Mujeres secuestradas en Chocó por el Clan del Golfo ya regresaron a su comunidad
Según un comunicado firmado por más de 30 organizaciones sociales y feministas, cinco jóvenes Emberá, entre ellas tres menores de edad, habrían sido secuestradas por miembros de ese grupo armado luego de ser obligadas a bailar para ellos. La comunidad indígena ya confirmó el regreso de las mujeres.
En Chocó, la ola de violencia se ha intensificado contra mujeres y comunidad indígena. Una reciente denuncia elevada por 35 organizaciones sociales y feministas señala la intimidación al que se vieron sometidas mujeres de la comunidad indígena emberá, de Punto Viejo, Chocó, quienes fueron obligadas a bailar para miembros del grupo armado Clan del Golfo, autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC).
Según la denuncia, tras sufrir otros hechos de vulneración, un grupo de mujeres logró huir del lugar en horas de la noche. Sin embargo, cinco de ellas fueron secuestradas por miembros de ese grupo. La comunidad indígena confirmó el regreso de las mujeres, pero no dieron mayores detalles sobre su estado de salud.
Entre el grupo hay tres menores de edad. Aunque todas fueron identificadas, este diario se abstiene de publicar los nombres de las menores de edad. Las dos mayores son Yamilda Forastero Isarama de 18 años y Clara Chamorro Morroco de 19 años.
Sobre esta situación, las organizaciones sociales feministas pidieron mayor atención por parte del Gobierno. “Es urgente que se exija a todos los actores armados que respeten el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, con especial protección a las niñas y mujeres en toda su diversidad”, se lee en el documento en el que además piden que se reactiven las mesas de diálogo y el cese al fuego con los actores armados.
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La violencia contra las mujeres en Chocó
Ante la violencia que se vive en el Chocó, la Defensoría del Pueblo ha emitido varias alertas para que se atienda la situación de Derechos Humanos en ese territorio. Precisamente, la entidad alertó que las mujeres son las más afectadas y al momento de reclamar ayudas humanitarias y recursos por ser víctimas del conflicto, estas son extorsionadas, acosadas sexualmente y ultrajadas. “Nos manifestaron que quieren suicidarse, que no soportan más la degradación a la que están sometidas. Sus vidas corren peligro. Tienen temor”, señaló la Defensoría.
“Es muy difícil que una categoría que se hizo para proteger a las víctimas, que es el feminicidio, hoy sea el lenguaje de los actores armados. Hay panfletos en los que señalan que empezaron los feminicidios, que van a matar mujeres. Hay fotografías en redes sociales del municipio de mujeres violentadas y asesinadas. Son ellas las que están llevando la mayor carga”, explicó Adriana Benjumea, Codirectora de la Corporación Humanas-Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género.
Benjumea, quien lleva más de 10 años trabajando en temas sociales en Chocó, le dijo a Colombia+20 que en Chocó está circulando por medio de redes sociales una lista con nombres de mujeres amenazadas, lo que genera un contexto de miedo más amplio porque cualquier persona puede señalar a una mujer y luego aparecer como objetivo militar. Asimismo, Benjumea explicó que la mayoría de asesinatos o intimidaciones a mujeres es en razón de retaliaciones entre bandas.
“En este momento en Chocó las mujeres están siendo violentadas por la relación que tienen con los hombres, particularmente en Quibdó. Las mujeres las están asesinado y amenazando por ser hijas, esposas, hermanas o compañeras de alguien de una bandas. Es como una forma de castigar al enemigo. Por atacarse entre bandas, entonces atacan a las mujeres. No quiere decir que no existan mujeres involucradas en la guerra directamente, pero generalmente son víctimas de violencias por retaliaciones”, dijo Benjumea.
El pasado 3 de septiembre, el consejero comisionado para la paz, Otty Patiño, aseguró que el Clan del Golfo buscaba apoderarse de Quibdó, esto luego de que las tres bandas urbanas sentadas en el espacio de diálogo socio jurídico con el Gobierno decidieran levantar la tregua con el fin de hacerle frente a la avanzada militar del Clan del Golfo en el territorio.
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“Tenemos la mesa en Quibdó hoy con un problema tenaz y es que hoy el Clan del Golfo ha tomado la decisión de apoderarse de Quibdó, la capital de un departamento (Chocó). No es una cosa menor”, señaló el comisionado en su momento. Y agregó que están “produciendo ametrallamientos a la población de otros territorios condenando a muerte a muchas mujeres que no son ni siquiera parte de esas bandas y dicen que tienen que salir del territorio. Ese es un problema grave que está sucediendo”, señaló Patiño.
Desde las organizaciones sociales y feministas en el territorio hacen llamados de urgencia tanto a los actores armados como al Gobierno para frenar la violencia en Chocó.
“A quienes están en el camino de la paz, que lo hagan pero con compromisos para erradicar las violencias contra las mujeres y las niñas. Cuando se han manifestaciones de voluntad de paz, esa voluntad también pasa por respetar el DIH y la población civil. El llamado también es al Gobierno porque entendemos que hay coyuntura con otros temas nacionales, pero mientras se discute lo nacional, en Chocó están matando mujeres y niñas y no hay acciones contundentes para frenar la situación”, dijo Benjumea.
Las alertas por conflicto en Chocó
Este tipo de flagelos, sumado al paro armado en el departamento y la cifra elevada de 108 homicidios, hizo que el alcalde de Quibdó, Rafael Bolaños Pino, viajara a Bogotá para pedir atención y soluciones por parte del Gobierno Nacional.
Recientemente, el Gobierno abrió un nuevo tablero de negociación para darle entrada al Clan del Golfo —que actualmente es la estructura con más personas en armas, mayor presencia territorial y que tiene más potencial de expansión—. En ese proceso ya se conocieron los delegados de ese grupo armado que estarán en los diálogos, que incluyen antiguos jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que siguieron delinquiendo y otros relacionados con el narcotráfico. Entre ellos destaca Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, conocido como Chiquito Malo, uno de los máximos cabecillas del Clan del Golfo.
En contexto: Petro iniciará diálogo de paz con Clan del Golfo: Chiquito Malo estará en la mesa
En una reciente entrevista con Colombia+20, el congresista David Racero, delegado en ese espacio de diálogo, explicó el martes pasado que el accionar del Clan y su plan de expansión en Chocó sí ha tenido efectos negativos en el proceso que se adelanta con las tres bandas. “Esa expansión del Clan del Golfo, por supuesto, presiona negativamente el proceso de paz con las otras bandas”, explicó el representante.
El proceso con Chocó, que cumplió un año el pasado 18 de agosto, se perfilaba como uno de los más estables debido a los avances en materia de acuerdos para frenar la extorsión y desescalar la violencia en el territorio.
✉️ Si tiene información o denuncias sobre temas relacionadas con la paz, el conflicto, las negociaciones de paz o algún otro tema que quiera compartirnos o que trabajemos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com o aosorio@elespectador.com
En Chocó, la ola de violencia se ha intensificado contra mujeres y comunidad indígena. Una reciente denuncia elevada por 35 organizaciones sociales y feministas señala la intimidación al que se vieron sometidas mujeres de la comunidad indígena emberá, de Punto Viejo, Chocó, quienes fueron obligadas a bailar para miembros del grupo armado Clan del Golfo, autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC).
Según la denuncia, tras sufrir otros hechos de vulneración, un grupo de mujeres logró huir del lugar en horas de la noche. Sin embargo, cinco de ellas fueron secuestradas por miembros de ese grupo. La comunidad indígena confirmó el regreso de las mujeres, pero no dieron mayores detalles sobre su estado de salud.
Entre el grupo hay tres menores de edad. Aunque todas fueron identificadas, este diario se abstiene de publicar los nombres de las menores de edad. Las dos mayores son Yamilda Forastero Isarama de 18 años y Clara Chamorro Morroco de 19 años.
Sobre esta situación, las organizaciones sociales feministas pidieron mayor atención por parte del Gobierno. “Es urgente que se exija a todos los actores armados que respeten el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, con especial protección a las niñas y mujeres en toda su diversidad”, se lee en el documento en el que además piden que se reactiven las mesas de diálogo y el cese al fuego con los actores armados.
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La violencia contra las mujeres en Chocó
Ante la violencia que se vive en el Chocó, la Defensoría del Pueblo ha emitido varias alertas para que se atienda la situación de Derechos Humanos en ese territorio. Precisamente, la entidad alertó que las mujeres son las más afectadas y al momento de reclamar ayudas humanitarias y recursos por ser víctimas del conflicto, estas son extorsionadas, acosadas sexualmente y ultrajadas. “Nos manifestaron que quieren suicidarse, que no soportan más la degradación a la que están sometidas. Sus vidas corren peligro. Tienen temor”, señaló la Defensoría.
“Es muy difícil que una categoría que se hizo para proteger a las víctimas, que es el feminicidio, hoy sea el lenguaje de los actores armados. Hay panfletos en los que señalan que empezaron los feminicidios, que van a matar mujeres. Hay fotografías en redes sociales del municipio de mujeres violentadas y asesinadas. Son ellas las que están llevando la mayor carga”, explicó Adriana Benjumea, Codirectora de la Corporación Humanas-Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género.
Benjumea, quien lleva más de 10 años trabajando en temas sociales en Chocó, le dijo a Colombia+20 que en Chocó está circulando por medio de redes sociales una lista con nombres de mujeres amenazadas, lo que genera un contexto de miedo más amplio porque cualquier persona puede señalar a una mujer y luego aparecer como objetivo militar. Asimismo, Benjumea explicó que la mayoría de asesinatos o intimidaciones a mujeres es en razón de retaliaciones entre bandas.
“En este momento en Chocó las mujeres están siendo violentadas por la relación que tienen con los hombres, particularmente en Quibdó. Las mujeres las están asesinado y amenazando por ser hijas, esposas, hermanas o compañeras de alguien de una bandas. Es como una forma de castigar al enemigo. Por atacarse entre bandas, entonces atacan a las mujeres. No quiere decir que no existan mujeres involucradas en la guerra directamente, pero generalmente son víctimas de violencias por retaliaciones”, dijo Benjumea.
El pasado 3 de septiembre, el consejero comisionado para la paz, Otty Patiño, aseguró que el Clan del Golfo buscaba apoderarse de Quibdó, esto luego de que las tres bandas urbanas sentadas en el espacio de diálogo socio jurídico con el Gobierno decidieran levantar la tregua con el fin de hacerle frente a la avanzada militar del Clan del Golfo en el territorio.
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“Tenemos la mesa en Quibdó hoy con un problema tenaz y es que hoy el Clan del Golfo ha tomado la decisión de apoderarse de Quibdó, la capital de un departamento (Chocó). No es una cosa menor”, señaló el comisionado en su momento. Y agregó que están “produciendo ametrallamientos a la población de otros territorios condenando a muerte a muchas mujeres que no son ni siquiera parte de esas bandas y dicen que tienen que salir del territorio. Ese es un problema grave que está sucediendo”, señaló Patiño.
Desde las organizaciones sociales y feministas en el territorio hacen llamados de urgencia tanto a los actores armados como al Gobierno para frenar la violencia en Chocó.
“A quienes están en el camino de la paz, que lo hagan pero con compromisos para erradicar las violencias contra las mujeres y las niñas. Cuando se han manifestaciones de voluntad de paz, esa voluntad también pasa por respetar el DIH y la población civil. El llamado también es al Gobierno porque entendemos que hay coyuntura con otros temas nacionales, pero mientras se discute lo nacional, en Chocó están matando mujeres y niñas y no hay acciones contundentes para frenar la situación”, dijo Benjumea.
Las alertas por conflicto en Chocó
Este tipo de flagelos, sumado al paro armado en el departamento y la cifra elevada de 108 homicidios, hizo que el alcalde de Quibdó, Rafael Bolaños Pino, viajara a Bogotá para pedir atención y soluciones por parte del Gobierno Nacional.
Recientemente, el Gobierno abrió un nuevo tablero de negociación para darle entrada al Clan del Golfo —que actualmente es la estructura con más personas en armas, mayor presencia territorial y que tiene más potencial de expansión—. En ese proceso ya se conocieron los delegados de ese grupo armado que estarán en los diálogos, que incluyen antiguos jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que siguieron delinquiendo y otros relacionados con el narcotráfico. Entre ellos destaca Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, conocido como Chiquito Malo, uno de los máximos cabecillas del Clan del Golfo.
En contexto: Petro iniciará diálogo de paz con Clan del Golfo: Chiquito Malo estará en la mesa
En una reciente entrevista con Colombia+20, el congresista David Racero, delegado en ese espacio de diálogo, explicó el martes pasado que el accionar del Clan y su plan de expansión en Chocó sí ha tenido efectos negativos en el proceso que se adelanta con las tres bandas. “Esa expansión del Clan del Golfo, por supuesto, presiona negativamente el proceso de paz con las otras bandas”, explicó el representante.
El proceso con Chocó, que cumplió un año el pasado 18 de agosto, se perfilaba como uno de los más estables debido a los avances en materia de acuerdos para frenar la extorsión y desescalar la violencia en el territorio.
✉️ Si tiene información o denuncias sobre temas relacionadas con la paz, el conflicto, las negociaciones de paz o algún otro tema que quiera compartirnos o que trabajemos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com o aosorio@elespectador.com