubierto en China podría ser el de un Homo erectus)
Es la primera vez que se informa de un comportamiento de este tipo en pulpos. Los autores afirman que, aunque es difícil determinar su intención, los comportamientos observados sugieren que, al menos en algunos contextos sociales, estos animales son capaces de realizar lanzamientos dirigidos, un comportamiento que solo se había observado anteriormente en unos pocos animales no humanos.
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