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*Lázaro Vivero Paniza
Son muchos los años que el pueblo colombiano y en especial las poblaciones que corresponden a la región conocida como la de los Montes de María que vienen padeciendo la indiferencia gubernamental, el abandono de la clase que se denomina política, la de los empresarios y en general la de una sociedad pudiente, en donde hemos podido apreciar la violencia, el asesinato, la persecución, el desplazamiento permanente de comunidades por parte de algunos que se apoderaron de sus tierras con el beneplácito de una dirigencia corrupta que los sometió a una pobreza sin fin.
Cincuenta y seis masacres que han dejado a unas poblaciones llenas de miedo, temerosas de volver a su terruño, desconfiadas de las autoridades después de presenciar y vivir todo tipo de vejámenes que lograron los actores al margen de la Ley, con la complicidad de la fuerza pública y de policía.
La dignidad pisoteada por el despojo de tierras fértiles en donde incluso hubo prosperidad y riqueza con productos como el tabaco. Pero el comportamiento de los mal llamados “dirigentes” que en el día de hoy purgan penas de prisión son las pruebas contundentes de la violación a la Constitución y las Leyes, a los Derechos Humanos y a las normas del Derecho Internacional Humanitario.
Son muchos años de oprobiosa actuación contra una población campesina en donde la violencia de unos y otros, terminó convirtiéndola en tierra de miedo, sin servicios básicos y una pobreza que da grima.
Los peores actos de violencia tuvieron cabida como las masacres, secuestros, desplazamientos, desapariciones, sin que hasta la fecha se observe progreso alguno en la región.
Muchos trabajando de manera que hasta pasan desapercibidos ante tantas necesidades y en silencio porque no buscan protagonismo sino soluciones. Muchos trabajando de manera incansable para dejar en el pasado tanta mezquindad y violencia que permitan seguir soñando con un cambio para vivir en esos poblados por fin con dignidad.
Por ello después de conocer parte del Plan Nacional de Desarrollo sabemos de las gestiones realizadas por el parlamentario Héctor Vergara Sierra oriundo del departamento de Sucre para que la inversión llegue a los Montes de María para iniciar parte de la recuperación, al constatar que la aprobación es un hecho en la Cámara de Representantes y lograr un presupuesto de un billón de pesos para inversión en acueducto y alcantarillado de los poblados que nunca han contado con estos servicios que permiten vivir con dignidad como seres humanos.
Esperamos que la clase política regional y nacional siga el ejemplo del congresista Vergara Sierra para que en esta región se beneficie después de tanta violencia y politiquería de un proyecto de Paz con dignidad de muchos billones que permita la inversión en todo lo que ayude para que el desarrollo llegue y, sus habitantes suplan sus necesidades de manera digna y definitiva. Educación, salud, vivienda, recreación y trabajo sin violencia sumado a la restitución de tierras a los verdaderos propietarios.