El sinuoso camino para identificar los campos minados del conflicto con las FARC

Pablo Parra
12 de julio de 2023 - 05:25 p. m.
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Ubicar los artefactos explosivos instalados por las antiguas FARC-EP durante el conflicto armado es uno de los compromisos adquiridos por los firmantes del Acuerdo de Paz de 2016 que ha tomado tiempo para su cumplimiento. Pero finalmente hay avances significativos para compartir.

El punto 3.1.7.1. del Acuerdo del Teatro Colón señala que las FARC-EP contribuirían “por diferentes medios, incluyendo el suministro de información, con la limpieza y descontaminación de los territorios afectados por minas antipersonal”. En cumplimiento de este punto, el pasado 20 de abril, representantes de los firmantes de paz entregaron oficialmente a la Oficina del Alto Comisionado de Paz (OACP) la ubicación de un número importante de campos minados instalados por excombatientes de las FARC-EP en Antioquia, Córdoba, Tolima y Nariño.

Esta información fue recopilada durante 2022 entre los firmantes de paz y recopilada y entregada por el Consejo Nacional de Reincorporación del Partido Comunes en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en el municipio Manaure, departamento del Cesar.

Los datos que han sido reconstruidos de la manera más precisa posible incluyen: la fecha en que se instalaron los artefactos explosivos, las coordenadas aproximadas, el tipo de artefactos instalados, los materiales con los que fueron fabricados y hasta el mecanismo de activación usado por los explosivistas de la antigua guerrilla. Para garantizar este nivel de detalles, el Servicio de Acción Contra Minas de las Naciones Unidas (UNMAS) desarrolló la metodología y herramientas de recolección de datos y posteriormente entrenó a los firmantes de paz que se encargaron de recopilar la información en diferentes ETCR del país.

Pero llegar a este punto no fue fácil. El Mecanismo Tripartito creado para apoyar el cumplimiento de este importante punto del Acuerdo Final de Paz, conformado por el Gobierno de Colombia, los firmantes del Acuerdo y las Naciones Unidas fue creado en agosto de 2020, más de tres años después de la firma del Acuerdo Final, con la finalidad de buscar la respuesta a preguntas fundamentales que habían impedido la implementación.

¿Quién recopilaría la información?, ¿cómo se garantizaría la protección de los excombatientes que suministrarían los datos?, ¿qué entidad verificaría la calidad de la información?, ¿quién financiaría estas labores? Los planes fueron sometidos a prueba en julio de 2021, cuando se hicieron las primeras pruebas de recolección de información en Barrancabermeja, Santander y en Chaparral, Tolima, las cuales sirvieron de base para un proyecto piloto implementado durante 2022 con el apoyo financiero del Reino de Noruega y que permitió la recopilación de los datos entregados en abril pasado.

La información facilitada por 46 excombatientes, aparte de cumplir con los compromisos adquiridos en La Habana, complementará los planes de desminado humanitario en los 10 municipios donde se reportaron las ubicaciones de los artefactos explosivos.

Sin embargo la tarea no ha concluido. Ahora se busca ampliar este proyecto durante dos años para recopilar la información que conservan los firmantes de paz sobre áreas minadas en otras regiones. En Colombia hay escondidos miles de artefactos explosivos que amenazan la vida de sus ciudadanos en cada paso que dan. Confiamos en que estas primeras acciones, las lecciones aprendidas y la voluntad de las partes permitirán avanzar más rápido en el suministro de información.

Lamentablemente, no todos los artefactos explosivos fueron instalados por la extinta guerrilla y varios grupos armados continúan fabricándolos mientras escribimos estas palabras. Aprovechamos entonces estas primeras señales de éxito para enviar un mensaje a los otros grupos que utilizan minas antipersonal para que cesen su uso de manera inmediata, y colaboren con la construcción de paz en Colombia, entregando la ubicación de los campos minados para facilitar su erradicación.

Desde Naciones Unidas seguiremos apoyando estos esfuerzos del Gobierno de Colombia y los firmantes de paz por lograr la implementación total del Acuerdo de 2016, incluidos puntos tan sensibles y necesarios como este. Igualmente esperamos que estas acciones inspiren a otros actores armados. Todos buscamos lo mismo: una Colombia sin minas antipersonal y en paz.

*El autor es Representante de UNMAS en Colombia.

Por Pablo Parra

 

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