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Bajo el título de Grupo Armado Organizado Residual (GAO-R), Estructura 48, CDF Segunda Marquetalia, el Ejército Nacional ha circulado en los últimos días un organigrama de los que serían los principales mandos de ese grupo armado disidente de las Farc que opera en el Putumayo. Lo ha hecho para explicar el cuestionado operativo del 28 de marzo en Puerto Leguízamo, que dejó 11 personas muertas, entre las cuales habría civiles, y que, de acuerdo con el Ejército, estaba dirigido a ese frente 48 o también llamado Comandos de la Frontera.
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El organigrama lo publicó este diario el pasado domingo 17 de abril en la segunda entrega sobre el referido operativo del 28 de marzo. El esquema lo encabeza Giovanny Andrés Rojas, denominado como Andrés Araña, lo siguen otras cuatro personas y abajo de ellas aparecen al menos siete comisiones. En esa tercera línea de mando, al frente de la comisión financiera en el sector de Ipiales, aparece la fotografía de un hombre reseñado como “Pata Mala”.
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Pero esa fotografía corresponde a Abelardo Muñoz Vargas, un excombatiente de las Farc que firmó el Acuerdo de Paz y dejó las armas en 2017 en el departamento del Putumayo. Durante su paso por la guerrilla hizo parte de los frentes 49, 48 y 32 en ese departamento y en este último hizo la transición a la legalidad en el antiguo espacio de reincorporación de La Carmelita, en Puerto Asís. Durante su tiempo en la insurgencia, fue conocido como Pata Mala – como aparece reseñado en el organigrama – y como Álex Ortiz o El Cucho. La imagen que usó el Ejército para ese organigrama fue tomada de las redes sociales de Muñoz.
A partir de la firma de la paz, Muñoz asumió un rol de liderazgo en el proceso y de hecho fue miembro en esa zona del mecanismo tripartito de verificación a la dejación de armas de las Farc, del que también hacían parte el Gobierno y la ONU. Allá también fue gerente fundador de la Cooperativa Multiactiva del Pueblo Putumayense y perteneció a la Cooperativa Multiactiva Comunitaria del Común (Comuccom), en la que se asociaron 90 exguerrilleros.
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De eso da cuenta otro líder exguerrillero que hizo parte del espacio de La Carmelita y que ahora hace parte de una cooperativa en Puerto Guzmán. Confirma que Abelardo Muñoz hizo parte de esas cooperativas y que tuvo que dejarlas porque en 2018 fue víctima de un atentado en su propia residencia, al interior del espacio territorial, en el que recibió dos disparos de arma de fuego. Otros dirigentes también recibieron amenazas de un grupo armado por esos días.
“Lo que yo no entiendo es que me hacen atentado los grupos armados allá (en Putumayo) y ahora dicen que yo hago parte de esos grupos armados; eso es complicadísimo”, le dijo Abelardo Muñoz a Colombia+20 desde el municipio de La Plata, en el sur del Huila, donde se radicó desde 2018 a raíz del atentado, y donde hoy sigue viviendo con su familia.
Ya en el Huila, asumió de nuevo un rol central en la reincorporación. Es el presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes Semillas de Paz (Asopropaz), que recoge 75 excombatientes asociados en todo el departamento. Desde allí gestiona proyectos productivos para sus integrantes y, de hecho, esa asociación quedó seleccionada en la convocatoria Alianzas para la Vida Fase II, del Ministerio de Ambiente en alianza con la Gobernación del Huila, como lo certifican los listados oficiales. En virtud de la convocatoria, se alistan para ejecutar un proyecto de siembra de maracuyá en 20 hectáreas, que beneficiará a 40 familias de excombatientes.
Incluso a nivel oficial se reconoce el rol de liderazgo de Muñoz en la reincorporación. En los registros de la Agencia de Reincorporación y Normalización (ARN), se le referencia de la siguiente forma: “Se caracteriza por ser líder en la zona, es presidente de la junta de acción comunal de vereda aledaña al municipio de La Plata. Activo en el proceso de reincorporación, participando cumplidamente de sus actividades”.
La información que tiene esa agencia sobre él también dice que está en contacto con el Grupo Territorial en Huila y que ha culminado cursos con el SENA en reproducción de peces, emprendedor en establecimiento de cultivos agrícolas, construcción, reparación de estanques piscícolas y recién terminó curso en electricidad básica.
Ramiro Durán, líder emblemático de los excombatientes en Huila y exdelegado por el partido Comunes a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la implementación (CSIVI), es el representante legal de Asopropaz, cuyo presidente es Abelardo, y dice que en los últimos dos años ha trabajado en conjunto con él en esa asociación. “Conozco la parcela donde él vive con su familia, la casa que él mismo hizo. Como representante legal de la asociación puedo decir que él ha sido responsable con su rol como presidente y ha estado vinculado abierta, legal y pacíficamente al proceso de reincorporación”, dijo.
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“Lo más irónico es que lo muestran como miembro de los Comandos de Frontera y creo yo que esos grupos que hoy están en Putumayo fueron directa o indirectamente responsables del atentando del que él fue víctima. Es ponerle la guillotina al cuello a los firmantes del Acuerdo”, agregó Durán, quien hoy en día ya no pertenece al partido Comunes.
El trabajo de Muñoz también lo reconoce Smith Duarte Cano, secretaria de Paz y Derechos Humanos de Neiva, quien es militante del partido Comunes. Dice que lo conoce porque fue hasta hace poco el gerente del nodo sur del proyecto de piscicultura nacional que tiene la cooperativa Economías Sociales del Común (Ecomun), conformada por excombatientes en todo el país. Asimismo, porque ha tenido contacto con esa alcaldía y con la gobernación del Huila para la gestión de los proyectos productivos.
Es la segunda vez que el Ejército vincula a Muñoz con los CDF
Para el Ejército Nacional, Muñoz, de 54 años y con una discapacidad física que le dificulta su movilidad en un 65% según el certificado oficial, es un miembro activo de los Comandos de la Frontera. Según esa información, la estructura cuenta con 470 hombres entre armados y redes de apoyo y ha sostenido 27 confrontaciones armadas en los últimos dos años contra la estructura Carolina Ramírez, que también integra disidentes de las Farc. Sin embargo, al consultar oficialmente a la Sexta División del Ejército, con sede en Florencia, por los detalles del organigrama en el que reseñan al excombatiente, desde su oficina de prensa respondieron que esa es información reservada que no puede ser compartida a medios.
Pero esta es ya la segunda vez que a Muñoz lo vincula el Ejército con ese grupo armado. En agosto de 2020, tras la masacre de Samaniego (Nariño) en la que fueron asesinados ocho jóvenes de la comunidad, su rostro apareció entre los más buscados en Nariño como cabecillas de grupos disidentes de las Farc. En esa ocasión, lo reseñaban como cabecilla del frente 48 con los alias de “El Cucho”, “Álex”, o “Patamala”, nombres que tuvo cuando estaba en las Farc.
A raíz de este nuevo episodio, el abogado que representa a Abelardo Muñoz dijo que proceden a enviarle en principio un derecho de petición al Ejército para que aclare la información por la que lo tiene a él incluido en ese organigrama. Asimismo, dar cuenta allí de su rol en la reincorporación y que se conozca su compromiso con la legalidad.
