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Los antecedentes de los Procesos de Paz en las regiones siempre siguieron un hilo que normalmente llevó a continuidades violentas. En el debate, están abiertas ciertas posturas que son importantes de resolver antes y, la simplicidad de los abordajes teóricos-conceptuales de las discusiones actuales, no son tan profundas: hay que volver a Nietzsche para entender el carácter benéfico de la guerra; incluso el tema político y, por supuesto a Marx para pensar en las servidumbres morales del pasado, cuando aborda la emancipación y quizá una pregunta importante: ¿qué tan fascistas fueron las Autodefensas?
Ahora, si la base de la discusión es la vida y recurrimos al texto de Saborit sobre la Política, pues entonces tendríamos que reducirlo a que la izquierda es transmisora de valores afirmativos a la vida y la derecha, por ser nihilistas, negadoras de la vida y esto no resuelve gran cosa porque los muertos no son números ni conceptos y no se manifiestan, únicamente, en términos de revolución, pero sí de regulación: Serénese y apunte bien. Va usted a matar a un hombre, pero ¿cuál es el concepto de hombre que planteaba el Che Guevara?
Pensar que las disputas entre paramilitares, en la Sierra Nevada de Santa Marta, se presentan por el control de las rutas del narcotráfico, es simplificar una problemática y reducirla. Es necesario tener en cuenta el carácter ontológico y pluricultural del territorio, la migración producto del bipartidismo y sus dinámicas subyacentes, las particularidades y en cierto modo: la asociación para delinquir, las economías (lícitas e ilícitas) y la política. Es que en este departamento ha pasado de todo y han pasado todos: Ejército de Liberación Popular (EPL); Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc-EP); Ejército de Liberación Nacional (ELN); fundación de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, una base importante del movimiento 19 de abril y de la Corriente de Renovación Socialista; una base importante de guerrillas Liberales, Autodefensas Campesinas (Cheperos, Rojas y Giraldos); el proyecto de paramilitarización que dio como resultado las AUC., y el Bloque Norte, bandas locales; el cartel de la Costa y el F2 y B2.
Esto sin contar todo lo que vino después de la desmovilización (en el 2006) que para efectos de ilustración nos van a llevar a la comprensión de lo que hoy son las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, cuyo proceso da cuenta de por lo menos 13 estructuras para llegar a consolidarse y, que incluso, de situaciones tan sui generis como el caso del Bloque Nevado y el Bloque Cacique Arhuaco, que nacieron y murieron aquí. Procesos altamente violentos, porque no en vano, Santa Marta entró, en el 2012 dentro del Ranking de las 50 ciudades más peligrosas del mundo; salió y volvió a entrar en el 2023, según estudios de Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México.
El seminario que realizamos en Berlín a finales de enero de este año nos permite pensar en dos propuestas importantes y necesarias para el país. La primera de ellas es la creación de la Casa por la Paz en Berlín, donde de carácter reservado se puedan establecer diálogos profundos, acompañados por expertos académicos y académicas (de los dos países) bajo un ambiente neutral, no politizado, plural (con diferentes miembros y actores); con documentos de circulación exclusiva para los gobiernos y los negociadores. La segunda propuesta es proyectar un Observatorio de Tierras y Paz para el Caribe.
Entender los ciclos de violencia y por supuesto: seguir el transcurrir del Postconflicto para revisar y advertir nuevos fenómenos; entre otras acciones, como cuidar la paz, porque justamente es lo que no ha pasado en los territorios y por eso nos es tan difícil desarticular procesos violentos que se van sumando día a día y que luego adquieren una solidez imposible de desarticular sin un Proceso de Paz y sinceramente: no podemos estar de Proceso de Paz en Proceso de Paz, porque eso no solo refleja nuestra incapacidad de asumir compromisos (y la incapacidad de un Estado por sostenerlo) sino que habla muy mal porque no tenemos ni las mínima idea de cómo funcionan sus modelos orgánicos, las tensiones y las crisis y lo resumimos a solo delincuentes -que lo son- y una pugna por el control del narcotráfico.
¿Son los grupos paramilitares de la Sierra Nevada, AGC y ACSN., actores políticos? Es un debate que hay que abrir, porque esto implica, en términos de Ley, Sometimiento o Proceso de Paz y hay que hacerlo antes de cualquier decisión, porque al menos para un grupo importante de estudiosos de estos fenómenos criminales y, conocedores del territorio, un sometimiento no nos resuelve absolutamente nada y un Proceso de Paz, tampoco, porque todavía no comprendemos ni siquiera qué pasó con el pasado, pero al menos hay que debatirlo.
¿Los políticos necesitaron de Hernán Giraldo para ganar unas elecciones locales? No, pero era un marco de referente y en sus 40 años moldeó conceptos asociados al territorio, la seguridad, a la familia, la religiosidad y la economía ¿Qué fueron buenos? A mí me parecen perversos, pero vaya pregúntele al 90% de la sociedad samaria si está de acuerdo con las limpiezas sociales a ver cuál es su respuesta ¿Los políticos necesitaron de Jorge 40 para ganar unas elecciones locales? Total, y para mí es la mente criminal más importante del Caribe Colombiano y no en vano, el Caribe puso el porcentaje más alto de Parapolíticos de todo el país y ¿qué tal que gran parte de las AGC sean de la misma gente que en su momento estuvo con Jorge 40 y Giraldo? Los vamos a simplificar solamente a que son criminales o a que hay procesos políticos, que convergen en los territorios y que incluso sostienen una criminalidad que muchas veces el Estado no puede controlar y no me refiero a la lucha antisubversiva, que esto cambió hace muchos años, me refiero al concepto de referente, de gobernanzas, de alianzas, de procesos comunitarios y de Territorio y Territorialidad como los plantean Escobar (2006) y Wilson (2004).
Por todo el trasegar violento la Sierra Nevada de Santa Marta debe ser priorizada como una de las 9 Regiones de Paz anunciadas por el gobierno nacional, como Eco-región y porque ha sido otra víctima del posacuerdo y la deficiente implementación de la paz, (Vilardy y León 2017, p.137) y porque esto nos permitirá avanzar en problemas estructurales que admiten cerrar ciclos asociados a la violencia; inversión en los territorios, gobernabilidad, reconstruir tejido social y hacer un Proceso de Paz ajustado a las particularidades -que son muchas-, pero que nos tienen que llevar a resolver esta problemática y reparar, víctimas y medio ambiente, de lo contrario no tendremos una Paz Total. Si la postura del gobierno es la exclusión, como hasta ahora lo ha hecho y negociar Estado y actor armado, como hasta ahora lo ha hecho, sin tener en cuenta una pluralidad de voces y organizaciones sociales, no nos llevará a nada diferente de lo que ya están pensando estos actores: les entregamos unas armas viejas, inservibles y guardamos las nuevas y funcionales.
*Este es el tercer artículo de la serie Apuntes de la Paz Total, que surgió tras un encuentro académico ocurrido en la última semana de enero de 2023 en el Instituto Latinoamericano de Berlín, en Alemania. El evento reafirmó los lazos de la cooperación bilateral entre Alemania y Colombia, en la que la educación y la ciencia vienen tomando fuerza y conquistado nuevos espacios.
**Antropólogo de la Universidad del Magdalena y estudiante de maestría en Anthropology of the Americas en Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität Bonn (Deutschland). Miembro del Grupo de Investigación en Educación, Derechos Humanos y Enseñanza Humanizada de Ciência y Tecnología, del Instituto Federal de Triangulo Mineiro (IFTM), Minas Gerais y parte del Comité Científico de Investigadores Internacionales de la editora Navegando (Brasil). Docente catedrático de antropología en la Universidad de la Guajira.