¿Cómo podría la regulación del cannabis proteger a niños, niñas y adolescentes?

Carolina Pinzón
14 de octubre de 2024 - 04:59 p. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

El debate en torno a los efectos la regulación de cannabis de uso adulto se reactiva en nuestro país, luego de que el representante Juan Carlos Losada, junto con otros congresistas, presentaran de nuevo el proyecto de acto legislativo mediante el cual se modifica el artículo 49 de la constitución y se elimina la prohibición del porte, producción, distribución, venta y consumo del cannabis y sus derivados por parte de mayores de edad.

Uno de los argumentos centrales en contra de la regulación ha sido la preocupación en torno a los efectos negativos que puede traer para la salud y el bienestar de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes; que debemos decir, hoy se exponen sin mayor restricción a un amplio mercado de productos, que van más allá de la flor de cannabis y que resultan incluso más llamativos, como las gomitas, galletas o pasteles.

Contrario a lo que muchos piensan, una regulación bien implementada puede (y debe) desempeñar un papel importante en la protección de la salud y el bienestar de niños, niñas y adolescentes. A continuación, expongo las maneras en que una regulación adecuada puede contribuir a este objetivo.

1. Restricciones para el acceso y protección de la exposición temprana

El principal beneficio de regular el cannabis es la reducción del acceso a la sustancia. Cuando el cannabis está regulado, se establecen controles estrictos sobre su distribución y venta, limitando el acceso a menores de edad. Esto contrasta con el mercado actual, donde no existen controles sobre la edad de los compradores, y las personas, incluso los menores de edad, pueden adquirir cannabis con mayor libertad y facilidad. Al restringir el acceso de los menores a través de canales legales y regulados, se disminuye la posibilidad de que se inicien en el consumo a una edad temprana.

2. Restricciones al mercadeo y la publicidad

En un marco regulado, la publicidad y el marketing del cannabis están sujetos a restricciones, dentro de las cuales no solo se incluyen limitaciones a campañas publicitarias y difusión de información en determinados canales de comunicación, sino también control sobre la marca e imagen de productores y comercializadores, llegando a regular incluso la forma en la que un punto físico de dispensación autorizado se ve. Al controlar y regular la publicidad, se reduce la posibilidad de que los jóvenes se vean influenciados por mensajes llamativos, que normalicen o alienten la compra y el consumo de cannabis.

3. Empaquetado de seguridad y con advertencias

La regulación del cannabis permite establecer normas sobre el empaquetado y el etiquetado de los productos. Los empaques de seguridad, diseñados para ser difíciles de abrir para los niños, previenen el acceso accidental y la ingesta no intencionada y permite proteger a los más pequeños. Además, la inclusión de advertencias de salud claras y visibles en los envases educa a los consumidores sobre los riesgos potenciales del uso de cannabis, incluyendo los efectos negativos en el desarrollo cognitivo de los adolescentes. Este tipo de información es crucial para que tanto los padres como los jóvenes puedan tomar decisiones más informadas.

4. Mayor inversión en prevención y educación

La recaudación de impuesto sobre la venta del cannabis ofrece una oportunidad para aumentar los recursos que en la actualidad se invierten en implementar programas de educación y prevención dirigidos a jóvenes. En un entorno regulado, las campañas educativas pueden ser parte de las estrategias de salud pública para informar a los adolescentes sobre los riesgos del uso de cannabis. Además, la regulación permite que se incluya información clara y accesible sobre los efectos y riesgos del cannabis en los en edades tempranas y motivar la toma de decisiones informada, ayudando a prevenir el consumo problemático.

5. Mayor inversión en servicios de salud

Igualmente, los ingresos generados por la regulación del cannabis pueden destinarse a financiar servicios de apoyo y tratamiento. Estos fondos pueden ser utilizados para desarrollar programas de reducción de daños y tratamiento para los trastornos por consumo, pero sobre todo para fortalecer los servicios de detección temprana de los adolescentes que puedan estar en riesgo de desarrollar problemas relacionados con el consumo de sustancias.

6. Acceso a información y atención en salud libre de estigmas y discriminación

La regulación del cannabis también contribuye a la desestigmatización del consumo de drogas y promueve un diálogo más abierto sobre el tema. Un enfoque regulado permite una discusión más honesta y basada en evidencia sobre el cannabis y sus efectos, tanto para los adultos como para los jóvenes. Esto puede llevar a un ambiente en el que los adolescentes se sientan más cómodos buscando ayuda o hablando sobre problemas relacionados con el consumo sin temor a la condena social.

Por Carolina Pinzón

 

Guillermo(19476)15 de octubre de 2024 - 07:18 p. m.
Estamos en mora de aprobar el uso del cannabis ,debido a la mojigateria de la derecha colombiana ,quieren ser más papista s que el papa. . .
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar