‘SecretariOs’ de seguridad: entre la tecnocracia y las cuotas políticas

Elementa DD.HH. y Edisantiago Gutierrez
02 de marzo de 2024 - 02:00 p. m.
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Las narrativas sobre seguridad parecen ser un monopolio de hombres de derechas. Desde la izquierda política se ha privilegiado una mirada desde la seguridad humana, doctrina que ha conectado temas como la desigualdad, el desarrollo equitativo y, más recientemente, la justicia social como variables explicativas de los picos y descensos en los principales indicadores de seguridad. La agenda de seguridad en Colombia, sin embargo, permanece dominada por voceros de centro y derecha. Reflejo de ello fueron las elecciones locales pasadas: en las cuatro principales ciudades del país ganaron candidatos de centro-derecha y en tres de las cuatro la seguridad se convirtió en el tema que más preocupaba a los votantes.

A pesar de ello, la aproximación que los alcaldes de las grandes ciudades están teniendo sobre el tema dista de ser uniforme: aun ante el relativo consenso ideológico, estos encargaron la seguridad a personas con trayectorias muy variadas. En este artículo hago un balance acerca de los perfiles de quienes ocupan este cargo y qué implicaciones puede tener para el tratamiento del tema.

El secretario de seguridad de Bogotá podría ubicarse en el lado más “tecnócrata” del grupo de funcionarios que se desempeñan en esta cartera. Adicional a su trabajo como investigador sobre conflicto armado, César Restrepo se ha desempeñado en distintos periodos dentro del Ministerio de Defensa. Justamente, entre 2010 y 2016 trabajó en la reforma al ministerio derivada de la finalización del conflicto con las FARC-EP. Su pasado en Mindefensa puede augurar la principal tarea de su labor: la articulación entre la Fuerza Pública y el gobierno distrital. ¿Quién mejor, acaso, que un “propias tropas” para liderar la interlocución con la Policía, la inteligencia militar y otras instituciones involucradas en la seguridad de la capital? Sin embargo, su interés está más enfocado en mejorar la percepción ciudadana de seguridad y la creación de confianza institucional, frentes de trabajo que parecen estar más relacionados con lo mediático que con la seguridad misma. Ojalá tenga éxito en su cometido.

En Cali se sigue una receta similar a la de Bogotá, pero con menos experiencia “militar”. Jairo García viene de trabajar en la Cámara de Comercio de Bogotá en temas de seguridad, desde donde saltó a la Secretaría de Seguridad (de Bogotá también), en el último gobierno de Peñalosa. También fungió como viceministro de defensa, donde trabajó con Carlos Holmes. Su opinión sobre un tratamiento represivo a la protesta pública ha sido vocal, lo cual preocupa respecto a la garantía a este derecho en Cali. Sin embargo, ha discutido y recibido recomendaciones de distintos expertos y expertas del país sobre su agenda de seguridad, lo cual da garantías acerca de una posición conciliadora y basada en evidencia. Amanecerá y veremos.

La faceta contraria la representan los secretarios de Medellín y Barranquilla. En la capital paisa fue nombrado Manuel Villa Mejía, quien hasta hace poco ejercía como director del partido político personalista Creemos y fue secretario privado de Federico Gutiérrez en su pasada alcaldía. El alcalde Gutiérrez privilegió la cercanía y lealtad antes que el conocimiento sobre la cartera. Aparte de un diplomado en Seguridad y Defensa Nacional, no tiene ninguna experiencia o conocimiento previo en seguridad. El mandato del alcalde, sin embargo, fue claro: “La Seguridad y la Convivencia en Medellín siguen siendo un reto muy importante. Articulación entre las instituciones como @PoliciaColombia @COL_EJERCITO @FiscaliaCol @AlcaldiadeMed y una Justicia cercana al ciudadano, son fundamentales” manifestó el mandatario en sus redes sociales. El reto está, al igual que en Bogotá y Cali, en la articulación con otras instituciones.

Barranquilla, por su parte, estrena secretaría de seguridad con Yesid Turbay, un viejo conocido de la familia Char, pero que poca o nula experiencia tiene en seguridad. Turbay viene de trabajar como secretario del interior de la Gobernación del Atlántico y, durante su larga carrera como funcionario público, ha permanecido cerca de los Char. Tal es el caso que, entre 2005 y 2007, fue el gerente del Junior de Barranquilla. Similar a Medellín, el alcalde Alejandro Char eligió la cercanía clientelar antes que la experticia. En este caso, sin embargo, no lo mandó “sin balas a la guerra”. Probablemente, sea Julio César González Bedoya, exgeneral de la Policía y Alto Consejero para la Seguridad de Barranquilla, quien termine determinando el rumbo en esta materia. De cualquier modo, no está claro cuál es el norte que cualquiera de los dos funcionarios le imprimirá a la cartera.

El balance, por ahora, es incierto para las cuatro ciudades. A la par que la percepción de seguridad sigue empeorando en ciudades como Bogotá y Medellín por robos y homicidios cometidos con espectacularidad en las últimas semanas, las acciones emprendidas por las alcaldías y sus secretarías de seguridad están en una etapa prematura. A pesar de ello, y de las diferencias entre los secretarios, se esboza una tendencia clara: el esfuerzo que hacen los mandatarios por articularse con otras instituciones, principalmente las militares. Tal vez haya habido un aprendizaje sobre la inacción que genera el choque entre alcaldía y Fuerza Pública, como bien lo demostró la alcaldía de Claudia López, Jorge Iván Ospina e incluso el mismo Gustavo Petro cuando fue alcalde. Tal vez es una muestra más de que la seguridad sigue siendo un tema de “derechas”. Aun con ello, esperemos un tratamiento innovador y diligente de este abanico variopinto de funcionarios que se estrenan en esta cartera.

Por Elementa DD.HH.

Elementa DDHH es un equipo multidisciplinario y feminista que trabaja desde un enfoque socio-jurídico y político, para aportar a la construcción y fortalecimiento regional de los derechos humanos a través de sus sedes en Colombia y México. Sus áreas de trabajo son políticas de drogas y derechos humanos y verdad, justicia y reparación.

Por Edisantiago Gutierrez

 

CARLOS(lcggj)02 de marzo de 2024 - 04:42 p. m.
Creo que, las "secretarías de seguridad", puede estar bajo la dirección de buenos tecnócrata, pero, sin duda, rodeados de un "equipo experimentado y competente en las lides de seguridad" o, al contrario, bajo la dirección de una persona "experimentada y competente", pero, rodeada de buenos tecnócratas. Obviamente, trabajando como, un verdadero equipo, sin prejuicios e imposiciones, es decir, concertados a pesar de las diferencias.
FRANCISCO(dshas)02 de marzo de 2024 - 04:29 p. m.
No entiendo por qué no entienden q la clave de la seguridad está en la reforma al Código Penal, penas mas altas para los delincuentes, eliminar beneficios a los reincidentes, acabar con la alcahuetería de casa x cárcel, inhabilidad perpetua para los corruptos, eliminar la figura del vencimiento de términos, sancionar abogados q dilatan los procesos, sanción para fiscales y jueces negligentes y corruptos. Cárceles autosostenibles y de rehabilitación, no al estilo Bukele, los demás es adicional
Celyceron(11609)02 de marzo de 2024 - 03:31 p. m.
"Aun con ello, esperemos un tratamiento innovador y diligente de este abanico variopinto de funcionarios"... ¿Innovador? Pedir patrullaje, en las ciudades, de los militares es lo más viejo y peligroso para la ciudadanía. ¿Qué pretenden los alcaldes que hagan soldados armados en las calles? ¿Asustar o actuar?
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