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Un informe de la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) lo advirtió así a finales de 2020: de seguir la tendencia como va, a diciembre de 2024 podrían ser 1.600 los excombatientes asesinados. También la Misión de Verificación de Naciones Unidas llamó la atención sobre esos homicidios en el último informe trimestral que presentará al Consejo de Seguridad el próximo 21 de enero. El documento registra 73 asesinatos de excombatientes en 2020, una cifra que, pese a que es menor que los 77 firmantes de la paz asesinados en 2019, muestra niveles mucho mayores que en 2018 (65) y 2017 (31).
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Según el consejero para la Estabilización, Emilio Archila, “para hacer un análisis serio de esto hay que evaluar todas las medidas que ha tomado no solamente el Gobierno sino las Fuerzas Armadas, la Procuraduría, la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo, la Unidad Especial de la Fiscalía”. Aseguró, por ejemplo, que la Unidad Especial de la Fiscalía es 50% más efectiva que el resto de la Fiscalía y que, debido a ello, en este momento hay en la cárcel más de 120 personas responsables de homicidios contra exguerrilleros.
“Es muy difícil hacer la valoración de qué tan efectivos hemos sido. No se puede saber con los 250 esquemas de seguridad que cubren a más de 350 de ellos cuántas veces los hemos salvado”, dijo. Como resultado de los esfuerzos desplegados por todas esas entidades, añadió el consejero, en 2020 se logró ver la disminución, aunque pequeña, en los homicidios.
Sin embargo, apenas en las primeras dos semanas de 2021 ya han sido asesinados cuatro excombatientes: Yolanda Zabala, en Briceño (Antioquia); Duván Arled Galíndez, en Cartagena del Chairá (Caquetá); Diego María Yule, en Cali (Valle del Cauca); y Giovani Claro, en Convención (Norte de Santander).
En paralelo, y pese a la ola violenta contra los exguerrilleros, buena parte de ellos ha logrado avanzar en un proyecto productivo bien sea colectivo o individual. A la fecha, se han aprobado alrededor de 2.000 proyectos, de los cuales 85 son colectivos. A esos proyectos están vinculados hoy 5.589 excombatientes. Si a ellos se le suman los 1.025 ex-Farc con un empleo formal, se tiene que 6.614 tendrían sostenibilidad económica propia, es decir, poco más de la mitad de las 13.000 personas en reincorporación.
A la fecha, estas son las cifras de la reincorporación y el estado actual de compra de los 24 antiguos espacios territoriales: