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“Anunciamos al mundo que ha comenzado la Segunda Marquetalia (nombre que viene del lugar de nacimiento de las FARC) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”. Ese fue el mensaje con el que el 29 de agosto de 2019, Luciano Marín ‘Iván Márquez’, Seuxis Pausias Hernández ‘Jesús Santrich’, Henry Castellanos ‘Romaña’ y Hernán Darío Velásquez ‘el Paisa’, anunciaron que, tras firmar el Acuerdo de Paz, volvían a las armas.
Casi cinco años después y tras varios contactos e intentos de acercamientos, el Gobierno y esa grupo armado anunciaron este viernes el inicio formal de una proceso de paz. El hecho se dio a conocer a través de un comunicado conjunto firmado por el alto comisionado para la Paz; Otty Patiño, por el mismo ‘Iván Márquez’ -de quien se dijo en algún momento que había muerto- y por Carlos Martínez, embajador de Venezuela en Colombia.
El rearme de este grupo de excomandantes de la extinta guerrilla estuvo precedido por el intento de crear una sola disidencia que recogiera también a quienes no firmaron el Acuerdo Final y entre los que estaban Iván Mordisco y Gentil Duarte, quienes después anunciaron la creación de otra facción, hoy conocida como Estado Mayor Central de las FARC, con el que el Gobierno también tiene andando un proceso de paz. Ambos grupos han reivindicado ser la organización que sigue los preceptos de los fundadores de la antigua guerrilla de las FARC.
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¿Qué hay detrás de la creación de la Segunda Marquetalia?
En un libro que lanzó desde la clandestinidad, llamado Segunda Marquetalia, Márquez reconoció lo que fue un secreto a voces: que él no estuvo de acuerdo con lo que se pactó en La Habana, pero aun así lo firmó.
“Reuniones secretas, conversaciones sigilosas y clandestinas entre Carlos Antonio y los militares fueron perfilando las transmutación de la dejación de las armas, en su entrega sin garantías de cumplimiento. Los capitostes de la desintegración de las FARC actuaban bajo el embrujo de la oferta del Estado de una participación política, que solo eran migajas de oropel”, escribió en el libro sobre su percepción del Acuerdo Final.
Márquez relató cómo esos desacuerdos persistieron durante la Décima Conferencia, que convocó a más de 300 mandos para discutir y ratificar el Acuerdo Final en septiembre de 2016, e incluso llegaron hasta el congreso constitutivo del nuevo partido político. Y cuenta que confió en que en ese encuentro podían recomponer la situación, pero que las intrigas de Carlos Antonio Lozada y Rodrigo Londoño se impusieron.
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Su regreso a la lucha armada se dio bajo la creación de un nuevo grupo que denominó la Segunda Marquetalia, una disidencia de la extinta guerrilla de las FARC que se apartó del acuerdo de La Habana porque según ellos, el Estado había traicionado ese pacto.
El grupo retomó varias de las características de la extinta guerrilla como su estructura jerárquica, un mando concentrado y su división territorial que le permitía tener presencia en al menos cinco regiones del país. Sin embargo, la información de las autoridades apunta a que su principal base de operación sería en territorio venezolano, en el estado de Zulia. Desde ese lugar, no solo logran evadir el control de las autoridades colombianas, sino que es un punto estratégico para dominar algunas rutas de narcotráfico.
En 2021, varios de esos jefes disidentes murieron en Venezuela en circunstancias que aún no han sido aclaradas. En mayo ocurrió la muerte de Jesús Santrich. En su momento, esa disidencia confirmó a través de un comunicado que el suceso ocurrió en la Serranía del Perijá, dentro de territorio venezolano, y que la camioneta donde viajaba Santrich fue atacada con fusiles y explosiones de granadas. Además, afirmaron que el dedo meñique de su mano izquierda había sido cercenado.
La muerte de ‘Jesús Santrich’, también miembro fundador de la Segunda Marquetalia, se dio justo cinco días después de que la Corte Suprema de Justicia avalara su extradición a Estados Unidos, por petición de la Corte para el Distrito Sur de Nueva York. La Sala Penal de la alta corte dio concepto favorable para su traslado, pues en Colombia eran equiparables los cargos que se le acusaban: concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Desde abril de 2018 tenía un proceso con la justicia extranjera por presuntamente enviar cocaína al país norteamericano, un caso que ha sido calificado como un entrampamiento presuntamente orquestado por el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez.
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El 4 de diciembre también se conoció de la muerte de Hernán Darío Velásquez (’El Paisa’) y de Henry Castellanos, conocido como Romaña, al parecer en enfrentamientos con las otras disidencias de las FARC denominadas Estado Mayor Central y comandadas por ‘Iván Mordisco’ y ‘Gentil Duarte’ (este último moriría meses después).
Romaña era conocido como el hombre detrás de las llamadas “pescas milagrosas”, un plan de financiamiento de las extintas FARC durante la década del noventa que se hacía efectiva con secuestros. La guerrilla ubicaba retenes en zonas de alta afluencia turística y allí cobrara por secuestros extorsivos. Además, fue comandante del frente 53 de esa guerrilla y sobre él pesaban varias condenas por secuestro, rebelión, entre otros delitos. Al igual que Márquez, Romaña fue uno de los negociadores y firmantes del Acuerdo de Paz.
Según las autoridades, el Paisa cayó en el mismo combate en que murió Romaña. Fuentes de inteligencia aseguraron en su momento que, al parecer, disidencias de frente 10 de las FARC lo habrían acorralado en una emboscada. Sin embargo, ni el Ejército o la Policía confirmaron la noticia.
Su ascenso en la organización criminal fue rápida. Se unió el Bloque Oriental que comandaba el Mono Jojoy, y desde 1993 fue nombrado comandante de la columna móvil Teófilo Forero, que tenía un objetivo claro: proteger al denominado secretariado, la más alta instancia de poder de esa guerrilla.
Entre las acciones criminales que se tienen de El Paisa, como guerrillero, está el asesinato de Diego Turbay Cote, presidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, la toma de El Billar (Caquetá), y la del edificio Miraflores en Neiva donde fueron secuestradas 15 personas, entre ellas la excongresista Gloria Polanco y dos de sus hijos. La columna móvil Teófilo Forero también logró desviar un avión comercial para secuestrar al exsenador Jorge Eduardo Gechem.
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¿Dónde opera la Segunda Marquetalia?
Según la Fundación Conflict Responses, la Segunda Marquetalia tiene dos tipos de unidades en distintas regiones. Las primeras son las orgánicas que hacen presencia en Catatumbo con el comando Danilo García; en Cauca está el frente Doimer Cortés, que tiene unas columnas entre Timbiquí y López de Micay. Además, en Bajo Apure (Venezuela) está la Comisión de Frontera que comandaba ‘Romaña’; y en El Pato (Caquetá) hace presencia la columna móvil Teófilo Forero y la Unidad Oscar Mondragón, creada por ‘El Paisa’.
Los otros tipos de unidades son las externas que se han unido a ellos. En Nariño tienen presencia gracias a tres grupos: la Columna Alfonso Cano, el frente Iván Ríos, y la columna móvil Ariel Aldana. En Amazonas, tienen la fracción del frente Acacio Medina, al mando de ‘Jhon 40′ que se les unió. Y en Ituango (Antioquia) tienen al Frente 18, que está cada vez más debilitado.
También se presume que los Comandos de la Frontera, un grupo armado con fuerte presencia en Putumayo también seguían las órdenes de la Segunda Marquetalia.
‘Iván Márquez’ había buscado un acercamiento con el Gobierno de Gustavo Petro para entrar en las negociaciones en el marco de la Paz Total. El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, confirmó el pasado 22 de octubre que se había reunido con el líder de la Segunda Marquetalia. “Está vivo y lúcido”, dijo en ese momento el funcionario, descartando los rumores del mal estado de salud de Márquez tras el ataque del que fue víctima el 30 de junio de 2022.
Sin embargo, el proceso no ha avanzado. La Segunda Marquetalia está dentro de los grupos armado que mantiene el cese al fuego con el Gobierno, pero aún no avanza en otras fases.
Sumado a Márquez, los otros comandantes son, José Manuel Sierra, conocido como el Zarco Aldínever, y Nelson Enrique Díaz, conocido como Iván Alí.
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El Zarco Aldinever fue uno de los herederos del Mono Jojoy, tiene 45 años y era uno de los coordinadores del espacio territorial en Mesetas (Meta), donde había montado proyectos agrícolas y un proyecto educativo junto a Alberto Cruz Lobo, uno de los hijos del fundador de las FARC, Manuel Marulanda, y conocido como Enrique Marulanda, quien también se rearmó.
Iván Alí es un guajiro de 48 años que hizo parte de la guardia personal de Manuel Marulanda y antes de retormar las armas estuvo a la cabeza del proceso de reincorporación en el Guavarie. En ese Espacio Territorial estaban 470 personas, entre excombatientes y civiles y había denunciado en agosto de 2018 que no habían llegado los apoyos del Gobierno a los proyectos productivos.
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Nota de la editora: Esta nota fue publicada inicialmente en julio de 2023 y actualizada el 9 de febrero de 2024 con información sobre el inicio formal del proceso de paz con el Gobierno de Gustavo Petro.
