Excombatiente, entre los cuatro asesinados en Santander de Quilichao
Se trata de Fernando Trochez Ulcue, más conocido como Hugo Cano, quien pertenecía al espacio de reincorporación Carlos Perdomo en Caldono (Cauca). Fue asesinado este sábado junto con otras tres personas, entre ellas un familiar.
El Partido Farc anunció que este sábado 5 de diciembre, a las 10:30 p. m., fueron asesinadas cuatro personas que se encontraran al interior de una caseta en la vereda San Pedro, en Santander de Quilichao (Cauca), en el resguardo indígena Munchique los tigres. Según testigos, cuatro hombres que también estaban allí dispararon en contra del grupo y huyeron.
Le puede interesar: Cuatro años de la firma del Acuerdo de Paz: estos son los 242 excombatientes asesinados
Las cuatro personas, tres de ellas indígenas, fallecieron y una mujer quedó herida. Entre el grupo se encontraba Fernando Trochez Ulcue, excombatiente también conocido bajo el nombre de Hugo Cano y firmante del acuerdo de paz. Estaba haciendo su proceso de reincorporación en el espacio territorial Carlos Perdomo en Caldono. Con este asesinato serían 245 los exguerrilleros asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz.
Otras de las víctimas es David Trochez Ulcue, quien al parecer era hermano del excombatiente, y Carlos Escue, quien se desempeñaba como coordinador de Jóvenes en su resguardo Munchique.
La masacre también fue confirmada este domingo por organizaciones sociales como la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN). “Sobre los hechos es muy complicado afirmarlo, las primeras versiones describen la llegada de dos sujetos en motocicleta que abrieron fuego contra una persona y las demás víctimas habrían intervenido en la defensa y por eso resultaron muertas”, explicó Mauricio Capaz, coordinador de Derechos Humanos de la ACIN.
Vea: Asesinan a cuatro indígenas en Santander de Quilichao, Cauca
El senador Feliciano Valencia se pronunció sobre estos hechos y denunció una nueva amenaza de disidentes de la antigua guerrilla de las FARC contra las comunidades indígenas. En su cuenta de Twitter publicó un panfleto de la columna Dagoberto Ramos en la que lo declara a él y otras organizaciones y autoridades indígenas de seis municipios del Cauca.
Esta semana, el Observatorio de Crimen Organizado de la Universidad del Rosario reveló que muchos de los homicidios de excombatientes se dan en municipios con grandes extensiones de coca, donde operan las disidencias de las Farc, y en lugares donde hay grupos armados irregulares en confrontación.
“Nuestro estudio no puede determinar el móvil o el perpetrador de los homicidios, por eso no nos es posible decir que las disidencias sean las mayores responsables de los asesinatos. Además, es importante notar que la presencia de algunos grupos disidentes puede responder a altos niveles de violencia contra excombatientes y líderes sociales”, aclararon los investigadores.
También afirmaron que hay una relación entre los asesinatos y los municipios priorizados en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Asimismo, que casi uno de cada cinco asesinatos contra exFarc han ocurrido en Cauca, la región que ha tenido también los números más altos de líderes sociales asesinados.
El Partido Farc anunció que este sábado 5 de diciembre, a las 10:30 p. m., fueron asesinadas cuatro personas que se encontraran al interior de una caseta en la vereda San Pedro, en Santander de Quilichao (Cauca), en el resguardo indígena Munchique los tigres. Según testigos, cuatro hombres que también estaban allí dispararon en contra del grupo y huyeron.
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Las cuatro personas, tres de ellas indígenas, fallecieron y una mujer quedó herida. Entre el grupo se encontraba Fernando Trochez Ulcue, excombatiente también conocido bajo el nombre de Hugo Cano y firmante del acuerdo de paz. Estaba haciendo su proceso de reincorporación en el espacio territorial Carlos Perdomo en Caldono. Con este asesinato serían 245 los exguerrilleros asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz.
Otras de las víctimas es David Trochez Ulcue, quien al parecer era hermano del excombatiente, y Carlos Escue, quien se desempeñaba como coordinador de Jóvenes en su resguardo Munchique.
La masacre también fue confirmada este domingo por organizaciones sociales como la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN). “Sobre los hechos es muy complicado afirmarlo, las primeras versiones describen la llegada de dos sujetos en motocicleta que abrieron fuego contra una persona y las demás víctimas habrían intervenido en la defensa y por eso resultaron muertas”, explicó Mauricio Capaz, coordinador de Derechos Humanos de la ACIN.
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El senador Feliciano Valencia se pronunció sobre estos hechos y denunció una nueva amenaza de disidentes de la antigua guerrilla de las FARC contra las comunidades indígenas. En su cuenta de Twitter publicó un panfleto de la columna Dagoberto Ramos en la que lo declara a él y otras organizaciones y autoridades indígenas de seis municipios del Cauca.
Esta semana, el Observatorio de Crimen Organizado de la Universidad del Rosario reveló que muchos de los homicidios de excombatientes se dan en municipios con grandes extensiones de coca, donde operan las disidencias de las Farc, y en lugares donde hay grupos armados irregulares en confrontación.
“Nuestro estudio no puede determinar el móvil o el perpetrador de los homicidios, por eso no nos es posible decir que las disidencias sean las mayores responsables de los asesinatos. Además, es importante notar que la presencia de algunos grupos disidentes puede responder a altos niveles de violencia contra excombatientes y líderes sociales”, aclararon los investigadores.
También afirmaron que hay una relación entre los asesinatos y los municipios priorizados en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Asimismo, que casi uno de cada cinco asesinatos contra exFarc han ocurrido en Cauca, la región que ha tenido también los números más altos de líderes sociales asesinados.