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Por: Lázaro José Vivero Paniza*
Recuerdo que en la época del gobierno de Álvaro Uribe Vélez se vivió lo que nunca debió suceder y fue la captura masiva de cientos de jóvenes para demostrar que se estaba ganando la guerra contra la guerrilla, pero cometiendo tanta injusticia que los rostros de la pobreza y miseria sufrida por la población sometida a través de la violencia fueron catalogados de guerrilleros y otros "dados de baja" supuestamente en combate.
Otros fueron asesinados y presentados como subversivos y más conocidos a través de los medios como "falsos positivos" siendo jóvenes humildes sacrificados para lograr el aplauso de quien exigía resultados a la fuerza pública convirtiéndose esto en el mayor error de la historia, por la cantidad de asesinatos y desapariciones cometidas por un Estado supuestamente democrático.
Muchos militares, policías y fuerzas del Estado como agentes de la Fiscalía y del DAS fueron judicializados por estos hechos y se convirtió en una "cacería de brujas" patrocinado desde el mismo Gobierno que creía que con una actitud demencial mostraba a través de los medios a cientos de capturados y otro tanto de ciudadanos ejecutados sin misericordia, a sabiendas que no existe la pena de muerte en el país.
Se creyeron con el "derecho" de cegar la vida de muchos imponiendo o tratando de imponer sus ideas a través de la violencia que tanto criticaban y combatían, convirtiéndose en peores seres creando grupos igualmente ilegales como forma de combatir lo que día a día tomaba más fuerza en el país por más de cincuenta años. Nacieron así los grupos "paramilitares" que pusieron en tela de juicio ante muchos las instituciones legítimamente constituidas. iniciaron procesos y los señalados fueron judicializados y declarados inocentes. Muchos militares condenados demostrando que todo lo que se afirmaba en los corrillos era cierto y que esto generaba desconcierto y desilusión en el pueblo en general. Todo lo negaban y muchos apoyaban sin importar los procedimientos convirtiéndose en cómplices.
Miles asesinados para hacer ver la "mano dura y el corazón grande" como propuesta de solución a lo que se vivía en tema de seguridad.
Al parecer volvemos a lo mismo, pero con un proceso diferente que es el asesinado de líderes sociales no masivamente sino uno a uno, para que no se arme escándalo. En todas las regiones y selectivamente nos muestran el asesinato de alguno de ellos que sólo por hacer valer sus derechos fueron sentenciados a muerte como solución de aquellos que, se creen con derecho a todo pero que son señalados de corrupción. La historia se repite por los actores que quieren imponer sus ideas con violencia.
Los líderes sociales no son sinónimo de guerrilla como pretenden hacernos ver, sino que, son los mismos seres humanos que su único pecado es ser pobres y humildes, sumidos en la pobreza y violencia insostenible de este país.
Son los patrocinadores de la violencia los que se tomaron el poder y se perpetúan en él. Son los mismos socios de los grupos paramilitares y narcos que como las mafias infiltraron las instituciones para poder ejercer control de todo. Son los mismos que se catalogan "gente de bien" y terminan judicializados Son los mismos que venden la idea de que los líderes sociales son sinónimo de guerrilla y que imponen la pena de muerte a sabiendas de que en la Constitución no existe.
Debemos decir basta y exigir que los líderes sociales se respeten porque son ciudadanos con derechos y deberes como todos.
Los líderes sociales no son guerrilleros como no los presentan para justificar lo injustificable.