Así están asesinando a los exguerrilleros de las Farc
Al menos 76 excombatientes de la antigua insurgencia han sido asesinados entre noviembre de 2016, mes de la firma del Acuerdo de Paz, y junio de 2018. Las muertes han ocurrido en 18 departamentos del país. ¿Quiénes los están matando y por qué?
La paz en el terreno*
La historia de los asesinatos de excombatientes de las Farc empezó a escribirse. Los sicarios a sueldo, las bandas criminales, el Eln y hasta las disidencias de la exguerrilla aparecen en el diagnóstico de responsables de los homicidios. Así lo han documentado a la fecha el Cuerpo Élite de la Policía, al mando del coronel William Rincón, y el Consejo Nacional de Reincorporación, bajo la coordinación del líder de la FARC, Pastor Lisandro Alape Lascarro.
Según esa información, desde noviembre de 2016, mes de la firma del Acuerdo de Paz, hasta junio de 2018 han sido asesinados cerca de 68 excombatientes de las Farc en 18 departamentos del país. No obstante, Rutas del Conflicto y Colombia 2020 (por medio de la plataforma La paz en el terreno) analizaron las bases de datos del Cuerpo Élite, la Defensoría del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz e información de medios de comunicación, y encontraron que a la fecha son 76 los excombatientes muertos después de la guerra. Sobre estos casos hacemos dos preguntas: ¿quiénes los están matando y por qué?
También lea: Masacre de Mechengue: una disputa por el cañón del Micay
Voceros del partido FARC han denunciado públicamente que la cifra sigue creciendo, al tiempo que el Cuerpo Élite investiga e intenta proteger a los amenazados. De los excombatientes asesinados, el 20 % (al menos 13) estaban registrados en zonas veredales o en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) en el momento de su muerte. Así lo aseguró Pastor Alape, líder de la FARC. Es decir, adelantaban un proceso de reincorporación económica en esas zonas que sirvieron para la dejación de armas de la insurgencia. A los demás excombatientes los mataron en otros lugares después de emprender proyectos productivos individuales.
En cambio, la base de datos de La paz en el terreno listó 21 excombatientes asesinados, los cuales estaban inscritos en espacios de reincorporación: siete en Nariño, cinco en Cauca, cuatro en Antioquia, dos en Bolívar y los otros tres en los departamentos de Caquetá, Putumayo y Arauca.
Hasta aquí, llama la atención, por ejemplo, que en 33 de los 76 registros documentados las fechas son contradictorias, lo mismo que sucede con los lugares de seis asesinados, según el análisis de las bases de datos consultadas. También hay que resaltar que en 17 casos no se encontraron detalles en los medios de comunicación sobre las circunstancias de los crímenes. El Cuerpo Élite y la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía tienen los expedientes de los casos, como se muestra en el mapa: ubicación geográfica de los homicidios y estado judicial de cada caso.
Ver mapa interactivo: Los homicidios contra los excombatientes de las Farc
Otro dato. Según el Cuerpo Élite, 65 excombatientes han sido asesinados mediante la modalidad de sicariato. Hechos que ocurrieron cuando los exguerrilleros se encontraban en sus hogares, en sitios públicos o en carreteras interveredales e intermunicipales. Por eso, esta dependencia de la Policía ha desplegado una fuerte ofensiva en los departamentos donde hay más riesgo para esta población y también para los líderes sociales: Norte de Santander, Arauca, Chocó, Antioquia, Córdoba, Nariño y Cauca. “En estas regiones se visualiza el crecimiento de pugnas territoriales entre organizaciones criminales que desean ocupar estas zonas. El fin: establecer sus rentas ilegales”, atinó a decir el coronel Rincón.
Presuntos autores
Los departamentos con mayor índice de asesinatos son Nariño (20), Antioquia (13) y Cauca (10). El conflicto en Nariño se ha complejizado, pues la fuerza pública intenta recuperar los espacios que dejaron las Farc tras el acuerdo de paz, pero se enfrenta con las armas del Eln y con las bandas criminales por la conquista de los corredores de narcotráfico.
Por eso, del análisis de los 76 exguerrilleros asesinados, en 29 casos se identifica al presunto responsable. Y en los hechos están involucrados grupos armados organizados (entre ellos el Eln y las Autodefensas Gaitanistas), bandas criminales y disidencias de las Farc. A la fecha, según el Cuerpo Élite y la Fiscalía, 18 personas han sido capturadas entre autores materiales e intelectuales. Como responsables de estos hechos, Pastor Alape señaló a miembros de bandas criminales, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y a la guerrilla del Eln en los departamentos de Cauca, Nariño y en el sur de Bolívar. “Por dinámicas territoriales”, enfatizó el líder de la FARC.
Las zonas afectadas con más homicidios a raíz de la expansión del Eln son el Pacífico nariñense y el centro de ese departamento. Precisamente, en los municipios de Magüí Payán (dos excombatientes) y Santacruz (dos) fueron asesinados, según fuentes del territorio, por el Eln. Sin embargo, en municipios como Barbacoas (1) y Tumaco (8), se desconoce a los perpetradores. El partido FARC acusó a un grupo ilegal de la zona, al mando del disidente Edier Cuero Obando, alias "La Vaca", como responsable de una masacre en el municipio de El Charco, en donde fueron asesinados seis excombatientes de las Farc. Pertenecieron al frente 29 y al ETCR Aldemar Galán, dijo la exguerrilla mediante un comunicado. Según las autoridades, esos hechos se presentaron el 15 de octubre de 2017 en el cerro conocido como San José. A pesar de que los medios informaron que los hombres murieron en un enfrentamiento, el partido de la exguerrilla afirmó que fueron sacados de sus casas y citados a una reunión, en la que les dispararon varias veces.
También lea: El teatro de la guerra en el Pacífico nariñense
Por el contrario, en cuatro municipios antioqueños los presuntos perpetradores fueron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. En Ituango hubo tres casos, en Peque dos, Carepa uno y El Bagre uno. Entre tanto, las autoridades desconocen a los responsables de los homicidios ocurridos en los siguientes municipios: Ituango (4), Cáceres (1) y Remedios (1). Según Ómar Restrepo, representante a la Cámara de la FARC por Antioquia (otrora jefe del frente 57 en esa región), en el departamento hay presencia de grupos paramilitares y de bandas criminales, que al tener capacidad de control territorial generan preocupación en cuanto a las garantías de seguridad para los reincorporados.
Ver mapa interactivo: Los homicidios contra los excombatientes de las Farc
Los sitios críticos
La violencia contra los exguerrilleros está disparada, particularmente, en Ituango (Antioquia) y Tumaco (Nariño). En ambos municipios se registraron 13 casos. Alape dijo que el Consejo de Paz de Ituango, en un comunicado, suspendió sus actividades por la falta de garantías de seguridad y presión de estructuras criminales. Estos consejos son órganos de participación ciudadana que buscan acompañar la construcción de paz territorial.
Otro lugar crítico es el norte del Cauca, donde se registraron la mayoría de los diez asesinatos perpetrados en el departamento. Esa es una subregión donde confluyen varios actores armados en la conquista por corredores como el de El Naya, hacia el Pacífico caucano. En solo dos casos se han reportado capturas, de acuerdo con los registros de prensa.
Los capturados
¿Quiénes los están asesinando? Es la pregunta difícil. Aparecen algunas luces cuando se dice que es por la disputa territorial. No obstante, algunas capturas podrían trazar un camino. En el municipio de Ituango (Antioquia) la Policía capturó a Pedro Luis Romaña Rojas, alias El Negro, señalado de ser el jefe de sicarios del Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas. Está investigado por los asesinatos de dos excombatientes: Daladier Ortiz Velásquez, el 11 de noviembre de 2017, y Jhon Jairo Ortiz Betancur, el 13 de diciembre de 2017. Curiosamente, asesinó a dos en diferentes fechas.
En Nariño, líderes de la FARC y del espacio de reincorporación Aldemar Galán denunciaron en varias ocasiones al excombatiente Robinson Alirio Cuero Obando, alias Álvaro Galán, por los homicidios de los seis exguerrilleros en el municipio de El Charco. Además, de uno en Barbacoas, exactamente tres meses antes, el 15 de julio de 2017.
Según un comunicado de la FARC, Cuero era integrante de la banda criminal que estuvo bajo el mando de su hermano Edier Cuero Obando, alias "La Vaca", otrora miembro del frente 29 de la exguerrilla. Según información de voceros del espacio territorial, en la banda participaban disidentes que desertaron y delinquen en el río Patía y en sus desembocaduras: los ríos Tapaje y Telemí.
Un mes después de las muertes de los excombatientes en El Charco, el sospechoso de los crímenes, Robinson Cuero, también fue asesinado junto a otro de sus hermanos, Ernesto Samuel Cuero. Ese 27 de noviembre de 2017, también murieron varios civiles de la vereda de Pueblo Nuevo, en cercanías al río Patía. Aunque la responsabilidad se la atribuyó el Eln, hay diferentes versiones del suceso pues no existen antecedentes de confrontación con el grupo guerrillero.
Por lo pronto, el Cuerpo Élite y la Fiscalía dicen que hay avances significativos en la investigación de los autores materiales en 27 de los 68 casos que tienen en sus listas, pero solamente dos están en etapa de juicio. Y seguirán prendidas las alarmas porque la cifra de asesinados continúe aumentando, pues las venganzas entre los enemigos que dejó una guerra de cinco décadas acechan a esas regiones, que siguen esperando una política de reincorporación más audaz y efectiva.
También lea: Lapazenelterreno.com
* Esta investigación fue desarrollada por los periodistas Laura Peñuela, Juan Gómez y Edinson Bolaños.
La historia de los asesinatos de excombatientes de las Farc empezó a escribirse. Los sicarios a sueldo, las bandas criminales, el Eln y hasta las disidencias de la exguerrilla aparecen en el diagnóstico de responsables de los homicidios. Así lo han documentado a la fecha el Cuerpo Élite de la Policía, al mando del coronel William Rincón, y el Consejo Nacional de Reincorporación, bajo la coordinación del líder de la FARC, Pastor Lisandro Alape Lascarro.
Según esa información, desde noviembre de 2016, mes de la firma del Acuerdo de Paz, hasta junio de 2018 han sido asesinados cerca de 68 excombatientes de las Farc en 18 departamentos del país. No obstante, Rutas del Conflicto y Colombia 2020 (por medio de la plataforma La paz en el terreno) analizaron las bases de datos del Cuerpo Élite, la Defensoría del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz e información de medios de comunicación, y encontraron que a la fecha son 76 los excombatientes muertos después de la guerra. Sobre estos casos hacemos dos preguntas: ¿quiénes los están matando y por qué?
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Voceros del partido FARC han denunciado públicamente que la cifra sigue creciendo, al tiempo que el Cuerpo Élite investiga e intenta proteger a los amenazados. De los excombatientes asesinados, el 20 % (al menos 13) estaban registrados en zonas veredales o en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) en el momento de su muerte. Así lo aseguró Pastor Alape, líder de la FARC. Es decir, adelantaban un proceso de reincorporación económica en esas zonas que sirvieron para la dejación de armas de la insurgencia. A los demás excombatientes los mataron en otros lugares después de emprender proyectos productivos individuales.
En cambio, la base de datos de La paz en el terreno listó 21 excombatientes asesinados, los cuales estaban inscritos en espacios de reincorporación: siete en Nariño, cinco en Cauca, cuatro en Antioquia, dos en Bolívar y los otros tres en los departamentos de Caquetá, Putumayo y Arauca.
Hasta aquí, llama la atención, por ejemplo, que en 33 de los 76 registros documentados las fechas son contradictorias, lo mismo que sucede con los lugares de seis asesinados, según el análisis de las bases de datos consultadas. También hay que resaltar que en 17 casos no se encontraron detalles en los medios de comunicación sobre las circunstancias de los crímenes. El Cuerpo Élite y la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía tienen los expedientes de los casos, como se muestra en el mapa: ubicación geográfica de los homicidios y estado judicial de cada caso.
Ver mapa interactivo: Los homicidios contra los excombatientes de las Farc
Otro dato. Según el Cuerpo Élite, 65 excombatientes han sido asesinados mediante la modalidad de sicariato. Hechos que ocurrieron cuando los exguerrilleros se encontraban en sus hogares, en sitios públicos o en carreteras interveredales e intermunicipales. Por eso, esta dependencia de la Policía ha desplegado una fuerte ofensiva en los departamentos donde hay más riesgo para esta población y también para los líderes sociales: Norte de Santander, Arauca, Chocó, Antioquia, Córdoba, Nariño y Cauca. “En estas regiones se visualiza el crecimiento de pugnas territoriales entre organizaciones criminales que desean ocupar estas zonas. El fin: establecer sus rentas ilegales”, atinó a decir el coronel Rincón.
Presuntos autores
Los departamentos con mayor índice de asesinatos son Nariño (20), Antioquia (13) y Cauca (10). El conflicto en Nariño se ha complejizado, pues la fuerza pública intenta recuperar los espacios que dejaron las Farc tras el acuerdo de paz, pero se enfrenta con las armas del Eln y con las bandas criminales por la conquista de los corredores de narcotráfico.
Por eso, del análisis de los 76 exguerrilleros asesinados, en 29 casos se identifica al presunto responsable. Y en los hechos están involucrados grupos armados organizados (entre ellos el Eln y las Autodefensas Gaitanistas), bandas criminales y disidencias de las Farc. A la fecha, según el Cuerpo Élite y la Fiscalía, 18 personas han sido capturadas entre autores materiales e intelectuales. Como responsables de estos hechos, Pastor Alape señaló a miembros de bandas criminales, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y a la guerrilla del Eln en los departamentos de Cauca, Nariño y en el sur de Bolívar. “Por dinámicas territoriales”, enfatizó el líder de la FARC.
Las zonas afectadas con más homicidios a raíz de la expansión del Eln son el Pacífico nariñense y el centro de ese departamento. Precisamente, en los municipios de Magüí Payán (dos excombatientes) y Santacruz (dos) fueron asesinados, según fuentes del territorio, por el Eln. Sin embargo, en municipios como Barbacoas (1) y Tumaco (8), se desconoce a los perpetradores. El partido FARC acusó a un grupo ilegal de la zona, al mando del disidente Edier Cuero Obando, alias "La Vaca", como responsable de una masacre en el municipio de El Charco, en donde fueron asesinados seis excombatientes de las Farc. Pertenecieron al frente 29 y al ETCR Aldemar Galán, dijo la exguerrilla mediante un comunicado. Según las autoridades, esos hechos se presentaron el 15 de octubre de 2017 en el cerro conocido como San José. A pesar de que los medios informaron que los hombres murieron en un enfrentamiento, el partido de la exguerrilla afirmó que fueron sacados de sus casas y citados a una reunión, en la que les dispararon varias veces.
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Por el contrario, en cuatro municipios antioqueños los presuntos perpetradores fueron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. En Ituango hubo tres casos, en Peque dos, Carepa uno y El Bagre uno. Entre tanto, las autoridades desconocen a los responsables de los homicidios ocurridos en los siguientes municipios: Ituango (4), Cáceres (1) y Remedios (1). Según Ómar Restrepo, representante a la Cámara de la FARC por Antioquia (otrora jefe del frente 57 en esa región), en el departamento hay presencia de grupos paramilitares y de bandas criminales, que al tener capacidad de control territorial generan preocupación en cuanto a las garantías de seguridad para los reincorporados.
Ver mapa interactivo: Los homicidios contra los excombatientes de las Farc
Los sitios críticos
La violencia contra los exguerrilleros está disparada, particularmente, en Ituango (Antioquia) y Tumaco (Nariño). En ambos municipios se registraron 13 casos. Alape dijo que el Consejo de Paz de Ituango, en un comunicado, suspendió sus actividades por la falta de garantías de seguridad y presión de estructuras criminales. Estos consejos son órganos de participación ciudadana que buscan acompañar la construcción de paz territorial.
Otro lugar crítico es el norte del Cauca, donde se registraron la mayoría de los diez asesinatos perpetrados en el departamento. Esa es una subregión donde confluyen varios actores armados en la conquista por corredores como el de El Naya, hacia el Pacífico caucano. En solo dos casos se han reportado capturas, de acuerdo con los registros de prensa.
Los capturados
¿Quiénes los están asesinando? Es la pregunta difícil. Aparecen algunas luces cuando se dice que es por la disputa territorial. No obstante, algunas capturas podrían trazar un camino. En el municipio de Ituango (Antioquia) la Policía capturó a Pedro Luis Romaña Rojas, alias El Negro, señalado de ser el jefe de sicarios del Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas. Está investigado por los asesinatos de dos excombatientes: Daladier Ortiz Velásquez, el 11 de noviembre de 2017, y Jhon Jairo Ortiz Betancur, el 13 de diciembre de 2017. Curiosamente, asesinó a dos en diferentes fechas.
En Nariño, líderes de la FARC y del espacio de reincorporación Aldemar Galán denunciaron en varias ocasiones al excombatiente Robinson Alirio Cuero Obando, alias Álvaro Galán, por los homicidios de los seis exguerrilleros en el municipio de El Charco. Además, de uno en Barbacoas, exactamente tres meses antes, el 15 de julio de 2017.
Según un comunicado de la FARC, Cuero era integrante de la banda criminal que estuvo bajo el mando de su hermano Edier Cuero Obando, alias "La Vaca", otrora miembro del frente 29 de la exguerrilla. Según información de voceros del espacio territorial, en la banda participaban disidentes que desertaron y delinquen en el río Patía y en sus desembocaduras: los ríos Tapaje y Telemí.
Un mes después de las muertes de los excombatientes en El Charco, el sospechoso de los crímenes, Robinson Cuero, también fue asesinado junto a otro de sus hermanos, Ernesto Samuel Cuero. Ese 27 de noviembre de 2017, también murieron varios civiles de la vereda de Pueblo Nuevo, en cercanías al río Patía. Aunque la responsabilidad se la atribuyó el Eln, hay diferentes versiones del suceso pues no existen antecedentes de confrontación con el grupo guerrillero.
Por lo pronto, el Cuerpo Élite y la Fiscalía dicen que hay avances significativos en la investigación de los autores materiales en 27 de los 68 casos que tienen en sus listas, pero solamente dos están en etapa de juicio. Y seguirán prendidas las alarmas porque la cifra de asesinados continúe aumentando, pues las venganzas entre los enemigos que dejó una guerra de cinco décadas acechan a esas regiones, que siguen esperando una política de reincorporación más audaz y efectiva.
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* Esta investigación fue desarrollada por los periodistas Laura Peñuela, Juan Gómez y Edinson Bolaños.