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Como parte de la historia de paz de Colombia, un grupo de personas del M-19 que hicimos dejación de armas en 1990, hemos querido sumar nuestra voz a las expresiones de apoyo a los acuerdos logrados en La Habana entre el Gobierno Nacional y la comandancia de las FARC-EP, y de rechazo todo intento de dilatar el proceso y de congelar o desconocer los avances logrados con el proceso de negociación ya realizado. Aún siguen llegando firmas que se suman a esta declaración que ya circuló en los medios.
Consideramos que es bienvenida toda posibilidad de mejorar los acuerdos para hacerlos más incluyentes y contribuir a superar las dudas, temores y objeciones de quienes votaron por el NO en el plebiscito del 2 de octubre. Siempre y cuando no signifique imponer una capitulación que impida el tránsito de las FARC de las armas a la política y debilitar los acuerdos logrados en los temas que fueron la razón de ser de las FARC en su historia insurgente. Pareciera olvidarse que el largo proceso de años de diálogo en La Habana ya atravesó una compleja discusión y negociación en la que ambas partes tuvieron que ceder y encontrar fórmulas que les permitieran llegar a acuerdos aceptables para las partes.
Siempre buscamos encontrar esperanza en medio del dolor. Por eso nos alienta como uno de los resultados positivos de la derrota del SI, la inmensa movilización ciudadana que en estos días expresa su derecho a la paz en plazas, marchas y calles, tejidos, antorchas, vigilias y acampadas. De jóvenes y menos jóvenes. Así como se puso en evidencia la falta de compromiso por parte sectores de los partidos en la campaña por el SI, y el uso del miedo, la ignorancia y los prejuicios para mover el NO, también se demostró que, en gran parte, los 6. 377. 482 votos por el SI le pertenecen a una ciudadanía que votó a conciencia, a las organizaciones sociales y líderes políticos que hicieron su propia campaña, a los grupos de ciudadanos que construyeron sus propias razones, sus propios lemas y símbolos. En una campaña que en gran parte fue defensiva porque tuvo que responder a los efectos de la campaña del NO y ayudar a despejar las dudas sembradas en la población.
Somos parte de este movimiento ciudadano en el que se encuentran quienes votaron por el SI con quienes votaron por NO, e incluso con quienes no votaron pero comprendieron la dimensión de su descuido. Para pedir ACUERDO YA, para rechazar todo intento de torpedear y debilitar los avances logrados. Para saludar que el ELN decida integrarse a las filas de la paz y abandonar el camino de la lucha armada. Para solicitar a la comunidad internacional que se mantenga firme en su acompañamiento y respaldo al proceso de paz en Colombia. Para decirle a los jóvenes que la paz está en sus manos y que tienen que construir una historia en la que la guerra sea pasado.
Y para recordarle al gobierno y al país que hubo seis millones trescientos setenta y siete mil cuatrocientos ochenta y dos personas que votamos por el SI. Que también contamos.