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La Jurisdicción Especial para la Paz, a través de una sentencia, mencionó que entre el año 2010 y 2022 se cometieron 6.402 muertes ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate, es decir, ejecuciones extrajudiciales llamadas popularmente falsos positivos; en cada departamento del país ocurrieron estos hechos y el Tolima no fue la excepción.
El Batallón Patriotas del Ejército Nacional realizó la Operación Mercurio en el municipio del Líbano el día 18 de abril del 2002. En esta operación tuvo fuertes enfrentamientos con miembros del frente Bolchevique del Ejército de Liberación Nacional. Al terminar, el Ejercito reportó dos guerrilleros dados de baja cuya identificación no fue posible lograr y quedaron declarados como personas sin identificar, sin embargo, sus características morfológicas fueron registradas por parte del equipo forense.
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Entre historias tristes caminan las familias colombianas. Un día antes de la Operación Mercurio, el 17 de abril del 2002, los hermanos Guillermo y Leonardo Tole, desaparecieron en el municipio de Lérida, Tolima, a 46 kilómetros del Líbano. Al comenzar la búsqueda de los hermanos, solo se contaba con la información que dio la hermana de ellos ante el tribunal de Justicia y Paz: los hermanos habían sido citados por un paramilitar conocido como alias “el cuñado” perteneciente al Frente Omar Isaza, de las autodefensas Unidas de Colombia.
Luego de doce años de intensa búsqueda, en el año 2014 la unidad de investigación del Tribunal de Justicia y Paz escuchó las declaraciones de integrantes desmovilizados del Frente Omar Isaza, donde mencionaban que los hermanos habían sido retenidos por ellos en Lérida y entregados posteriormente al Ejército Nacional. Es decir, Los paramilitares capturaron dos personas inocentes en el municipio de Lérida para entregárselos al Ejército Nacional para que fueran reportados como logros de combate, como logros militares. Esta práctica es la que se denomina “muertas ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate, ejecuciones extrajudiciales o también denominadas: falsos positivos”
Pasados ocho años de las declaraciones y veinte años después de la desaparición de los hermanos Tole, el Tribunal Administrativo del Tolima, por medio de un fallo, condenó al Estado Colombiano por estas dos ejecuciones extrajudiciales, pues según la sentencia, a través del Batallón Patriotas de Honda, Tolima, intervino en la acción que dio muerte a dos personas inocentes.
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La familia Tole nunca volvió a ser la misma, el Ejército Nacional destruyó una familia que tuvo dos hermanos desaparecidos por más de 20 años, hermanos que realmente fueron falsos positivos. La alianza criminal entre las Fuerzas Militares y las Autodefensas Unidas de Colombia fue demostrada a través de esta sentencia y de este caso.
Existe una doble condición de víctima con los hermanos Tole, además de ser falsos positivos, son personas víctimas de desaparición forzada. Las investigaciones y las declaraciones no han dado resultados suficientes que logren ubicar los cuerpos de ambos. Los cuerpos desaparecieron luego de ser caracterizados morfológicamente y aún sigue sin saberse nada de su suerte.
Resulta importante la condena al Estado, pero todavía queda faltando la condena de tipo penal, por ello aún no se sabe quiénes fueron los que dieron la orden, ni quiénes fueron los culpables de estas dolorosas e ilegales acciones.
Por último, la Política de Seguridad Democrática 2002-2010, construida por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, dejó por lo menos 6.402 víctimas de falsos positivos, entre los que se encuentran los dos hermanos Tole. El Ejército Nacional con la finalidad de tener “positivos y resultados”, dio de baja a miles de personas inocentes dejando a familias y comunidades destruidas.