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La naturaleza del conflicto armado en Colombia está vinculada al control, uso y explotación de la tierra como recurso. Según el Banco Mundial, Colombia está entre los países más desiguales en materia de tenencia y acceso a la tierra. Aunque el país recientemente comenzó un programa masivo de compra de tierras para redistribución, los procesos de transferencia de la propiedad, titulación, verificación del uso y explotación de ese activo imponen retos en el desarrollo y administración de los registros públicos que le permiten al Estado liderar cualquier proceso que imprima justicia y equidad en la propiedad de la tierra en Colombia. El eslabón fundamental en este proceso es el catastro.
En general, un registro de la propiedad que funcione bien puede respaldar el desarrollo de un mercado inmobiliario, fomentar la inversión en propiedades y brindar a los ciudadanos seguridad en la tenencia. Los registros públicos como el catastro, son fundamentales para la prosperidad de las sociedades. Por un lado, pueden apoyar el desarrollo al proporcionar un sistema confiable y transparente para rastrear información, como la propiedad, el uso de la tierra y los servicios gubernamentales. Esta información se puede utilizar para mejorar la toma de decisiones, aumentar la rendición de cuentas y facilitar la actividad económica.
Por otro lado, la ausencia de registros públicos o los registros que funcionan mal pueden representar obstáculos significativos para el desarrollo. Por ejemplo, la falta de información sobre quién es dueño de qué tierra puede dar lugar a disputas y socavar el Estado de Derecho. Los registros que funcionan mal también pueden desalentar la inversión, crear barreras a la actividad económica y reducir la eficacia de los servicios gubernamentales. Incluso existe evidencia científica que sugiere que la carencia de registros de propiedad, en particular de la tierra, incide en la reactivación de conflictos armados como ha pasado en Timor, Mozambique y Kosovo.
El acuerdo de paz del Teatro Colón reconoció muy bien esta problemática al haber comprometido al Estado a desarrollar un Catastro Multipropósito. El primer punto “Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral (RRI)”, reconociendo la estrecha relación entre el conflicto armado y la tierra, busca la generación de bienestar para la población rural a través del del acceso integral a la tierra. Esto exige, en línea con la experiencia mundial en la materia, un sistema de información que consigna datos actualizados en una combinación de registros escritos y planos detallados de terrenos con la información sobre el registro y la propiedad del suelo, características físicas, modelo econométrico para la valoración de propiedades, zonificación, sistemas de información geográfica, transporte y datos ambientales, socioeconómicos y demográficos.
Previo a la suscripción del Acuerdo Final, el catastro nacional no estaba formado en 28% del territorio nacional, no se encontraba actualizado en el 63,9% del territorio y no tenía integración con otros sistemas de información sobre el territorio1; todo ello suponía una gran barrera en la resolución de los problemas relacionados con la gestión de la tierra. Esto también ocurría en tanto el catastro carecía de un enfoque multipropósito y era visto únicamente como una herramienta con fines fiscales, lo que hacía que las autoridades no ejecutaran acciones pertinentes con relación a este y que no se reflejara de manera veraz la información de los predios. Con la suscripción del Acuerdo Final y la inclusión del carácter multipropósito, se busca dotar al catastro de bondades que permitan una mayor seguridad jurídica, eficiencia del mercado inmobiliario, estimular la desconcentración de la propiedad rural improductiva, promover el desarrollo y ordenamiento territorial, y proveer evidencia para asignar recursos públicos en proyectos que afectan la relación de las comunidades con sus territorios2.
En el Proyecto de Ley del Plan Nacional de Desarrollo se prevé el fortalecimiento del catastro multipropósito con el liderazgo del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la gestión del Fondo Colombia en Paz (FCP) a través de una inversión de recursos para acelerar su desarrollo. La información catastral multipropósito es parte fundamental del entendimiento de nuestro territorio, de las comunidades que lo habitan y sus necesidades; hoy es un pilar de la construcción de la paz en Colombia. Pero para las generaciones jóvenes que, ojalá, disfruten de esa paz, bien puede ser la herramienta que les permita gestionar conocimiento sobre su territorio, su entorno y la apuesta de desarrollo que quieran para Colombia.