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El Desminado Humanitario (DH) busca salvar vidas, ese es su sentido más noble, su carácter humanitario. Lo que pocos conocen es que también mejora el desempeño escolar de los niños, niñas y adolescentes (NNA) que habitan en zonas afectadas por el conflicto. Esta es la conclusión a la que llegó una investigación realizada por la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, la cual estudió los efectos en el desempeño escolar en zonas donde se han desplegado operaciones de DH.
El estudio comparó los cambios en el desempeño escolar de los NNA en áreas desminadas antes y después de las operaciones, revisando la ubicación geográfica de todos los colegios de Colombia y la información del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Calidad de la Educación (ICFES) sobre el desempeño en las pruebas nacionales estandarizadas “SABER” de tercero, quinto y noveno grado.
Los resultados son claros: entre 2013 y 2019 se incrementó la proporción de estudiantes con un desempeño satisfactorio en las pruebas SABER de matemáticas y lenguaje en 6.7 y 8.1 puntos porcentuales respectivamente en los municipios beneficiados por el desminado. Esto equivale a un aumento de más del 30% en la obtención de puntajes satisfactorios.
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La investigación también encontró que el efecto positivo del desminado humanitario sobre el desempeño educativo de los jóvenes es mayor en las escuelas cercanas a las áreas desminadas, sobre todo si el desminado se realizó cerca de una vía de acceso a las escuelas.
Otro indicador positivo encontrado por la Universidad es que la matrícula en los colegios ubicados cerca a las áreas desminadas aumentó un 34%. Esto, junto con la posibilidad de abrir nuevos colegios, incrementó el número de estudiantes que tomaron las pruebas SABER. Adicionalmente, el estudio evidenció un incremento en la cantidad de maestros que atienden dichas escuelas y se redujo la proporción de estudiantes por cada profesor.
Estos impactos positivos en los municipios beneficiados por el desminado humanitario tiene una explicación sencilla: la remoción de minas antipersonal elimina la amenaza que estos artefactos explosivos ejercen sobre la movilidad de las personas y en el acceso a servicios básicos como la educación.
Desde el Servicio de Acción Contra Minas de las Naciones Unidas (UNMAS) reiteramos nuestro llamado a los grupos armados no estatales, para que cesen el uso de estos artefactos explosivos. Queda demostrado que las minas antipersonal, además de cobrar la vida de cientos de inocentes y dejar marcas imborrables en los sobrevivientes, trunca los sueños de miles de niños, niñas y adolescentes en Colombia que anhelan a través de la educación, construir un mejor futuro.
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El desminado humanitario debe continuar como una prioridad del gobierno colombiano y de la cooperación internacional. La eliminación de las minas antipersonal es una condición necesaria para que el desarrollo pueda llegar a los territorios afectados por la violencia, y como lo muestra esta investigación de la Universidad del Rosario, también es necesaria para la equidad y para mejorar la calidad de la educación que reciben allí nuestros niños y niñas.
UNMAS ha anunciado su campaña para 2023 llamada “La acción contra minas no puede esperar”, la cual hace énfasis en la urgencia que enfrentan miles de comunidades que sufren por la contaminación con artefactos explosivos. Para que la Paz Total, el desarrollo sostenible y la educación de calidad llegue a estas regiones, reiteramos: el desminado humanitario no puede esperar.
*El autor es Representante del Servicio de Acción Contra Minas de las Naciones Unidas (UNMAS) en Colombia.