Tras acuerdos, inicia retorno de indígenas embera de Bogotá a sus resguardos
El proceso comienza con 250 miembros de la comunidad, que estaban asentados en los albergues La Florida y La Rioja. Se trata del decimotercer intento por regresar a su territorio en la última década.
Desde hace 10 años el pueblo embera desplazado en Bogotá ha intentado volver a los territorios de los que salieron desplazados por la guerra. En 2012, 614 personas (129 familias) del pueblo embera chamí decidieron regresar a sus comunidades, en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató, en Risaralda. Ese fue el primer intento de retorno masivo de una larga lista que se ha venido formando en los últimos años, y que en la mayoría de casos no han sido exitosos por la persistencia del conflicto armado, la falta de oportunidades y los incumplimientos del Estado en esa zona del país.
Pero este miércoles 21 de diciembre, por fin, el retorno empieza a materializarse. 250 indígenas embera comienzan a regresar a sus comunidades, en un proceso concertado con la Unidad de Víctimas.
En contexto: Indígenas embera en Bogotá: ya hay primera fecha para el retorno a sus resguardos
“Estas personas van a diferentes territorios, principalmente para el Chocó. Estas comunidades retornan después de un proceso de concertación, en el que participaron diferentes entidades del Estado para garantizar un retorno digno y seguro a sus territorios y bajo la voluntariedad de las personas que han sido víctimas del desplazamiento forzado. Avanzamos con un primer retorno y seguimos trabajando en el proceso de concertación de las demás comunidades para que podamos lograr un retorno digno y seguro o una reubicación en las mismas condiciones”, indicó la directora de la Unidad de Víctimas, Patricia Tobón Yagarí.
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Un total de 81 familias, 202 personas, que estaban asentadas en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Florida, volverán al resguardo Tahamí, en la región del Alto Andágueda, en el departamento del Chocó. A estas personas, señaló la entidad, se les entregará apoyo para su sostenibilidad, un kit de hábitat, transporte de enseres y ayuda humanitaria de trámite especial, tanto a retornados como a la comunidad receptora.
Del asentamiento ubicado en la UPI La Rioja, en el centro de Bogotá, retornarán 14 familias embera siaperara y dos familias embera dóbida, para un total de 51 personas, quienes llegarán el 22 de diciembre a sus lugares de origen en López Micay y Timbiquí, en el departamento del Cauca, y Pizarro, en el Chocó.
Además: Video: Indígenas embera: así es el resguardo del que han salido desplazados a Bogotá
“Para la atención y el retorno de los embera, que contará con el acompañamiento de funcionarios de la Unidad, se han articulado diferentes entidades del Estado, con el fin de garantizar la dignidad de la población y así suplir las necesidades en el territorio. La Unidad para las Víctimas, por su parte, se ha dispuesto a entregar ayudas humanitarias, apoyo económico para la sostenibilidad, transporte mular y kits de habitabilidad que consisten en materiales que permitirán a los miembros de estas comunidades construir albergues temporales en sus lugares de origen”, informó la Unidad de Víctimas.
En la última década, al menos 2.000 miembros de esta comunidad han salido desplazados desde el Alto Andágueda hacia ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Pereira, donde cientos de ellos viven en situación de mendicidad.
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Desde noviembre, la Unidad comenzó un proceso de diálogo con los embera para lograr un retorno con garantías, que incluyó una visita al Alto Andágueda junto a varias entidades del Estado. Colombia+20 acompañó esa misión, convocada por la Unidad, al resguardo Tahamí, donde viven más de 9.000 embera y desde donde se han desplazado más de 2.000 personas en la última década, muchas de las cuales viven en situación de mendicidad en las ciudades.
Tras la visita se acordó hacer una intervención integral en el territorio y se establecieron compromisos para garantizarles a estas comunidades condiciones dignas de vivienda, educación, accesibilidad vial, servicios públicos y salud. En los próximos meses continuará el retorno de más miembros de la comunidad.
Desde hace 10 años el pueblo embera desplazado en Bogotá ha intentado volver a los territorios de los que salieron desplazados por la guerra. En 2012, 614 personas (129 familias) del pueblo embera chamí decidieron regresar a sus comunidades, en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató, en Risaralda. Ese fue el primer intento de retorno masivo de una larga lista que se ha venido formando en los últimos años, y que en la mayoría de casos no han sido exitosos por la persistencia del conflicto armado, la falta de oportunidades y los incumplimientos del Estado en esa zona del país.
Pero este miércoles 21 de diciembre, por fin, el retorno empieza a materializarse. 250 indígenas embera comienzan a regresar a sus comunidades, en un proceso concertado con la Unidad de Víctimas.
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“Estas personas van a diferentes territorios, principalmente para el Chocó. Estas comunidades retornan después de un proceso de concertación, en el que participaron diferentes entidades del Estado para garantizar un retorno digno y seguro a sus territorios y bajo la voluntariedad de las personas que han sido víctimas del desplazamiento forzado. Avanzamos con un primer retorno y seguimos trabajando en el proceso de concertación de las demás comunidades para que podamos lograr un retorno digno y seguro o una reubicación en las mismas condiciones”, indicó la directora de la Unidad de Víctimas, Patricia Tobón Yagarí.
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Un total de 81 familias, 202 personas, que estaban asentadas en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Florida, volverán al resguardo Tahamí, en la región del Alto Andágueda, en el departamento del Chocó. A estas personas, señaló la entidad, se les entregará apoyo para su sostenibilidad, un kit de hábitat, transporte de enseres y ayuda humanitaria de trámite especial, tanto a retornados como a la comunidad receptora.
Del asentamiento ubicado en la UPI La Rioja, en el centro de Bogotá, retornarán 14 familias embera siaperara y dos familias embera dóbida, para un total de 51 personas, quienes llegarán el 22 de diciembre a sus lugares de origen en López Micay y Timbiquí, en el departamento del Cauca, y Pizarro, en el Chocó.
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“Para la atención y el retorno de los embera, que contará con el acompañamiento de funcionarios de la Unidad, se han articulado diferentes entidades del Estado, con el fin de garantizar la dignidad de la población y así suplir las necesidades en el territorio. La Unidad para las Víctimas, por su parte, se ha dispuesto a entregar ayudas humanitarias, apoyo económico para la sostenibilidad, transporte mular y kits de habitabilidad que consisten en materiales que permitirán a los miembros de estas comunidades construir albergues temporales en sus lugares de origen”, informó la Unidad de Víctimas.
En la última década, al menos 2.000 miembros de esta comunidad han salido desplazados desde el Alto Andágueda hacia ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Pereira, donde cientos de ellos viven en situación de mendicidad.
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Desde noviembre, la Unidad comenzó un proceso de diálogo con los embera para lograr un retorno con garantías, que incluyó una visita al Alto Andágueda junto a varias entidades del Estado. Colombia+20 acompañó esa misión, convocada por la Unidad, al resguardo Tahamí, donde viven más de 9.000 embera y desde donde se han desplazado más de 2.000 personas en la última década, muchas de las cuales viven en situación de mendicidad en las ciudades.
Tras la visita se acordó hacer una intervención integral en el territorio y se establecieron compromisos para garantizarles a estas comunidades condiciones dignas de vivienda, educación, accesibilidad vial, servicios públicos y salud. En los próximos meses continuará el retorno de más miembros de la comunidad.