¿Quién debe dirigir la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas - UBPD?

La abogada y defensora de derechos humanos, Dra. Luz Marina Monzón Cifuentes, ha sido la directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas – UBPD, si ella no continúa, la dirección de la UBPD debe estar en los familiares de los desaparecidos, pero por ningún caso en alguien que provenga de la Fiscalía.

Debemos un reconocimiento público a la Dra. Monzón por lo logrado desde la dirección de la UBPD en medio de la adversidad de cuatro años de gobierno de Duque. A pesar de tanto en contra, logró crear una entidad, organizarla internamente, crear 18 oficinas territoriales y cinco satélites, posicionar a nivel nacional e internacional la situación de las personas desaparecidas con estrategias pedagógicas y comunicativas, formular una propuesta de Plan Nacional de Búsqueda y algunos planes regionales, iniciando acciones de búsqueda, prospecciones y exhumaciones, con varios casos donde se logró dar una respuesta a los familiares, entregando informes técnico forenses y sobre lo acaecido, junto con los cuerpos recuperados.

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Sin embargo, no fueron suficientes las acciones de la UBPD para lograr uno de los principios del Acuerdo de Paz, en especial del punto cinco, sobre los derechos de las víctimas. Faltó generar una Participación de los familiares y sus organizaciones de una manera constante, decisoria, incidente, amplia y diversa a nivel nacional, con efectividad y eficacia que se traduzca en la presencia y acción de los familiares en cada fase del proceso de búsqueda, no como un favor sino como un derecho. El proceso de búsqueda pertenece a los familiares, instituciones como la UBPD son un medio, una herramienta, y comprenderlo implica que los protagonistas del proceso de búsqueda sean los familiares y sus organizaciones. La manera más evidente de participación sería que los familiares tuvieran la dirección de la UBPD en los próximos años.

La UBPD fue planteada en el Acuerdo Final de Paz como una herramienta para la búsqueda de las personas desaparecidas que han emprendido los familiares y sus organizaciones desde inicios de los 80s. Su carácter humanitario y extrajudicial está planteado para colocar en el centro de su acción la búsqueda de las personas desaparecidas con la participación de los familiares junto a sus organizaciones y no la persecución del delito que hace la Fiscalía, cuyos resultados son precarios. El nivel de impunidad en la Fiscalía de los casos que involucran responsabilidad del Estado, es abrumador. No podemos permitir que la UBPD se convierta en un apéndice de la Fiscalía, como lo es el “Grupo Interno de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas (GRUBE)”, donde los familiares de personas desaparecidas han tenido malas experiencias en los procesos de búsqueda, identificación y entrega.

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En pocas semanas iniciará el proceso de elección de la nueva dirección de la UBPD, se convocará al Comité de Escogencia, integrado por cinco personas, cada una de ellas designadas por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, por el Secretario General de Naciones Unidas, por la Comisión Permanente del Sistema Universitario del Estado, por el Presidente de la Corte Europea de Derechos Humanos, y del Centro Internacional de Justicia Transicional (ICTJ), tendrá aproximadamente tres meses para adelantar el proceso de convocatoria, postulaciones y elección de la persona que tendrá la dirección general de la UBPD, que deberá enfrentar y dar respuesta a algunos de los siguientes retos:

1. Darle el espacio de participación a los familiares y sus organizaciones en la definición de los Planes Regionales de Búsqueda, involucrándolos en acciones de cada fase del proceso.

2. Ajustar la planta de personal de la UBPD a la realidad de la búsqueda, eso quiere decir que se deben fortalecer los equipos territoriales de la unidad, trasladando a ellos funciones directas de prospección y exhumación que están centralizadas.

3. Ajustar los mandatos internos frente al acceso a lugares de interés forense, generando celeridad en las decisiones de prospección y recuperación de cuerpos.

4. Ajustar los procesos de acceso a información, incluyendo la de carácter reservado que poseen otras instituciones del gobierno. La información debe ser democratizada en procesos de búsqueda de personas desaparecidas.

5. Liderar y coordinar las acciones de búsqueda como política de Estado, a partir de la decisión que tome el ejecutivo en cabeza del Presidente Gustavo Petro y la Vicepresidenta Francia Márquez de crear una política pública en la búsqueda de los desaparecidos.

6. Realizar convenios con organizaciones internacionales y nacionales en acciones de exhumación y recuperación de cuerpos y procesos forenses de identificación.

7. Impulsar la creación de un laboratorio de identificación genética exclusivo para casos de personas desaparecidas forzadamente o en el contexto y razón del conflicto armado.

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Más adelante daremos desarrollo al contenido de estos Siete Retos de la nueva dirección de la UBPD, por ahora queríamos hacer un urgente llamado a rodear socialmente este proceso de elección, donde en coherencia con los principios planteados en el Acuerdo Final para la construcción de una paz estable y duradera, se mantenga la centralidad en las víctimas, en este caso en los familiares de las personas desaparecidas y sus organizaciones.

Ya se dio una primera dirección desde una defensora de derechos humanos, ahora debe corresponderles a los familiares, a cualquiera de quienes se vieron obligados a convertirse en buscadores y buscadoras por el crimen cometido contra su ser querido. Lo que ha movido sus búsquedas, será lo que mueva la dirección de la UBPD, amor cargado de experiencia, formación académica, capacidad comprobada para el cargo y urgencia de respuestas de ¿Dónde están? ¿Cuál fue la suerte y el paradero de las personas desaparecidas?

*Defensor de derechos humanos y Representante de la Fundación Hasta Encontrarlos