Inició el desarme de las FARC

Universidad de La Sabana
01 de marzo de 2017 - 09:20 p. m.

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Arma y guerrillero forman un todo que simboliza su disposición para el combate y/o la resistencia armada. Al contrario, un guerrillero sin arma expresa la disposición para otros asuntos diferentes a lo bélico. El punto es que una organización guerrillera sin armas pierde su razón de ser como tal.

Según el acuerdo del Teatro Colón, la totalidad de las armas de la guerrilla reposarán en los contenedores de la ONU el día D+ 180, es decir, el próximo primero de junio, pero sigue sin definirse la fecha de entrega del primer 30% de armas individuales, las mismas que acompañaron a los guerrilleros en su reciente marcha a los puntos de concentración.

El Gobierno y las FARC confirmaron que el calendario no varía, pero ninguno aseguró que dicho porcentaje descrito en el acuerdo firmado en el Colón se cumpla hoy. “Comienza el proceso de desarme que supone el registro de las armas, la destrucción del armamento inestable, el almacenamiento de las armas de acompañamiento, todo lo que no se había hecho”, declaró Sergio Jaramillo.

La realidad es que parece que los términos acordados no se cumplirán estrictamente, pues el cronograma presenta retrasos. Por ejemplo, la movilización a los puntos de concentración no tardó dos semanas, como estaba previsto, sino dos meses, y el proceso de dejación no arrancará con la entrega del primer porcentaje de armas individuales, sino solo con el registro e identificación de dichas armas.

Lo cierto es que, hablando con precisión, hoy será recordado como el día en que 117 guerrilleros que hacen parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación entregaron sus armas (mucho menos que el 30% de las de la organización) a la ONU para poder ejercer adecuadamente la labor asignada. Y para resaltar este avance, Iván Márquez dio un parte de tranquilidad: “Las FARC no están involucradas en tácticas dilatorias del proceso, y son conscientes que se debe dar tiempo al Gobierno para que pueda cumplir sus compromisos”. En fin, la dejación de armas comienza su carrera regresiva para lo cual quedan cuatro meses y esto es una buena noticia para el país.

Ahora bien, más allá del cumplimiento estricto de los tiempos acordados, lo más importante es que el arranque oficial de cronograma para que las FARC dejen de manera definitiva las armas a disposición de la ONU, después de tenerlas en su poder durante 50 años “para hacerse oír” como en su momento lo declaró el “Mono Jojoy”, nos sigue indicando que el proceso de paz sigue adelante y, por ende, su irreversibilidad se va haciendo más evidente.

No obstante, esa irreversibilidad no es aún definitiva pese a que teniendo en mente todos los avances que se han logrado en el cumplimiento de lo acordado, es un hecho que tanto para el Gobierno como para la guerrilla hoy día tendría un alto costo político detener el proceso o, peor, dar marcha atrás. ¿Cómo lo justificaría cualquiera de los actores? Sin embargo, para que la irreversibilidad sea definitiva el costo político de detener o echar para atrás debe subir pasando de alto a altísimo.

Me explico, indudablemente con el arranque oficial de la dejación de las armas sube el costo político de dar marcha atrás en la ruta acordada para cerrar el conflicto bélico puesto que se tornó más alto que el que tuvo los días inmediatamente siguientes al 2 de octubre cuando el sí fue superado por el no. Sin embargo, para que la irreversibilidad sea definitiva se requiere que dicho costo sea más alto para cualquiera de los actores. Y esto, más que con declaraciones, solo se logra mostrando -antes de que termine el mes de marzo- que en efecto el 30% de las armas individuales quedó almacenado en un contenedor de la ONU.

Pero el costo político solo alcanzará la categoría de “altísimo” cuando esté marchando la Jurisdicción Especial para la Paz. Ese día sí se podrá afirmar sin temor a errar que el proceso de paz con las Farc se tornó definitivamente en irreversible.  

* Escrita por: Carlos Alfonso Velásquez, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana. 

 

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