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Cristo José Contreras, de cinco años. recuperó la libertad este martes. La información fue constatada por el Defensor del Pueblo de la regional Ocaña, Nelson Arévalo y por el presidente Iván Duque. El niño ya está con su papá, el alcalde de El Carmen (Norte de Santander), Edwin Contreras.
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Ayer se había conocido que una comisión humanitaria estaba buscando a Cristo José por varias veredas de El Catatumbo y el sur del Departamento de Bolívar. Desde el pasado viernes dos sacerdotes de Ocaña en compañía de Arévalo estaban buscando contactar a las personas que tenían en su poder al niño. Iban a todos los lugares adonde las comunidades les pedían ir.
Por su parte, el general Alberto José Mejía, comandante general de las Fuerzas Militares, aseguró que la liberación se dio gracias a la “presión militar” en contra de quienes tenían al niño secuestrado. “Este es un trabajo de persistencia, de un gran esfuerzo en unos cuadrantes en los que llevábamos más de seis días en donde los hombres no pararon de buscar casa por casa, hueco por hueco, cañada por cañada a este bebecito y realmente su liberación es una gran alegría del país. Esta es la típica liberación por presión, los bandidos que lo tenían al mirar a la redonda deciden soltarlo”, detalló.Tras la liberación, se vio a Cristo José, rodeado de su familia y de periodistas, vistiendo prendas militares.
Todavía se desconoce el paradero ni las identidades de quienes lo tenían en cautiverio. Esto aunque la guerrilla del Eln expresó que no tenían nada que ver con el secuestro. En la región del Catatumbo se vive una guerra entre el Eln y el Epl desde el pasado 14 de marzo. Ambos grupos armados, que hace unos años eran aliados, empezaron a disputarse territorios que estaban controlados por el frente 33 de las Farc.
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La Comisión por la vida, la paz y la reconcialiación, integrada por organizaciones sociales y pueblos etnicos del Catatumbo, le pidieron al presidente Iván Duque y al Gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, “reactivar la mesa humanitaria y la comisión mediadora para facilitar un diálogo frente a la crisis humanitaria”.
La guerra, a pesar de la liberación, sigue su curso. Desde el pasado jueves se han conocido reportes de asesinatos en la zona rural de San Calixto, lo que ha generado que decenas de familias se desplacen hacia el casco urbano y hacia municipios como Ocaña.
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